TURNO DE LAS MUJERES

DESPÚES DE DOS AÑOS

Eran las dos de la mañana con veinticinco cuando escucho mi teléfono sonar, era aquel número que había hablado toda la tarde, conteste sin pensar ya que en mi mente pasaba que nada estaba bien. Al momento que digo su nombre con voz desesperada, me responde con voz entre cortada:

- ¿R-recuerdas la promesa que te hice esta tarde? Bueno, a partir de este momento la empiezo a cumplir. No importa donde este, o como me encuentre siempre estaré para ti.

Al momento que escuche aquella voz de esa manera y me dijo esta palabra se me salían las lágrimas por aquel dolor que sentía en aquel entonces, insistía que me siguiera hablado, pero no respondía, solo se escuchaba sirenas sonar y personas gritando por ayuda. De inmediato me levante de mi cama y Salí corriendo hacia el lugar donde aquella persona me dijo que iba a estar, sin importar de la forma como estaba, ni la hora solo me importara que estuviese bien y solo fuese una pesadilla que estaba pasando, pero cuando llegue al sitio supe que era la realidad. Esa persona estaba tendida en la carretera con seis disparos que le habían propinado minutos antes ya que intento escapar minutos antes de un atraco, pero aquellos atracadores que estaban afuera del bar que estaban vigilando que no llegara la policía notaron su huida y la decidieron asesinar.

Con todo el dolor que sentí, como si me hubieran quitado una parte de mí, me puse a llorar inconsolablemente junto a su cuerpo desangrado, sin vida recordando aquellos diez meses que duré a su lado, los diez mejores meses de mi vida.

Diez meses antes...

Han pasado dos años desde que deje de ser coleccionista de sex nudes, pues un chico común y corriente. Aun me cuesta adaptarme no tener pensamientos pervertidos y de vivir sin mujeres, estoy solo, trabajando y pues tomando en un bar después de que termino mis labores; pensando sobre la vida de las chicas que alguna vez tuve sus fotos o probé sus labios, aunque con una que otra hablo, pero no recordamos nada del pasado.

Otra de las cosas que me pongo a pensar es ¿Qué hubiese pasado si aún seguiría coleccionando sex nudes? ¿Qué hubieses pasado si todavía tuviese la colección? Bueno la segunda pregunta me las responde muchas personas ya que me dicen que borre un tesoro, pero en estos días pienso que fue una perdedera de tiempo hacerlo, coleccionar casi tres mil doscientas fotos en siete años. Una que otras cosas que me pongo a pensar mientras que me embriago con una cerveza Red's.

Viviendo solo en un apartamento, acompañado de la soledad, siendo profesor de ciencias sociales, jamás pensé que una chica iba a cambiar mi mundo, mi vida y mi forma de pensar, como lo hizo ella aquella noche.

Recuerdo que era jueves 26 de septiembre, Salí temprano de clases y me fui directamente para el bar; de la institución donde trabaja hacia el establecimiento eran ocho calles aproximadamente. Llegue al bar y veo que están celebrando un cumpleaños de una chica, que para mí estaba atractiva. Me senté en la misma silla junto a la caja registradora como era habitual. Pasando los minutos por la puerta entra una chica con un vestido rojo, cabello corto color castaño rizado, su piel morena y ojos cafés. Al momento que vi, mis ojos se concentraron en cada movimiento que hizo dentro del bar. Se sentó en una mesa que estaba junto a la pared a mi lado derecho. Allí se quedó por horas hasta que se puso a llorar, cuando solo quedaba unas cinco personas, yo me acerque con un trago donde estaba y mientras que colocaba la copa en la mesa le pregunte ¿Por qué hay lágrimas acariciando tus mejillas? Primeramente, no me respondió, así que me senté en la mesa donde estaba en la silla que se encontraba al frente. Después de unos minutos me dijo:

- ¿qué haces aquí? ni siquiera sabes quién soy, no sé ni quien eres para contarte mis problemas y confiar en ti.

- bueno, primero que todo, tomate el trago y después te respondo quien soy. Segundo, veo en tus ojos una chica preciosa que creo que llora por algo o alguien muy importante que para mí pensar no vale la pena.