Wess
Me desperté sobresaltado por el sueño que acababa de tener.
Había hecho el amor con Jalie…en un maldito sueño.
Me frote los ojos y pude ver que Jalie no estaba en la cama y yo lastimosamente tenía mi ropa puesta.
- ¡WESSSSS! – apareció Jalie corriendo y con su ropa puesta y con un pedazo de pan en su boca - ¡HOMBRE QUE VAMOS TARDE AL COLEGIO!
- Si mujer, ya voy
- ¡QUE YA VOY NI QUE NADA! ¡RAPIDO PEDAZO DE MIERDA!
Dios, esta chica se iba a ganar un serio problema por el estrés.
En el colegio
No podía mantenerme despierto, el sueño que tuve esta mañana me dejo algo…im…no se CALIENTE.
Maldición esa chica me ponía de esa manera y tan fácilmente.
- Dios Wess, cuando me vas a poner atención cuando te hablo- dijo Albert enojado
- Cuando tengas algo importante para decirme- dije irritado
- Pues te cuento que hay una chica que me gusta – dijo Albert lo cual me llamo la atención
- Quien es
- Jalie Evans
Todo mi mundo se desmorono.
Jalie
Había tenido un sueño bien extraño, donde hacia el amor con Wess y lo peor de todo es que ¡me gustó!
No podía creerlo, ese sueño fue demasiado real… y Dios movió algo en mi pecho y no quiero saber que es.
Entre a clase y vi a Jack sentado en la silla de siempre, esperándome.
- Hola Jack – dije mientras me sentaba a su lado
- No fuiste a la cita, te espere por dos horas y unas ancianas me acosaron sexualmente – no pude evitar reírme cuando me imagine a las viejitas acosando a Jack y su cara
- Si lo siento mucho Jack lo que pasa es que me quede dormida y no pude llamarte
- Vale, te perdono…que tal si hoy salimos y nos tomamos un café
- Si me parece bien
Sonreí y el igual, pero su sonrisa cambio por un gesto de disgusto.
- Ella no puede ir hoy, ni mañana, ni nuca contigo a ninguna parte y menos contigo – dijo Wess claramente enojado.
- ¿Qué? ¿acaso eres su maldito novio o que es lo que sucede contigo?
- Ese tema no te incumbe
Wess miraba a Jack demasiado enojado.
- Además sé que ella te gusta Jack…pero te digo algo…ella es mía
Wess me arrastro hacia el campus y me llevo debajo de las gradas metálicas.
- ¿Quién eres? – pregunte claramente asustada por la situación.
- Eso no importa ahora niñita – dijo enojado
- ¡claro que importa! Wess, ¿Quién mierdas te crees que eres? ¡no puedes controlar mi vida amorosa solo porque te da la gana imbécil! – estaba cansada de esta situación, esta posesividad, celos no lo comprendo.
- ¿quieres saber Jalie?
- La verdad, si- lo mire fijamente con la ira desbordándose por mis ojos- quiero saber, porque eres tan posesivo.
- Porque soy cupido y me he enamorado perdidamente de ti Jalie Evans.
Debe estar bromeando, pero su expresión decía otra cosa.
