†Capítulo 4: Sakamaki Kanato†

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Mi nombre es Sakamaki Kanato, tengo 170 años, en apariencia unos 17, pero bueno soy un poco más bajo que el resto de mis hermanos y algo infantil así que aparento un poco menos que eso.

Soy el cuarto hermano de la familia, adoro los dulces y los muñecos, en especial a mi Teddy, pero hay una persona a la que quiero más que nada en el mundo y es a mi nee-san, ella es la persona más gentil y dulce que existe, pero ese hombre nunca nos deja pasar tiempo con nee-san, y eso me enoja.

Nee-san fue quien me regaló a Teddy, y es un muñeco encantado por ella para poder comunicarme con él y no sentirme solo, ninguno de mis hermanos entiende esto y por lo mismo creen que estoy loco, pero no pienso revelarles que mi nee-san me consciente más que a ellos.

Cuando era pequeño creía que mi madre era la mujer más bella del mundo pero estaba equivocado, la más hermosa era mi nee-san quien nació como la segunda hermana de nuestra familia pero nunca tuvimos contacto con ella hasta su fiesta de mayoría de edad que fue hace unos 100 años.

Al principio no quería conocerla porque madre siempre hablaba pestes de ella y yo no quería hacerla infeliz al acercarme a la hermana que ella odiaba tanto. Pero todo cambio cuando nee-san se fue a exterminar al Clan Víbora y volvió luego de conquistar los dominios de dicho Clan.

Madre estaba tan molesta por las capacidades de nee-san que comenzó a destruir todo a su pasó mientras mis hermanos y yo estábamos cerca, fue en ese momento que por su irá terminó clavandome una daga muy cerca del corazón.

La herida en sí no hubiese sido letal pero era un arma de plata y eso me estaba debilitando, fue entonces cuando la vi con su cabello de onix y sus ojos de rubí, apartó a mi madre y me teletransporto con ella a una habitación que más tarde me enteraría era su alcoba.

Me sonrió ligeramente y me comenzó a hablar mientras usaba magia para evitar que me doliera la herida, quitó la daga con sumo cuidado y comenzó a desinfectar la zona hasta que luego de unos segundos pude ver una luz dorada sobre la herida, y mi cuerpo comenzó a sentirse mucho mejor otra vez.

En poco tiempo la herida se cerró y nee-san me sonrió para luego darme una paleta sabor chocolate como recompensa por no haber llorado.

Desde ese momento veía a nee-san a escondidas de mi madre y mis hermanos, en cada reunión tomaba el té con ella, y nee-san preparaba dulces para acompañar todo. Incluso me hacía pudín porque sabía que era mi favorito.

En realidad nee-san es la única persona que no parecía tener miedo de mis poderes de transferencia de almas. Una vez le pregunté porque no temía que la pudiera convertir en un cadáver. Y me contestó en que confiaba en que no haría tal cosa.

Entonces decidí que no podía romper esa confianza, pero lo que no entiendo es porque Nee-san parece ser tan diferente a nosotros, claro tiene su lado sádico pero la mayor parte del tiempo muestra emociones casi humanas, incluso podría decir que muestra esa cosa que los humanos llaman amor.

Más tarde supe que Nee-san era una raza ancestral por lo tanto sus emociones tendían a ser más benevolentes que una raza oscura como los vampiros o demonios. Pero habían momentos en que su mirada se volvía distante y parecía desprovista de emociones, como si su cuerpo estuviera presente pero su alma ya no estuviera en ella.

En esos momentos me asustaba, porque temía que inconscientemente hubiese ocupado mis poderes con ella, no quería terminar con la vida de mi hermana solo porque no sabía controlar mis poderes. Es por eso que en secreto siempre me entrenaba para que dicho suceso nunca ocurriera.

El tiempo pasó muy rápido, y antes que me diera cuenta Nee-san ya era considerada la mujer más hermosa de todos los Reinos, sus propuestas de matrimonio iban desde hombres hasta mujeres de la realeza y nobleza, no había persona que no cayera en sus encantos, pero a pesar de ello, ese hombre jamás aceptaba ningún prometido para nuestra hermana, lo cual me hacía sentir feliz, aunque desconocía el porque.

Noté lo mismo en mis hermanos, aunque suponía que era, porque es la única mujer entre nosotros y además ninguno de nosotros es conocido por ser bueno compartiendo, a menos que sea entre hermanos. Estamos acostumbrados a vivir juntos y todo eso.

No sería hasta años más tarde que Reina lloraría por haber sido amable con Kanato y traspasar hacia ella sentimientos que debió tener por Cordelia y no ella.

Pero como la vida le gusta jugar con todo, tendría que aguantarse las ganas de suicidarse.

Post final del capítulo.

Bien, aquí un nuevo cap y espero que les guste. Me costó un tanto escribirlo pero creo que salió algo decente jeje.

Con amor
Se despide
Marly 🥰🤗

Sakamaki Reina †Diabolik Lovers†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora