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Narra Sasuke.

Los días en la escuela si que son aburridos, recuerdo cuando me emocionaba por entrar al primer día de escuela, y ahora, todo se siente tan vacío..., la única razón por la que me esfuerzo tanto es para enorgullecer a mi padre, y mostrar que no estoy en la sombra de mi hermano.

En la preparatoria todos son iguales, tanto alumnos como maestros, a los únicos que respeto es al viejo director Hiruzen, a tres chicos llamados Shikamaru, Neji y Shino, los demás eran simplemente una pérdida de tiempo, para lo único que servían era para usarlos, aún que pensándolo bien..., ni siquiera son buenos para eso...

-Sasuke, llegaras tarde si no te despiertas, vamos hijo. -

-Hmm, si, ya voy..., ¿tarde?, pero sí son las 6...-

-¿Qué tiene? -

-.. Yo entro a las ocho... -

-Bueno, pero como ya estas despierto ven y ayudame a preparar desayuno.- me dijo sonriendo, solo quería que yo hiciera de comer...

Como es costumbre, después de desayunar y de despedir a mi padre de forma algo incómoda fuí a clases en la limusina, la familia Uchiha es famosa por ser dueña de varias empresas, así que el dinero nunca me ha faltado, por alguna razón, incluso cuando las cosas han sido así desde que llegué a esta escuela, siempre se me quedan viendo como sí fuera un tipo de celebridad, aún que, en cierta parte lo era, gracias a mi apellido, los únicos que no me tratan como tal son las únicas personas que considero amigos, Karin, una chica bastante gritona y agresiva, Suigetsu, un chico que le encanta molestar a Karin, y Juugo, el más tranquilo de entre esos tres, siempre paso mis tiempos libres con ellos, son los que menos me han molestado.

-¡Oye Karin!, escuche que un primo tuyo vendrá, ¿no es cierto? - por alguna razón cuando había paz Suigetsu era el primero en sacarle plática a la pelirroja.

-¿Uh?, ni yo he escuchado tal cosa, ¿de donde oíste eso? -

-Algunos maestros estaban discutiendo sobre en qué clase quedaría un tal... Uh..., Naguyo... Nankuro... ¡Algo con Na Uzumaki!, parecia que nadie quiere a ese chico en su clase jajajaja. -

-Creo haber escuchado algo semejante..., no sabía que tenías primos Karin. -

-Supongo que ha de ser un primo lejano, hasta ahora no logro tener una imagen de quien podría ser..., pero esos nombres me suenan...- sí hay algo más triste que los maestros se peleen para que no darte clases, es que tu propia familia no te recuerde.

Narra el Narrador.

Ya se acercaba la hora para entrar a la primera hora de clases, así que Sasuke como siempre se levantó sin siquiera despedirse o decir algo, al tener todo a su favor y al estar acostumbrado a que la gente le siga aún siendo un maleducado, se dejó de preocupar en ser amable o educado, sea como sea, su apellido, su físico y mente siempre hacía que los demás le respetaran e idolatraran.

Al entrar al salón se dirigió a su mesa banco, el cuál el siento de al lado estaba solo, todos querían estar junto a ese brillante chico, pero como todos sabían su carácter y preferencia a estar solo, nunca ocupaban su lugar, sí lo hacían, no les esperaba nada bueno. La preferencia de estar solo nació por todos esos lame botas que no dejaban de ostigarle nunca.

-Muy bien chicos, ¡Buenos días!, espero hayan amanecido de lo mejor. - decía un sonriente Iruka-sensei, normalmente venía a clases alegre, pero no tanto, se notaba que estaba emocionado por alguna razón. - Hoy nos ha llegado un nuevo estudiante, les pediré que sean amables con el, háganlo sentir cómodo. -tras dar esa petición, abrió la puerta, dejando pasar a un chico que... bueno, su apariencia sí que era singular, moreno pero rubio y de ojos azules, porte muy masculino, pero con unas marcas en las mejillas y con una sonrisa que transmitía confianza, todos, incluyendo a Sasuke estaban sorprendidos, nadie había visto a alguien semejante, era un placer a la vista.

El Chico Nuevo (SNS).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora