"La primera regla de Fakeland, nunca confundas los sentimientos de tu personaje con los tuyos."
Minho, haz rotó esa regla.
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Minho
Estuve toda la tarde hablando con aquel chico de mejillas rechonchetas, que por varios minutos olvide la razón de por que había venido a la cafetería.
Por si fuera poco, también había olvidado responder el rol. Tome mi teléfono y le pedí disculpas al chico por interrumpirlo, para así poder responder aquel mensaje.
@_http/jxnwoowinner.fk
1:15 pm. ¡Hola! Lamento si no respondí, U se encuentra bastante ocupado, probablemente no pueda hablar hoy. :(
Al leer el mensaje, me sentí un poco mal al respecto, ojala que esto no afecte la pequeña amistad que había surgido entre mi personaje y el de aquella personita.
@_http/jxnwoowinner.fk
2:04 pm. No te preocupes, U también se encuentra ocupado, si quieres puedo hablarte el la noche.
Mande el mensaje para luego guardar mi teléfono en mi bolsillo, en ese momento el chico de mejillas de ardilla tomo su teléfono, que coincidencia que yo justo guardara mi teléfono y el tomara el suyo, como si estuviéramos conectados.
En ese momento, el chico de nombre Chris se acerco a nosotros, dándonos indicaciones sobre como nos evaluaría para poder elegir quien iba a trabajar en aquel lugar.
Era hora de ponerme las pilas duracell, haría lo posible para conseguir ese trabajo.
[. . .]
No se por cuanto tiempo estuve caminando por todo el lugar llevando bandejas y atendiendo ordenes, de vez en cuando, alguna de las chicas que estaban allí, me hacían cumplidos, por lo que yo sonreía.
No sonreía por que me ponía nervioso, sonreía por que ya sabia que era uno de los hombres mas hermosos en todo el mundo.
Por un momento, sentí como una de las bandejas se caía, mire hacia el lado de donde venia el sonido y pude ver al chico de las grandes mejillas en el suelo recogiendo lo que se había caído, me dirigí hacia este para ayudarlo.
—¿Estas bien?—Pregunté mientras tomaba algunas cosas que se habían caído dejándolas en la bandeja. —Si tranquilo... Solo me tropecé...—Dije levantando la bandeja ya llena. —¿No te lastimaste? —No, esta todo bien, gracias MinHo...—Susurro y se dirigió a dentro de la cocina mientras que se susurraba cosas a si mismo.
Solte un suspiro y volví a limpiar las mesas que faltaban, luego entro nuevamente el chico de nombre Chris, pidiéndonos a todos que nos acercáramos a el, ya que diría quien se quedaría con el puesto de vacante en el café.
