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Si Mike dijera que no le dolía estar así con Will, estaba mintiendo. Algunas veces se arrepentía totalmente de haberle enviado aquel mensaje donde le pedía distancia, Will había respetado su decisión y se mantenía completamente distante con él.
Pero Dios, le dolía tanto mirar al chico de lejos. Quería correr hacia él y abrazarlo para siempre, quería tocarlo, y también besarlo. Quería dejar todo su orgullo en una esquina y dirigirse a él, pedirle una disculpa e intentar ser lo que siempre quisieron.
Pero todo quedaba ahí, en querer y no en poder.
Mike lo miraba, Will giró su cabeza cruzando las miradas. El pecoso quiso ir con él, sonreírle y tal vez quedar para pasar la tarde juntos, pero Mike sabía que no se podía; estaba con Jane y tenía que respetarla. Bajó la cabeza y miró al piso, rompiendo totalmente esa tensión que se había formado con el chico de cabello lacio.
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—Estoy muy feliz, por fin invité a salir a Bill— habló Stan, por fin podría salir con el chico que le gustaba y sus amigos se tenían que enterar
—Me alegro por ti Stan, por fin alguien en nuestro grupo estará con alguien que sí lo hace feliz— contestó Wheeler
—¿Tú no eres feliz con Jane?
—Sí, o sea, sí pero hablo de...
—¡Cállate Mike!— ordenó Richie —Todos sabemos que no quieres a Jane
—¡Bien! ¡No la quiero!— gritó Mike, no era para nada sencillo admitir sus verdaderos sentimientos pero tarde o temprano la verdad saldría a la luz
—Mira que sí no lo dices, nosotros no nos damos cuenta— finalizó Richie —Realmente, todos sabemos que tú corazoncito le pertenece al enano de Will Byers
Sí, el corazón de Mike le pertenecía a Will. Al fin se daba cuenta.
—Eso es la verdad.
Mike siempre tuvo que hablar con la verdad, eso que siempre luchaba por salir de su cuerpo, pero la sociedad lo obligaba a mantenerlo dentro.
Siempre que se miraba al espejo, veía toda la verdad que no salió, en su reflejo.
Estaba encerrado en una cómoda y linda celda llamada mentira. Porque hasta ese momento había vivido en una mentira.
En la mentira de que amaba a Jane, y estaba cómodo con su vida.
Así que Mike suspiró y con todo el orgullo del mundo por fin pudo decir aquello que no se atrevía a decir desde hace mucho.
—Estoy enamorado de William Byers.
Estaba agradecido de haber comenzado con aquel tonto juego, porque había descubierto lo que era un amor verdadero y sincero.
—Y Will también está enamorado de ti— habló Stan
—Claro que no, mi amor no es correspondido
—Por Dios Mike, todos nos dimos cuenta, tú eres el único que no lo sabía.
Esas palabras le dieron una gran esperanza, tal vez podrían llegar a ser lo que tenían que ser.
Mike ya no se quedaría callado.
Sacó de su mochila su celular, abrió el chat con Byers y escribió un mensaje.
💬 te veo hoy a las 7:00 en el castillo byers llega puntual que es importante
Tal vez Will no asistiría, pero el que no arriesga, no gana.
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Will Byers tenía un secreto, sus labios lo negaban pero sus ojos lo delataban.
Siempre miraba de lejos a Mike, siendo feliz con su novia.
Will con eso se conformaba, con mirarlo.
El amor que sentía por Mike, era un secreto que estaba oculto en lo más oscuro de su corazón. Con el tiempo, aquel secreto gritaba por salir a luz.
Desde que ellos eran niños, Will siempre sintió un amor más allá de la amistad por el pelinegro.
Porque era su héroe, siempre fuerte, su ejemplo a seguir, su protector. Su todo.
Lamentablemente, un día crecieron.
Mike comenzó a interesarse en las niñas y en cosas de "grandes" y Will no le pedía que fueran novios, él solo quería jugar.
Pero desgraciadamente, un día ya no jugaron más y se tuvieron que distanciar.
Will lo había aceptado.
Mike era para Will, pero Will no era para Mike.
El castaño hubiera seguido pensando en eso, hasta que leyó aquel mensaje que Mike le había enviado.
Mike 💌
te veo hoy a las 7:00 en el castillo byers llega puntual que es importante
—¿Irás?— preguntó su pecoso amigo Eddie
—No creo que sea lo mejor— contestó Will, aún indeciso
—Igual no pierdes nada.
—Bien. Pero me acompañas.
—Sí— gritó Eddie —Vamos a que te arregles para tu cita con Mike
—No es una cita
—Si lo es— contestó Eddie burlón y seguido entrelazó su brazo con Will para comenzar a caminar juntos
