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Victoria Adrial: Amé escribir este libro porque toca temas que deben ser escuchados, agradezco que le den esta oportunidad a "REGALO" Espero que les guste como les gustó "MUÑECA" Que tengan un feliz día, pronto subiré el primer capítulo.



P R Ó L O G O

La pequeña azabache ya tenía su maleta lista, no habló con ellos por las últimas semanas que le quedarían en ese lugar, llegó a pensar por un momento que fue su hogar pero fue una gran equivocación de su parte. Todos para ella representaban enemigos, eran todos y cada uno, farsantes. Creyó que les importaba, que la amaban.

Pero.... ¿Qué clase de monstruos regala a su hija?

Ella no tiene opción, su madre le dijo con claridad que tenía que ir, que si amaba a su hermana, debía y tenía por deber hacer lo que se le ordena. Ya se encontraba con el vaso lleno, sentía que en cualquier momento sacaría todo ese odio y rencor el cuál se alimentaba día con día.

El auto había aparcado enfrente de las grandes rejas. Sus padres bajaron antes que ella, la niña siguió después de ellos, el gran portón negro se abrió. Dejando ver a dos monjas y a la directora.

—¿Qué esperas, Aurora? Vete de una buena vez.—Habló en un tono frío, su madre.

Su marido sólo se limitó a girar en dirección a su hija, tomó su hombro.

—Ve, obedece a tú madre.

La pequeña caminó un paso atrás para soltarse de su agarre.

—¡Ni ella, ni tú, son mis padres!—Gritó— ¡Los odio!

Caminó en dirección a dónde se encontraban las monjas, su madre la tomó del brazo.

—Te lo advierto, sé la mejor en este lugar, Aurora. No me tientes a hacer lo mismo con Tiana—Amenazó.

Sus ojos se abrieron del horror—No, mi hermana, no, por favor.—Rogó.

—Mas te vale obedecer ¿Has comprendido?—fue lo último que dijo y se fue al auto.

—Hija—Intentó acercarse su padre—Debes comprender que es por tú bien.

Los ojos de la azabache se cristalizaron.

—¿Hija?—Preguntó de una manera sarcástica que sorprendió a su padre—ya mis padres estan muertos.

Caminó hasta llegar a la gran reja, una de las monjas le hizo una señal con la mano para que siguiera su andar. La pequeña continuó su caminar, observó por última vez la salida, el auto que los había traido ya se habia ido y el odio por esas personas ha incrementado.

—Me vengaré, los destruiré a todos, se los juro.

El gran portón negro se cerró frente a Aurora pero una nueva pesadilla ha llegado a su vida, sin imaginar que un infierno se desataría su corta edad.



El gran portón negro se cerró frente a Aurora pero una nueva pesadilla ha llegado a su vida, sin imaginar que un infierno se desataría su corta edad

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