2.La noche de los delirios 2

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Notó la última de las lágrimas de Bam caer por su mejilla, pero eso no le detuvo, liberó su propia lengua que alcanzó la de él poco después, acariciándose entre ellas, suavemente. No había sido consciente de cuánto había echado de menos esa sensación hasta ahora.

Bambam se dejaba guiar por lo que sentía, con un terror inmenso a abrir los ojos. Pero con ellos cerrados, su mente confusa se preguntaba. Era aquello lo que SE sentía? Era esta la sensación que se siente, teniendo el cuerpo de tu amante bajo el tuyo?

Apoyando las rodillas sobre el sofá, bajó con ambas manos por los costados de Jackson, hasta alcanzar su cintura. Jack se removió sobre los cojines, y emitió un leve quejido.

Bambam sintió como con ambas manos casi podía abarcar aquella cintura. Decidió no tratar de evocar la imagen en su mente, sólo sentir. También cuando notó unas manos en sus hombros, en su espalda, tocándole a su antojo, explorando su cuerpo.

¿Era todo eso lo que se sentía?









Toda la experiencia le parecía sofocantemente excitante a un tembloroso Jackson, quien no perdía un momento para explorar el cuerpo que tenía sobre él.

Liberando su curiosidad en un arrebato inexplicable. Hacía tiempo que su propio cuerpo había dejado de agradarle tanto. Eran esos hombros, esa cintura, esa espalda, ese terso pecho, ese trasero todo lo que él quería. Lo que quería para él. ¿Qué estaba pensando?

¿Qué sentía mientras su lengua exploraba otra boca? Una boca en otro cuerpo que le dominaba con su fuerza. Esa falta de poder siempre le había hecho sentir tan....

esas manos rodeando su fina cintura le hacían sentir tan.....

diferente a lo que siempre se había sentido ser. Algo tan nuevo.



Bam intentaba contenerse para no dejarse llevar por las sensaciones que notaba en su cuerpo. Vagamente, y aunque no quería permitirse el pensarlo ni un segundo, sabía que si movía alguna de sus manos al lugar equivocado, la magia del momento se rompería. Tenía miedo. Pero le costaba tanto tanto separarse de la calidez del cuerpo que sentía moverse bajo él, alejarse de esas manos que tocaban su cuerpo, de esa húmeda boca que le daba millones de sensaciones nuevas. De nuevo le era tan fácil en realidad, así con los ojos cerrados, imaginarse que era otra persona a la que besaba.

¿Sería eso lo que se sentía estando con una mujer? ¿lo que tanto había deseado sentir?

Pero en la parte trasera de su mente, sabía perfectamente como eran esas fuertes y anchas manos que le tocaban y como era exactamente el cuerpo que tenía bajo él, pero no quería pensarlo.

Y reparó en los sonidos de aquellos gemidos que se superponían entre sí. Eran los de ambos. Y Bambam se sintió aún más extraño. Quería aferrarse a esa sensación en su boca... todo el tiempo que pudiera.

Con sus manos, Jackson atraía inconscientemente mas y más el cuerpo de Bambam al suyo, hasta que no quedó aire entre ellos.

Pero pronto esas manos sobre la piel de su cintura, comenzaron a quemar. Y sus caderas se movieron sin querer.

Los pulgares de Bambam ahora jugaban con la suavidad de su vientre y a ratos con su ombligo, haciendo por instantes más violentas las envestidas de la cadera de Jackson. Y entonces él se dio cuenta de que la situación se estaba escapando de su control. Al fin, sujetó con fuerza el trasero de Bambam para que se chocara con sus caderas, y les hizo daño a ambos, golpeando con fuerza su erección contra la suya.

JackBam StormDonde viven las historias. Descúbrelo ahora