Two Birds (Damian x Raven)

10-Necesidad

"Sabían a vainilla, eso creo"  Después de lo que paso en la habitación de Raven, no pudo conciliar el sueño, y como no podía ir a la misión con los titanes, se fue a la sala principal a recostarse en el sofá más grande, queriendo leer algo para distraerse para matar el tiempo, pero cada vez que su vista repasaba las letras en aquellas delicadas hojas, su mente no las captaba, lo único que podía ver con claridad era el rostro delineado de la chica de ojos amatistas. Indagaba con un extraño deseo de besarla de nuevo, sabía que era incorrecto, invadió su espacio personal sin su permiso, podría decirse que la atacó incluso, aunque no se sentía tan mal, puede que haya sido esa acción  la que tranquilizo el mundo de ensueño de la hechicera sin que se diera cuenta, o al menos eso quería creer el menor de los Wayne.

"Aunque es tonto, pensar que alguien como yo... Pueda amar, he matado a tanta gente que ni  recuerdo cuantas fueron, mis manos están manchadas de sangre, no puedo cambiar eso, nadie puede, he sido un iluso comportándome de esta manera dejando que mis hormonas y deseos sobrepasen mi voluntad. Irónicamente mi madre siempre decía que el amor era inútil, que lo único que servía era para hacerte débil, ya aprendí que no es así, pero no me quiero arriesgar, solo... Conque ella este bien, es suficiente para mí"

Algo dentro de el se oprimió,  su cara estoica cambió a una más melancólica, no le gustaba la idea de reprimir sus emociones hacia esa chica que lo volvía loco en todo sentido, si volviera 5 años atrás y le dijera a su yo más joven que iba a caer rendido a las garras de una hechicera demonio, probablemente hubiera matado a su futuro en persona. Pero no era difícil, al contrario, toda su vida aprendió a controlar tanto cuerpo y alma a su antojo, ciertamente es más complicado cuando la otra persona es empática, pero lidiará con eso en su momento, no era de los que dejaban las cosas sin una estrategia o planificación previa ante cualquier circunstancia, por más banal y ordinaria que sea, sin embargo estos casos no pueden ser planeados o previstos, solo surgen con una espontaneidad que impresionaría hasta el mejor detective del mundo.

--¿Por qué tan serio, Wayne?-- Una voz se pronunció de la nada, sobresaltándolo y haciendo que se pusiera en guardia casi al instante. Al estar de pie  sacó un batarang de la página final de su libro, volteo para lanzarlo con la fuerza suficiente para matar, y aun así desistió al momento en el que logró divisar una figura reconocible, una en la cual ya le había gustado ver todos los días, y que también no esperaba ver todavía, no después de lo que le hizo.

--Tt, maldición Raven pude haberte atravesado el pecho por accidente, ¿que no sabes tocar?--Recriminó mientras guardaba el batarang de donde salió.

--Hace tiempo que no hacías ese chasquido con la lengua, era tan característico de ti-- Respondió como si nada hubiera pasado y solo se fijara en la muletilla del joven Robin.

--Eso no responde mi pregunta, ¿Qué haces aquí? se supone que deben estar tras los hermanos sangre.-- Con su mirada fría e indiferente remarcó que la situación se había calmado, pero no quitaba el hecho de que aún se sentía incomodo.

Ella tenía puesto un conjunto de ropas casuales, obviamente negras, camiseta violeta, una delgada chaqueta negra por encima, pantalones igualmente negros rasgados por las rodillas y unos botines característicos de ella misma, además desde el momento en el que logró clavar sus ojos en los de ella, notó que no tenía la misma mirada de siempre, ahora era mas... no sabía que era realmente, pero se veía mucho más atractiva a ojos del petirrojo.

--Damian, esa misión la terminamos hace dos semanas, ¿Se te olvido?-- Miró inquisitiva mientras se sentaba a su lado.

--¿Qué?- Espetó incrédulo- Pero si fue hace unas horas que Grayson me habló de su paradero--