BENJAMÍN
Esto era demasiado. ¿En serio nos habían traido a la mitad del desierto? Maldición.
No pienso ir y caminar así como así en el desierto. Vallanse todos al demonio.
Me di media vuelta y volví al laberinto buscando otra manera de irme dentro de todo este caos.
Piensa...
Ya que no había nadie y el humo ya se habia dispersado, me puse a caminar pensando en donde podría encontrar ayuda.
Obviamente no podía detenerme y preguntar ¿Oye amigo sabes donde hay alguien que me pueda sacar de aquí? Es una suerte que esta cosa del experimento funcionara.
Si, fue una suerte. Puedes controlarlos y hacer que hagan lo que tu quieras. Tienes el control.
Seguí caminando hasta que llegué el gimnacio de nuevo.
-¿Y que hago ahora? No hay nadie por ninguna parte.
De pronto la puerta del otro lado de el gimnacio se abre. Entran una chica que no alcanzo a ver bien y un hombre muy grande y de uniforme. Ambos venían riendo.
Intenté esconderme pero no habia muchos lugares. Además antes de poder hacer algo ya me habian visto.
De pronto, el hombre grande y de uniforme desaparece y se nota a lo lejos un chico más o menos alto de pelo castaño. No me quita la mirada y camina muy rápido hacia mi.
Ya no puedo hacer nada, ya me vio y esconderse sería tonto. Sólo espero que pueda ayudarme a salir o que sepa algo.
Cuando al fin llega frente a mi noto que conosco a la chica que está a su lado.
Mala suerte.
Al reconocerme la noto molesta. Era de esperarse. Me asesina con la mirada.
-¿Que haces aquí?-pregunta muy seria.
-¿Quien es el?-pregunta el chico a su lado. Ella lo mira como diciendo "despues te explico"
-Estaba buscando alguna salida, dentro de este desastre me imagino que tu haces lo mismo ¿no?
-La situación en la que nos encontramos no es la misna precisamente. Pero es obvio. Cualquiera querría escapar de este lugar.
- ¿Tienes idea donde estamos?
El chico que estaba a su lado no aguantó las ganas de hablar y con un tono algo gracioso dijo:
- ¡Desierto Verónica de Australia!
- ¿ Y este de donde salió?
- Es un chico que conocí. Puede ayudarnos a salir.
- ¿Ayudarlos? Me suena a manada- alegó el chico de pelo desordenado.
Yo podría perfectamente salir de aquí sin su ayuda pero ¿Quien es el? ¿Porque quiere ayudarla? ¿Es como nosotros? Demonios. Odio tener dudas sobre las cosas.
Necesito tener más información sobre todo y ellos pueden ayudarme.
-Yo necesito ayuda. Estamos en medio del desierto y no tengo como escapar, hay poco tiempo y si no me equivoco esta todo el mundo buscandonos. - esto fue difícil de decir- ayudenme por favor. Los ayudaré.
Ella miró al chico y asintió, el sonrió.
-Saben-dije serio- no tengo idea como se llaman.
- Soy Alex y el es Luke.
El chico al oir su nombre sonrió.
-Saben, esto es genial, no es como si conociera a mucha gente aquí.
El se veia muy agradable lo cuál me desagradaba. Mucho entusiasmo.
-¿Y a donde vamos?
- ¡Vamos a la torre!
No se de que demonios estaba hablando. Que estresante. Quiero conseguir toda la información que pueda serme útil y luego volar de aquí. Odio que me vigilen. Lo odio.
Lo que debo hacer ahora es mantenerme calmado he intentan no enfadarme pero, ¿Como no hacerlo habiendo tanta estupidez a mi alrededor? Me dan ganas de suicidarme.
Se paciente y todo lo que quieras lo obtendrás, pronto, los tendras a todos en la palma de tu mano. A todos.
Eso era exactamente lo que quería. Tener todas las respuestas y tener todo lo que pueda. Saber es poder. Poder es control.
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Una nueva generacion
Ciencia FicciónUn experimento puede cambiar muchas cosas. Puede cambiar la vida de quienes creían que vivían como cualquier otra persona pero que por dentro saben que son diferentes. ¿El gran error? Usar adolescentes. Es difícil controlar a los adolescentes normal...