El encuentro entre el Ying y el Yang

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Mo Dao Zu Shi no me pertenece, es de propiedad exclusiva de Moxiang Tongxiu.

Parte del Xicheng latin fest #xichenglatinfest2019

Tema: Ángeles y demonios. Lo modifique un poco el termino de ángeles, espero que cuente también, y que les guste la historia :3.

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Qingheng-jun fue alguna vez sin duda el ser celestial de mayor prestigio dentro del mundo de los cielos y los dioses, pero los dioses, así como los hombres tiene caídas; no es ajena la naturaleza de la esencia a buscar a su completo, a su destinado, que sigue la rueda de un núcleo conjunto. Solo hay una cosa que es capaz de derribar a todas las estirpes existentes en este mundo y eso es el amor, el amor puro y completo, pero... ¿Eso le importa al estatus quo y el equilibrio de lo que creemos que es moral y correcto?

Qingheng-jun fue en su tiempo el líder del clan Lan, grande en habilidades y viejo en experiencias, pero sin descendencia y con un linaje poderoso, pero en aras de extinguirse, siempre exigiéndosele por parte de los ancianos de su clan tomar esposa y dejar descendencia. Pero los ancianos lo sabían, los Lan, descendientes directos del dios Lan An solo amaban una vez, unían su esencia a un solo ser y luego morían en tristeza cuando su contraparte abandonaba este mundo. La maldición de los Lan, el amor eterno y obsesivo, era un lamento visto por el resto de las otras cuatro grandes estirpes que componían el gobierno de la corte celestial, los Wen, Jiang, Jin y los Nie.

La maldición cayó sobre el hombre de angelicales facciones y cuerpo bien formado, justo como el de un guerrero listo para la batalla, pero con un toque etéreo casi inalcanzable. Un ser celestial tiene obligaciones y deberes que mantener para establecer un equilibrio en el orden natural del universo, Qingheng-jun solía ser pulcro, y ser la prudencia y el buen juicio de los humanos. Su mirada al mundo humano era constante, subía y bajaba del cielo a la tierra siguiendo un carro de nubes a la deriva que era el emblema de su clan, tocaba el suelo de los mortales y se disfrazaba con ropas oscuras para no llamar la atención. Sus constantes aventuras tenían su costo y el universo unió su destino de manera perversa hacia la dama del río Perla de largos cabellos negros y mirada distante. Qingheng-jun no pudo resistirse a acercarse a la mujer cada día desde que la vio por primera vez, desatendiendo sus obligaciones, la prudencia de su ser se convirtió en obsesión y el buen juicio en el deseo de recluir a la dama de cabellos negros. Como en un mal cuento de hadas Qingheng-jun acabó por secuestrar a la dama, en contra de su voluntad, llevándosela al territorio de las nubes a la deriva cerca del monte Tai, donde se dice descansaba el dragón que ayudó a Pangu a dividir el universo entre el Ying y el Yang.

Mu Jia Li no era una mujer cualquiera, su belleza antinatural era producto de la estirpe a la que pertenecía, familia de los reyes demonios del norte, que vivían entre humanos, lejos de las normas de las familias dinásticas más poderosas. La familia Mu era fuerte, pero amable en trato hacia los humanos, pero intolerantes hacia los seres celestiales, las guerras y luchas de siglos dejaron heridas profundas que entre demonios y seres celestiales hasta ese momento no habían podido cicatrizar. El robo de Mu Jia Li abrió una brecha en el cielo y en la tierra.

Los clanes celestiales perdieron su paz, los reyes demonios de la familia Mu desearon sangre y olvidando que el secuestro de la joven, que fue el detonante del desastre de una lucha de más de 200 años y millones de muertes se vivieron; los humanos solos y desamparados fueron los que más sufrieron, dando plegarias al cielo sin ser escuchados y dando ofrendas a los infiernos solo para que sus almas fueran usadas como armas de guerra. Cuando la lucha finalizó en la "disipación de las nubes" como se le llamó al asedio a Gusu, el clan Lan cayó en desgracia, siendo rebajado al nivel de los demonios y seres de infratierra. El clan Lan fue desgraciado y mancillado, echado del cielo, con una descendencia de sangre mixta de un ser celestial y una dama de sangre de reyes demonios.

Dulce melocotónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora