Y...¿Donde estoy?

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BENJAMIN

Me habría metido en un gran lio de no ser por la señora que hablo con el director. 

No sabía quién era, pero ahí estaba, salvando mi trasero. 

El director se había molestado con migo diciéndome que podrían haber puesto una demanda. No fue hasta que la señora llego que el director de pronto se calmó. 

Violeta era su nombre. Violeta Scott. 

Solo la vi una vez. No pude ni darle las gracias por evitar que me expulsaran. 

Lo peor vino después. 

Los amigos de Daniel (que al parecer de pronto se habían multiplicado) me pillaron desprevenido en el patio de la escuela donde me golpearon hasta quedar inconsciente. O eso es lo que recuerdo. 

Estoy un poco asustado aunque no lo demuestre. Intento analizar situación. 

Creo que estoy en una sala de hospital. 

No, en los hospitales no hay 5 cámaras de seguridad vigilando solo una cama. 

Algo pasa. 

Me siento y me duele todo el cuerpo. 

Definitivamente me dieron una buena golpiza. Eran demasiados. 

Malditos cobardes. 

No había ningún ruido. Todo estaba demasiado silencioso. No hay ninguna conversación de pasillo que pueda advertirme en donde estoy. 

Intento levantarme pero me duele mucho el cuerpo. 

Llega una mujer. Es la misma que me salvo cuando estaba de el director. Es Violeta. 

-¿Cómo te sientes? 

-Mal. ¿Dónde estoy? 

-En un hospital. 

Apunte a las 5 cámaras de seguridad que había en el techo. 

-No, esto no es un hospital. Voy a repetir la pregunta- dije enfadado. Odio que me mientan.- ¿Dónde estoy? 

-Veo que eres un chico muy inteligente. Está bien, te lo diré. 

Se detuvo como pensando en que me diría exactamente. 

-Tú, eres un chico especial. Diferente obviamente. Pero no es solo por lo que demuestras, eres tú en sí. Todas tus moléculas, tu organismo y tu ADN. En otras palabras. Eres moldeable. Puedes estar sujeto a cambios moleculares sin complicaciones. Por eso es que te necesito. Eres inteligente y sé que actuaras inteligentemente también. Eres bueno procesando la información. 

No, no estoy procesando absolutamente nada. 

Siguió hablando como si se hubiera dado cuenta que no entendía mucho. 

-Benjamín, los cambios de humor que tienes no son casualidad. Y, no cualquiera es tan inteligente ¿eh? Sé que no te agrada estar con muchas personas y que permaneces aislado. Pero no es solo eso. Tu ADN se puede alterar. Deja esto en nuestras manos y podrás hacer cosas que solo has visto en películas o leído en esos libros que tanto te gustan. 

Tengo miedo, definitivamente esto me está asustando. 

-Aun no responde mi pregunta. 

Y como si no hubiera escuchado lo que dije; siguió hablando. 

-Sé que estas confundido pero tienes un gran potencial- dice acercándose más a mí. Me mira directamente a los ojos y sonríe-Tu vida se podría convertir en algo más importante de lo que alguna vez imaginaste. 

Una nueva generacionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora