LEE MINHO.

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SeokJin estaba emocionado por dar su clase. Quería ver la emoción en sus alumnos al conocer a su otro participante en la obra que llevarían a cabo.

No entendía la razón de que aquel alumno de penúltimo año quisiese unírseles pero ni lo cuestionó. Justo necesitaba a la Ama ya que ninguno de sus alumnos aceptó ser la mujer.

Esperaba que los profesores del joven aceptasen el horario que impondría para las clases. En su mayoría, se desarrollaban en días sin tanta carga horaria para los estudiantes. Sin embargo, podría suceder que justo uno de ellos tuviese algo que hacer.

SeokJin bufó mientras observaba las fotocopias del guión de la obra. No pudo evitar pensar en Yang JeongIn. Él realmente necesitaba resaltar porque no habría más chances de salvar su materia.

Nunca nadie se había llevado teatro con él. Sí sabía que había otro profesor de esa materia, Kim HeeChul creía, que hacía que la mitad más uno de sus alumnos la tengan en diciembre.

SeokJin no comprendía qué es lo que había hecho mal con JeongIn. Siempre se preocupaba por intentar hacer las clases amenas para él, que participe por voluntad propia, ¡que, al menos, dijese una tontería al preguntarle su opinión sobre determinadas obras!

El profesor también había notado las miradas que le daba el menor a uno de sus mejores alumnos, Hwang HyunJin.

No necesitaba sus lentes para saber que JeongIn babeaba por ese chico. Dios, realmente no. Recordó la vez que tuvo que quitarle el examen debido a que había acabado el tiempo y estaba todo babeado ya que se distrajo con el "chico de labios lindos". Por haber tenido la paciencia para no haberle puesto un buen y merecido "uno" debían nominarlo al premio nobel de la paz.

Se sentó en su escritorio y comenzó a ver las cosas que anotó con los primeros ensayos. Frases que los adolescentes habían soltado por error debido a haber olvidado sus líneas, árboles parlanchines, piedras que se movían y eran importantes para la trama, Ama que sería no tan viejo, Romeo bajito, Juliet(o)a altísimo y demás.

Realmente... ¿esto era Romeo y Julieta? No importaba. Esta obra parecía ser incluso mejor para los jóvenes de su edad, así que con ese pensamiento en su cabeza, se sintió orgulloso de la profanación que le hacían a la original.

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Yang JeongIn odiaba su papel en la obra. Un puto árbol. ¿Qué clase de reacción tendría su madre ante ello? La escuchaba todos los días emocionada hablando sobre su pequeño artista que participaría (por su "propia voluntad") en la obra que ella consideraba más hermosa.

Mientras él permanecía parado, con cara de querer morirse, pensando en qué cosas debía estudiar por haber procrastinado todo, con sus brazos levantados y a punto de dormirse, oía a ChangBin actuar como Romeo ante el amor de su vida. Puchereó deseando ser el más bajito en ese momento hasta que oyó la voz de MinHo interrumpir a Seo. Giró para observarlo y se rió al verlo negar con la cabeza simulando estar indignado.

—¡Vamos, ChangBin! Ponle más emoción. ¡Pronto besarás a la alta, muy alta, Julieta y tú pareces un Romeo de los "Compra-Venta" en oferta!—Lee notó al pequeño JeongIn con una sonrisa triste. Al mayor no le gustó verlo así, pero era parte de su plan: "Conquista al pequeño Yang"— Si así van a besarse, mejor ni hagamos la obra.

El menor volvió su vista al frente cuando oyó lo que salió de los labios del mayor. Rodó sus ojos soltando un suspiro. Todavía guardaba unas asombrosas ganas de matarse.

—¡¿No es cierto, bebé?!—Yang se sonrojó teniendo la corazonada de que el otro hablaba de él— ¡JeongIn! ¡Ven aquí!—el nombrado quería llorar en su habitación escuchando toda la discografía de Day6. Debería hablar con SeungMin seriamente, no lograba entender cómo se había obsesionado con esa banda a tal grado de no poder vivir sin escuchar -al menos- una canción de ellos por día.

oh, romeo, estás tan enano que no te veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora