JALIE
Salimos del ascensor y fuimos a la piscina.
- Wess, te advierto que no me voy
- Es que quien dijo que te ibas a meter, yo te voy a meter.
De pronto Wess me agarró y se lanzó al agua.
- ¡Dios padre santo! ¡Wess!- Wess se limitó a sonreír.
- Te he dicho que el agua te luce – sonreí al recordar la primera vez que nos conocimos
- Claro que lo recuerdo…acosador – Wess soltó una carcajada y luego me beso suavemente- te quiero Jalie
- Y yo a ti idiota.
Después de salir de la piscina nos sentamos en las sillas plásticas pellizca nalgas.
El camarero se acercó y nos hizo el pedido.
- ¿Qué deseas tomar hermosa? – el mesero sonrió coquetamente a lo que yo rodé los ojos
- Una piña colada- dije de manera fría
- Que sean dos y una porción extra grande de vete a la mierda – Wess sonrió y el mesero se retiró casi corriendo – acosador hijo de la gran …- no deje que dijera alguna grosería ya que lo bese rápidamente
- Odio que digas groserías – Wess me miro y luego volvió a juntar nuestros labios.
Después de pasar una tarde llena de risas y amenazas por parte de Wess a cualquier hombre que se me acercara, subimos a nuestra habitación.
- Sabes- dijo Wess mientras me agarraba por la cintura- hoy no me has tocado – reí por el comentario de Wess el cual me miró- es enserio – sabía que estaba bromeando ya que estaba reprimiendo una sonrisa.
Sonreí y me puse frente a frente a Wess.
Empecé a desabotonar su camisa de manera lenta y me deleite con su trabajado abdomen.
Me deshice de se molesta camisa y luego subí mis manos por su pecho hasta llegar a su cara.
- Te quiero Wess- susurre en la delicada piel de su cuello
Baje hasta su bermuda la cual aún estaba mojada.
Acaricie suavemente su miembro por encima de su bóxer.
Escuche como soltaba un profundo suspiro.
- ¿voy bien? – pregunte con fingida inocencia
- D-d-demasiado
Subí hasta sus labios y lo bese de manera apasionada.
Luego Wess me alzó y me llevó hasta la cama.
Luego acaricio despacio mi rostro y luego me despojó de mi blusa.
Esparció suaves besos mientras me quitaba la parte superior del bañador.
Cuando ya no estorbaba, su mano acaricio suavemente mi pecho izquierdo, los gemidos brotaban de mis labios y eran callados por los labios de Wess.
Luego ambos nos quitamos el resto de ropa.
- ¿Lista?
- Lista
Wess me besó suavemente y entro de manera lenta y profunda.
Cuando finalmente entro solté un suave gemido.
- S-se siente tan bien – Wess hundió su cabeza en mi cuello, dándome la oportunidad de agarrar su cabello.
Su mano viajó hasta mi clítoris y lo masajeo suavemente, haciéndome sentir aún más placer.
Empezó con embestidas suaves y profundas, luego fue aumentando la velocidad haciendo que gimiese aún más fuerte.
- Jalie
- Wess
Y con estas últimas palabras llegamos a nuestro clímax y caímos rendidos.
