Mari.

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Ya estaba de regreso en Konoha. Luego de hablar con Kiba volví a casa de Ino y me recibió con un escándalo por haber desaparecido en mitad de la noche y no haberle avisado dónde estaba en la mañana, claro que luego me interrogó sobre Sakura cuando se le pasó pero no tuve tiempo de entrar en detalles porque debía volver a la academia.

Había dejado la moto en la casa donde vivían mis padres y tomé un taxi hacia la academia, llegando media hora antes del toque de queda.

Atravesé la entrada y sorpresivamente estaba todo completamente oscuro, la única luz que había era la de la luna. No le presté atención y caminé con las manos en los bolsillos del pantalón hasta que algo pasó por frente mío. No logré distinguir qué había sido, pero me detuve un momento para mirar alrededor pensando que solo había sido un pájaro cuando escuché el granzido de un cuervo a mi derecha. Me giré y lo vi ahí, completamente inmóvil sobre uno de los focos de luz apagados mientras me miraba fijamente.

Lo ignoré y seguí caminando, pero de repente lo sentí volar hacia el siguiente foco, y cuando volteé la mirada allí estaba otra vez, mirándome.

Había visto algo parecido en una película y honestamente no estaba interesado en prestarle atención para ver qué sucedía luego, así que continué ignorándolo por completo hasta llegar al dormitorio de los chicos y entrar a mi habitación.

A la mañana siguiente mi alarma sonó a la misma hora de siempre, me levanté de mala gana sintiendo la vista exageradamente cansada por estar sin lentes dos días seguidos. Bajé las escaleras hacia los baños de abajo y lavé mis dientes y cara. Volví a subir para cambiarme al uniforme y ponerme los lentes, para luego tomar el bolso y salir a clase.

Me resultó curioso no sentir a los otros chicos y ni siquiera verlos salir, asumí que no tenían clase en el mismo horario que yo y no le presté atención.

Entré al salón antes que llegara la profesora, hoy comenzaban los primeros exámenes y aunque no me había preparado el fin de semana ocupé los días previos para estudiar todos los temas que irían para cada asignatura, tenía bastante confianza en que tendría un muy buen puntaje para el final de la semana.

—Cuadernos fuera, solo un bolígrafo sobre la mesa. No quiero hacerles perder tiempo en vano así que seré rápida.— Dijo la profesora de Historia ni bien pasó por la puerta.— Tendrán 70 minutos para terminar la propuesta, terminan antes y pueden irse, si no les alcanza el tiempo, bueno, lo lamento por ustedes. Si tienen preguntas, guárdenselas.

Entregó las hojas y dio permiso para comenzar, eran diez preguntas, cinco de ellas múltiple opción y las otras cinco para desarrollar. Leí cada una de ellas y se me escapó una sonrisa. Era demasiado fácil.

Tres hojas de respuesta después y entregué el examen a la profesora antes de tiempo, siendo el primero en terminar excepto por aquellas que se habían resignado y terminaron entregando en los primeros diez minutos.

—Naruto.— Me llamó la profesora antes de irme del salón.— El director me pidió que te dijera que fueras a su oficina luego del examen.

—Bien, gracias.— Respondí.

Fui a paso rápido hacia la oficina del director aprovechando que los pasillos estaban desolados. Iba a tocar la puerta pero me detuve al escuchar la conversación al otro lado de la puerta.

—¡No puedes obligarme!— Dijo una voz femenina que me resultaba conocía, mas no logré identificar.

—¡Puedo y lo haré, irás quieras o no! A no ser que no quieras conservar tu puesto en el consejo estudiantil.— Esa voz era claramente la del director y se notaba bastante molesto.

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⏰ Última actualización: Apr 18, 2020 ⏰

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