El viaje duró unos diez minutos, pero fue suficiente para que el castaño se viera envuelto en un profundo sueño; se abrazó a sí mismo y se encogió lo más que pudo en su asiento, la expresión de miedo no cambió, ni siquiera mientras dormía. Tozier seguía teniendo el corazón en la boca, sus manos apretaban el volante con fuerza y temblaban ligeramente, se mordía el labio inferior obligándose a tranquilizarse. Cada dos segundos volteaba hacia el menor para asegurarse de que todo marche bien, esta vez el sueño ligero de Eddie no le importó y acariciaba su rostro de vez en cuando, sintiendo la suave y cálida piel a lo largo de toda su palma. Observaba su pecho, conteniendo el aliento, esperando a que vuelva a inflarse confirmando que respiraba con normalidad, y cuando esto ocurría el de lentes expulsaba el aire aliviado.
El jeap se detuvo en el estacionamiento del hotel, Richie se apresuró a bajar y rodear el vehículo hasta llegar a la puerta del acompañante. La abrió con cuidado.--Edds...?-- le susurró
Nada, Kaspbrak continuaba dormido. Las manos del mayor se movieron solas: ambas se colocaron detrás del pequeño, una sosteniendo sus hombros y la otra sus rodillas. Lo levantó con extremo cuidado, haciendo que quedara recostado contra su pecho, una corriente eléctrica le recorrió la columna como respuesta frente a la sensación tan cálida.
Subió las escaleras asegurándose de no despertarlo, colocar las llaves en la cerradura fue una proeza y Eddie casi despierta. Una vez dentro lo recostó sobre su cama suavemente.
Se dirigió luego al baño, dejó correr el agua del grifo, se mojó el rostro y la nuca, respiró varias veces mientras pensaba: "Está a salvo, ya deja de preocuparte". Pero no podía luchar contra su propia memoria, porque cada vez que cerraba sus ojos la imagen de Eddie tendido sobre la nieve regresaba a él. Su imaginación era más fuerte que él, inevitablemente lo proyectaba diferente... Se veía a él mismo cargando el cuerpo sin vida de su pequeño, encontrándose frío, pálido e inmobil.
La sensación lo tomó desprevenido, se volteó rápidamente hacia el retrete, se afirmó al borde de este y quedó de rodillas. Sintió el estómago vacío luego de vomitar, todo su cuerpo temblaba y la saliva se le escurria de la boca.--Mierda, Edds... Estaría perdido sin ti--
...
Bill bajaba por la pista siguiendo a su novio. No podía dejar de pensar para qué podría servirle aquella mochila que llevaba en su espalda, siempre se ocupaban de llevar con ellos lo mínimo e indispensable para evitar la molestia que representaba el llevar una, y Stan era precisamente quien más insistía sobre el asunto.
Recordó cómo lo tomó desprevenido luego del pequeño descanso--Ven conmigo-- le había dicho
El tartaja ni siquiera reaccionó a tiempo, sólo se dejó arrastrar por su novio
--S-Stany, a d-donde v-vamos?--
--Confía en mí, Billy...--
Quince minutos más tarde los muchachos ya se encontraban descendiendo.
Habían subido hasta una de las pistas más altas, a medida que bajaban Stan observaba ambos lados del camino, como si alguien los estuviera observando. Esa idea hacía que Bill se sintiera nervioso, él también comenzó a inspeccionar dentro de la inmensidad del bosque. Los árboles de troncos oscuros proyectaban todo tipo de sombras extrañas, algunas se asemejaban a figuras humanas o incluso demoníacas. La nieve cubría las copas de los mismos, por lo que los rayos de sol no lograban penetrar a través de ellas, dándole al ambiente un aura de oscuridad y misterio.--William!!--
La mente de Bill regresó a la realidad, a tiempo que su pie derecho abandonó el suelo y cayó por el costado de la pista. Rodó varios metros, la capa de nieve ahí era gruesa por lo que la caída no le dolió, sin embargo no se detuvo hasta que llegó al final de la cuesta. Al hacerlo se vio enterrado bajo aquel manto blanco, pero logró colocarse la capucha de su chaqueta antes de que todo se tornara oscuro.
Se sentía como si estuviera bajo el agua, porque no escuchaba los sonidos en el exterior, sólo su propia respiración agitada. Sabía que si seguía así el aire se le acabaría, por lo que se obligó a calmarse; si no hubiera reaccionado a tiempo la nieve hubiera cubierto su rostro, impidiéndole respirar pero gracias a su capucha ahora existía un pequeño espacio que lo separaba de la asfixia.
Sintió cómo alguien tomaba su brazo y tiraba de él, soltó un grito porque la nieve sobre él pesaba y por más que Stan tirara su cuerpo no se movía, casi que le arranca el brazo. Oyó luego el sonido de la nieve siendo rasgada, poco a poco la luz hacia acto de aparición en medio de la oscuridad absoluta; vio como la mano del judío entraba por el agujero y tanteaba la nieve hasta llegar hasta su rostro y tocarlo.--Bill...!-- logró escuchar a su novio con la voz entrecortada
Su otra mano también apareció y ambas comenzaron a quitar la nieve, cavando rápidamente hasta que logró rodear su cuerpo y sacarlo. Los ojos del tartaja se cerraron fuertemente en precencia de la luz tan cegadora, el viento helado golpeó su rostro e instintivamente el chico aspiró todo el aire que pudo, inhalando ruidosamente.
--Aquí estas...-- susurró el otro mientras lo abrazaba, Bill se aferró a él
--E-Estoy bien, t-tranquilo--
--Estas seguro?-- preguntó mientras lo ayudaba a ponerse de pie, lo cual logró sin dificultad-- Quieres que regresemos?-- el menor negó con la cabeza
--E-Estoy bien, e-en verdad--
Observó a su alrededor, estaban en medio del bosque pero ésta parte no era oscura, las ramas de los árboles eran demasiado finas como para que la nieve se estancara sobre ellas, por lo que los rayos del sol caían suavemente sobre el suelo blanco. Debido a la luz pequeñas plantas se asomaban, haciendo que su tono verde resaltara notablemente sobre ese pálido inmaculado.
--Es he-hermoso...--
--Sí que lo es-- el pelirrojo lo observó con una sonrisa y acarició su rostro-- Me has ahorrado trabajo, Denbrought-- dijo antes de besarlo en la frente
El castaño iba a preguntarle a qué se refería cuando Stan descolgó su mochila y la abrió, sacó una manta gruesa y larga, al tocar la tela el menor supo que era resistente a la humedad. El judío la extendió sobre el suelo para luego sentarse encima, su mano regresó al interior de la mochila, sacó dos latas de cerveza y algunas barras de chocolate.
Bill sonrió, ahora comprendía por qué el pelirrojo observaba el bosque, sintió vergüenza al recordar sus nervios cosa que, además, causó que cayera. Oigan, no fue algo malo después de todo, el lugar era bellísimo y se encontraba alejado de las pistas... Como un jardín secreto del cual sólo ellos poseían la llave para entrar. Levantó la vista y observó a Uris, los rayos de sol caían sobre su cabello haciendo que parezca aún más anaranjado.--Te amo, Stan-- lo dijo sin tartamudear, porque estaba seguro de sus palabras, porque con el otro se sentía seguro
El judío no respondió a tiempo, ya que cuando se volteó hacia el castaño este ya tenía su rostro a centímetros del suyo. Se besaron dulcemente, Bill presionó sus labios contra los ajenos a la vez que hundía los dedos de su diestra en los rizos de Stan quien, por su parte, dirigió su siniestra a la cintura del menor. Lo levantó luego con ambas manos, lo recostó sobre la manta y se colocó sobre él pero, cuando se dispuso a besarlo nuevamente, recibió un trozo de nieve directo en su nariz. Denbrought río con ganas.
--Con que así vamos a jugar, eh?-- se apresuró a tomar otro trozo entre sus manos
--S-Stany, no!-- lo dejó caer sobre su novio, ahora él también reía
--Te amo, Bill--
Besó sus labios y quitó aquel polvo helado de sus mejillas, el menor se aferró a él y ahí permanecieron el resto del dia.
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Clases de ski [REDDIE Y STENBROUGH] (EN EDICIÓN)
Fanfiction--E-Espera... N-Nunca has eskiado?-- --Por supuesto que no. Sabes la cantidad de accidentes que sufren los que practican ese deporte?-- --Tú lo sabes?-- preguntó el judío --No, pero deben ser muchos!-- --Esto será divertido...-- habló Tozier mie...