DESPUÉS DE ELENA.

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Han pasado un mes y medio de tu muerte de Elena, la vida de Cielo y la mía cambio drásticamente. Por el lado de Cielo, se esta quedando en la casa de Elena, esta trabajando en una discoteca a unas cuantas cuadras de la veinticuatro, le esta yendo super bien, peor aun veo en sus ojos ese reflejo en su mirada de que esa chica le hace muchísima falta.

Por mi parte, estoy yendo a terapias psicológica ya que no sé porque me afecto mucho aquella muerte, una mujer cuatro años mayor, pero con una vida muy similar a la mía respecto al erotismo.

En el trabajo tuve que salir, ya que ser profesor con esta depresión y la falta de sueño me estaba provocando un estrés impresionante que me estaba llevando a una locura total.

Actualmente me encuentro como profesor de clases dirigidas a niños de todas las edades y tratando de tomar las riendas de mi vida como la tenia hace un año, con normalidad y relajada. A veces voy al bar donde conocí a Elena como los viejos tiempos a tomar unas cuantas cervezas Red's esperando que esa chica entre por aquella puerta con su vestido rojo como la primera vez.

Me cito con Cielo unos cuantos días a la semana para hablar un rato con ella, vamos a un parque por la tarde a caminar o incluso otros días vamos a la playa a ver el atardecer para salir de la rutina monótona que llevamos y pensar en otras cosas.

Ustedes se preguntarán ¿Cielo y yo estamos pensando en tener algo? Siendo sincero, no. Hemos hablado este tema un par de veces, peor el cariño que tenemos por medio de Elena no permite tales cosas o que yo sienta algo más por ella. Tampoco hemos tenido sexo ya que la ultima vez que estuvimos desnudos fue el día anterior al accidente, pero no recordamos eso si no nuestro futuro ya que ambos queremos conseguir nuestra pareja no sabríamos sin tener hijos o no, aunque primero tenemos que superar todo esto.

Me siento orgulloso de lo que Cielo y yo hemos logrado, hemos salido adelante, hemos tenido unas ideas claras y nueva sobre que es el amor, que es sentirse amar y ser amado. Elena nos enseño mucho en nuestras vidas; a como superar nuestros sufrimientos, a valernos por nosotros mismos, a como amar, aunque no vayamos a recibir nada a cambio, pero aun así entregarlo todo en una relación, que el amor, la confianza y el respeto son esenciales.

Elena, aquí me encuentro con cielo sentado en una banca de tu parque favorito, saliendo una que otras lágrimas, recordando tu vida, cuando llegaste a la de nosotros, como la llenaste de amor y alegría, es algo hermoso recordarte.

Nos enseñaste que una mujer también sufre y más que un hombre en una relación, nos enseñaste que la mujer también puede mandar en una relación, nos enseñaste que la mujer domina en la hora del sexo igual manera y que una mujer influye mucho en la vida de un hombre. De igual manera el turno de la mujer al momento de hacer cosas cotidianas y en la hora de la privacidad también tiene bastante importancia y que no todo lo hace el hombre.

Hoy, en estos momentos a través de esta carta Cielo y yo te recordamos con todo el amor, como iluminaste nuestras vidas y como nos hace falta. Te amamos y como quisiera que estuvieses a nuestro lado para amarte y que nos hagas feliz.

Cielo y yo al terminar de escribir la carta la firmamos y la metimos dentro de una botella, la tiramos en una laguna que estaba en el parque donde estábamos, nos sentamos al ver el atardecer y hablar mientras que nos tomábamos unas cervezas, sonreímos una que otras veces y pasamos un buen rato.

De repente sentimos alguien que caminaba por detrás de nosotros y se detuvo, una persona a nuestras espaldas nos dijo: - ¡Hola, chicos! ¿le puedo hacer compañía? Cielo y yo volteamos al mismo tiempo y por sorpresa nos encontramos que era Elena sonriendo, la chica con la que comenzó toda esta historia.

Continuara...

TURNO DE LAS MUJERESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora