Por lo menos pasaría unos cuantos minutos con él, hasta que llegaran a su casa…
David entró a su habitación y se tiró pesadamente en su cama, colocando sus brazos detrás de su cabeza. Su mente no dejaba de pensar ni un solo segundo. Acababa de llegar de la casa de Evie, la había dejado en la puerta… y había tardado un poco más de lo previsto ya que ella intentaba convencerlo para que se quedara.
Maldita sea, él era un mal novio...
Se había olvidado por completo de la existencia de Evie desde que _______ (TN) había llegado a la estancia. Y se sentía mal por ello, Evangelina era su novia, su compañera. Desde los 19 años estaban juntos, y nunca, nunca le había pasado algo como eso.
Y por otro lado estaba ella, ______ (TN)… la niña de la que él había estado completa y perdidamente enamorado cuando apenas era un preadolescente.
La chica que pensó que jamás volvería a ver en su vida… había vuelto y había traído con ella una caja de recuerdos que lo estaban torturando.
Lo que estuvo a punto de hacer en la cocina, lo desconcertó. Él iba a besarla, si el agua no hubiese silbado el la habría besado. Eso era una locura, una total y completa locura. ____ (TN) era la hija del jefe, de su jefe. Y por ende él tenía que respetarla y mantener sus sentimientos lo más controlados posible. Pero el impulso que lo recorrió había sido mayor que cualquier autocontrol en el mundo entero. Se sintió preso de un sentimiento que nunca había sentido. Tuvo la sensación de que un caballo salvaje galopaba en su pecho, en vez de su corazón.
Y al verla de cerca, sentirla así de cerca, el calor de su aliento había rozado sutilmente su mentón. Eso había sido suficiente para enloquecerlo.
Escuchó que la puerta de su cuarto se abría y su madre entraba por ella. Amy lo miró y con cuidado se acercó a él, para recostarse a su lado como lo hacía siempre, cuando veía que a su hijo algo lo perturbaba.
— ¿Quieres contarme? —le preguntó ella.
Él la miró de costado y luego soltó un largo suspiro.
— ¿Puedes dejar de amar a alguien de repente? —le preguntó.
—Quizás sea porque nunca la amaste de verdad —le respondió su madre — ¿Ya no amas a Evie?
—No… no lo sé, mamá.
— ¿Es por la niña _______ (TN)? —inquirió. Él volvió a mirarla.
— ¿Qué? —Aquello lo tomó por sorpresa —Pfff, ¿Qué cosas dices, Amanda? Claro que no.
—Siempre lo supe —dijo su madre con una leve sonrisa.
— ¿Qué cosa? —preguntó confundido.
—Siempre supe que estabas enamorado de ella cuando eras un niño. No hacías otra cosa que hablar de ella. Estabas pendiente de todo lo que hacía, de lo que le dolía, lo que la hacía feliz. Cuando ella se enfermaba dormías parado en la puerta de su habitación por si ella necesitaba algo… Aaay David —suspiró —Y ahora que volvió, volvió a traerte aquel sentimiento que perdiste el día en que se fue.
—Pero era un niño mamá…
— ¿Y ahora lo eres? —dijo ella mirándolo. David no dijo nada —Ya no eres un niño, ahora eres un hombre. Y ese sentimiento puro y hermoso que sentías por ella aun esta… pero tal vez ahora que eres un hombre ya no solo este el sentimiento puro…
—Mamá —dijo reprimiendo una sonrisa —No creo que sea correcto que sigamos hablando de este asunto.
Amy rio por lo bajo y se puso de pie, para luego inclinarse y besar la frente de su hijo. Le acarició el rostro, y lo miró de manera tierna.
—No seas tonto, no cometas el mismo error que yo —le aconsejó.
Él frunció el ceño y la miró bien.
— ¿De que error hablas? —le preguntó.
—No importa eso ya —le dijo dulce —Solo voy a decirte que sigas a tu corazón. Quizás cuando te des cuenta sea demasiado tarde… —comenzó a caminar hacia la puerta y se giró a verlo —Mamá sabe lo que dice.(votar)