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Los meses pasaron a su ritmo normal, yo estaba menos triste.

Ya podía saludarte otra vez, pero no tocarte.

No quería.

Y entonces hiciste esto de enviarme un mensaje y empezar a conversar.

Querías arreglar las cosas, al parecer.

A mí no me importaba si lo hacíamos o no, dejé de brindarle demasiada importancia a lo que tenía que ver contigo.

Pero acepté, manteniéndome al margen y sin acercarme a ti otra vez.

Hablábamos cuando querías y cuando yo tenía ganas.

"¿Recuerdas cuando decías que me amabas?" cuestionaste.

"No realmente" respondí.

"¿Seguro? Porque yo lo hago."

Sonreí, tratando de no gritarte que no quería saber más nada de ti.

Me controlé, controlé cada impulso de hacerte saber cuánto me habías roto.

Me guardé cada sentimiento de ira, tristeza, melancolía y miedo.

Y quizás ese fue mi peor error.

Continuar preocupándome por ti antes que por mí.

You broke my heart so gently. ₍ larry ₎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora