El tráfico fue sofocante. Podria decir que tardo más tiempo de lo planeado en llegar a casa, le habia sentado mal, daba cabecadas de sueño en su asiento. Tenia la sensación de acabar más exausto de cuando salió del trabajo.
Apenas habia pisado el genkan, ni terminó de cerrar la puerta cuando se percató de la presencia de pasos a sus espaldas. Sonrió. Se supone que debia de estar dormirdo a estas horas.
- Toshio ya ví que estás ahí.
Silencio.
Eso es un si.
Se toma en tiempo para quitarse los zapatos y acomodarlos en dirección a la puerta principal. En aura del cansancio laboral es evidente en sus movimientos. Se pone los uwabakis, con todo listo cruza el pasadillo, va a la sala y se encuentra con un niño en el sofá aguardando su llegafa. Vé que se tomo la libertad de estar en una pocisión cómoda, como la de los villanos en su base secreta y con un gato en su regaso. Bueno, Toshio lo imitaba a la perfección solo que sin el gato.
- Creí que estarias muy cansado como para darte cuenta.
Su expresión se suaviza, verlo de tan buen humor como para hacer su pequeño papel lo reconforta un poco.
- Dije que no iva a caer en el mismo truco dos veces.
Y lo que dice era cierto, puede ser un adulto con tendencias a convertirse en trabajolíco pero su mente joven todavia perdura.
Relame sus labios, esta deshidratado. Va por un breve vaso de agua hacia la cocina.
- ¿Tu abuelita?- Pregunta.
- Está dormida, hoy le ayude en la floreria hice que mucha gente comprará sus flores. Deben estar ciegos si no lo hacían.
Apesar de no estar en su campo de visión y que solo logra escuchar el acento de satisfacción. Imagina su sonrisa ladina con aura de ambicioso.
- Asi que solo tengo que invintar otra manera de sorprender cuando llegues. Y Asunto resuelto, será facíl.
Termina de beber, siente el agua fria bajando hacia su estómago. Recuerda el jueves de la semana pasada, como con toda despreocupación se dirigia a las escaleras cuando al terminar el pasillo ¡BUM! Un enano con máscara de payoso terrorífico sale de nada, era capaz de oir sus carcajadas hasta el día de hoy y sentir un escalofrío por su espalda cads vez que lo recuerda.
Al volver lo ve entrenido con una bolilla de caúcho, ni se inmuta ante la su mirada reprovatoria.
- Deberías estar dormido a estas horas.
- Si. Debería pero tenía insominio.- Lanzó la pelotilla a su padre quien lo cogio con algo de retardo.- También queria contarte lo que sucedió hoy en la escuela.
Su sonrisa se ilumina de la nada, dejando ver claramente esos hojos escarlatas, que ahoran, brillaban de emoción. Con eso en mente, se hizo una idea adonde iva todo esto.
- Me cuentas y te vas a la cama, hecho?
Toshio agita la cabeza en afirmación y se acomoda en su lugsr, pasa a asentarse a su lado devolviendole a la pelotita roja.
- La maestra dijo que harías una obra de teatro sobre superherores.
La alegría salta a kilómetros, alrededor nota como mueve sus pierdas con facilidad ya que apenas sus puntas rozan el suelo, analiza la noticia que acaba de recibir.
- ¿La maestra Eri?
Si.
- Pero si no te gustan los heroes. Cada vez que el personaje principal derrota al malo, lo aburreces.