Beyond -Rubius y Tu- [EDITANDO]

Problemas resueltos.

Desperté con ojeras tremendas, tal vez por haber jugado videojuegos hasta las 5 de la mañana...como sea, me levanto de la cama, me metí en la ducha, dejando que las gotas de agua caliente resbalen por todo mi cuerpo, suspiro frotándome los ojos, arrepintiéndome de dormir tan pocas horas, pero lo vale, puede pasarme el nivel.
Salí envuelta en una toalla, me vestí con unos shorts de mezclilla a la mitad del muslo, unos converse rojos, con mi Crop top rojo que tiene en letras blancas "Fuck the police", me hice una coleta arriba de mi cabeza y me puse mis infinitas pulseras en ambos brazos, me miré en el espejo, contemplando los semi círculos violeta que se formaron debajo de mis ojos.

-Mierda. - Suspiro intentando masajearlos para ver si consigo que el color se vaya un poco, nada.

Resignada abro la puerta de mi habitación.

-Mamá... Papá...-No recibí respuesta alguna.

-    ¿Alejandro? ¿María? -Tampoco recibí ninguna respuesta.

-Sola...otra vez-Me dije a mi misma.

Me dirigí a la cocina a prepararme unos waffles con un zumo de naranja, comí tan rápido como pude, recogí y me dirigí a mi escuela, no tenía quien me llevara así que camine a la escuela...otra vez, antes de salir deje comida a mi perro.

-Gordo, desayunas. -Grité azotando la puerta.

Mientras caminaba los rayos del sol me mantenían calientita, menos mal, hice mala elección al ponerme shorts hoy.

-    Quítate, pelo raro. - Sentí un empujón de mi lado derecho haciéndome tambalear hacia la izquierda.

Ismael me miró, y todos sus amigos comenzaron a reír.

Siempre insultándome este imbécil, ya vale, hay otras chicas con el cabello pelirrojo, no es un color usual pero tampoco es la menuda maravilla.

Estoy hasta la mierda de esto, ya ha sido lo mismo durante años, quiero respeto, lo exijo.

-    Vete a la mierda. - Escupí, sorprendiéndome a mi misma e incluso a ellos.- Y tú insultó es una mierda, más originalidad hombre, usa tu cabeza de imbécil a andar.

Los amigos de Ismael comenzaron a reír y otros a fingir sorpresa.

Menos Ismael, que frunció la nariz ante mi comentario.

Este imbécil es el Mariscal de campo de nuestro equipo en el instituto, es alto, cabello negro y ojos verdes, con la nariz un poco tosca.

-Mucho cuidado, Holmes. - El chico grande se me acercó con grandes zancadas hasta que estuvimos casi nariz a nariz.

Inmediatamente me tomó del cuello, no con una fuerza que me estuviera asfixiando en lo mínimo, pero si que empecé a sentir una comezón ligera en mi garganta.

-O todas esas pecas que tienes en todo el cuerpo te las quemo de una por una. - Continuó, me soltó de golpe, encendió su cigarrillo.- Vámonos.- Se dirigió a su bola de trogloditas.

Mantuve la mirada fija en ellos hasta que doblaron una esquina y se fueron.

-Bueno, por lo menos tuviste un avance, no lograste que se fueran, pero, por lo menos hoy no te quemó la mano con el cigarrillo. - Dijo una voz detrás de mí.