Déjà vu

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ALEX

Me levante de una cama que no era la mía. 

-Uhm...-dije mirando alrededor- Es un lugar bastante deprimente... 

Reviso todo la habitación.  

Lo que más me llama la atención es la gran puerta metálica y que tampoco hay ventanas. 

-¿Hola?-le dije al aire 

Seguí caminando y vi cámaras en las cuatro puntas de la pieza. 

Supongo que nadie va a venir en un rato. Voy a dormir. 

Estaba sentada en la cama pensando en qué demonios estaba pasando cuando me doy cuenta que en la mesita que había al lado de la cama había un... ¿Contrato? 

Comencé a leer. 

Este es un documento certifica el acuerdo de la armada, el departamento de ciencias experimentales de New Race y Alexia Miller ciudadana desde el día de su nacimiento de New Race. 

El acuerdo consiste en: 

1.- Alexia Miller tendrá que mantener todo lo que se le practique, su entrenamiento, su estadía y la existencia del proyecto que se adjudica en completo secreto 

Etc. etc. 

No me di el tiempo de leerlo completo ya que me quede sin aire al darme cuenta de que trataba "el proyecto que se me adjudicaba" 

Seguí hojeando el contrato y las paginas finales eras solo de exámenes médicos. 

Todos los exámenes médicos que se podrían hacer a alguien. 

Exámenes de los que yo no tenía idea. 

Exámenes de sangre, radiografías, encefalogramas, etc.  

Y como me lo había pensado. No pegue pestaña hasta que abrieron la gran puerta de metal. 

Era un hombre muy grande, con una gran espalda, y grandes brazos. Todo lo que fuera de aquel hombre parecía ser grande. Los brazos, las piernas, los hombros, incluso los ojos. 

-Ven aquí-dice seriamente, casi enojado. 

Ni loca. 

Me quede como petrificada. 

El hombre no tenía cara de buenos amigos. 

-No te hare nada. Te necesitan 

-¿Quién me necesita? 

-Ven por las buenas o por las malas. Tú decides. 

Al principio tuve miedo. Pero sentía que entre más está ahí, mejor estaría. Era un sentimiento raro. 

Seguí al hombre. 

Al principio intente memorizar por donde iba. 20 pasos y luego doblábamos a la derecha seguimos hasta el fondo donde habían 2 pasillos, tomamos el de la derecha y luego otro pasillo a la izquierda. Después de unas vueltas más no pude seguir memorizando. Era como un laberinto. 

Finalmente, y después de muchas vueltas, llegamos a un gimnasio. 

Era muy grande. Como 3 veces el gimnasio del liceo.  

Había solo un chico.  

Bueno, era más bien un hombre pero estoy segura de que tenía como unos 23. 

Hizo un gesto con la mano para que me acercara. 

-Hola- dice seriamente- me llamo Patrick. Y soy el encargado de explicarte el proceso de iniciación y suministrarte el A.G  

Una nueva generacionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora