Hold me.

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-"Sophie, despierta, alguien te busca".

Era mi hermana.

-"Que pasa, Rose?"

-"Una tal Isabel te está esperando abajo, dice que es para confirmarte una salida que tienen las dos. Ni me dices nada tú".

-"Tranquila, niña. Se me pasó contarte, estaba muy cansada. Voy con Isa a Starbucks mañana después de clase".

-"Y eso?"

-"Ella es nueva en la cuadra. Nos trajo unos brownies ayer. Están deliciosos, por cierto. Me quedé hablando con ella, se ve súper linda persona. Por eso quiero que nos conozcamos mejor y seamos amigas". -soné como una niñita chiquita al decir eso.

-"Ah ya. Bueno es mejor que bajes ya, da pena".

Me puse mis pantuflas de panda y bajé a la puerta principal. Ahí estaba Isabel.

-"Hola Isa, cómo vas?"

-"Qué tal, Sophie. Muy bien, gracias. Te quería confirmar que si puedo ir a Starbucks contigo mañana". -tenia una gran sonrisa.

-"Me parece excelente, Isa!"

-"Bueno, Sophie, nos vemos".

Mi plan estaba resultando bien. Ahora solo falta preguntarle a Isabel mañana si sabe quien escribió la carta, tengo varias sospechas.

Cené con mi hermana. Mi mamá no llegaba y me empecé a preocupar.

-"Ya no debería haber llegado?" -le pregunté a mi hermana.

-"No te preocupes, tal vez se quedó adelantando trabajos. Ella nos llama más tarde, mejor come".

Eran las 6:30. Me dispuse a ir a mi cuarto a escuchar música un rato, Los Beatles para siempre. Me senté en mi mesita de estudio a dibujar mientras cantaba las bellísimas canciones. Sentía que viajaba a otra época... Apagué la música por un rato y recordé que tenía que terminar de escribir mi novela...

-"Oye! Que te pasa, idiota! Déjame, asqueroso! Mi mamá...".

Me sobresalté. Solté lápiz y papel. No sabía que estaba pasando. "Rose?", pensé. Escuché otra voz, parecía la de un hombre. Bajé poco a poco las escaleras.

-"Y tu mamá qué? Eh, pequeña ramera? Si le cuentas algo de esto a tu madre, te..."

Carajo, me ha visto. Quien era ese hombre? Qué rayos hacía en mi casa?

-"Sophie!!! No-. -el señor le pegó en el estómago. Rose cayó al piso. Me sentía aterrada, debía llamar a la policía.

-"Pero que tenemos aquí, otro pudinsito... y se ve muy rico..."

Corrí lo más rápido que pude a mi cuarto. Él me siguió. Estaba a punto de llegar a mi puerta, hasta que las pantuflas me hacen resbalar. Caí en mi barbilla. Voltié y el hombre estaba justo al lado mío.

-"Te vez linda cuando caes...".

-"Quien es usted? Qué hace en mi casa?

-"No sabes quien soy? Ni lo sabrás".

Wow... qué drama. Perfecto para mi novela. Dejé de escribir y bajé para ver si había llegado mamá.

-"Si preguntas, mamá llamó. Ella está bien, pero que llegaría tipo 8:00 p.m. ya que se atrasó con una junta directiva". -dijo Rose.

-"Menos mal. Oye, voy a ir a afuera un rato". -le dije.

-"No tardes".

Salí con mis pantuflas de panda y mi pijama. Todas las casas se veían radiantes, por las decoraciones navideñas. Era Noviembre.

Me encontraba justo al frente de la casa de Isabel. Vi a un niño asomado a la ventana. Será su hermano? Lo saludé. Inmediatamente se alejó. "Qué raro son los vecinos", pensé.

Volví a mi casa a dormir. Quería seguir con ese hermoso sueño. "Dios mío, me sentí como toda una Marilyn Monroe!".

Michelle, Ma BelleWhere stories live. Discover now