You broke my heart so gently. ₍ larry ₎

Epílogo.

Rompiste mi corazón con gentileza.

Te escribo ahora con un corazón menos roto, con un alma reconstruida, con una mente más madura.

Escuché ciertos rumores un par de años después, pero lo que pudo haberme lastimado, ya no logró hacerlo.

Entonces comencé a escribir en este pequeño libro la historia de lo que pudimos llegar a ser, pero no nos lo permitimos.

Puedo decir sin titubeo alguno que ya no duele, que ya no te extraño de aquella manera tan insana.

Sé que al hablar de ti ya aquél nudo en la garganta no aparece más.

Ya no me quedan más lágrimas para llorar.

Ya no me queda ningún sentimiento vinculado con tu sonrisa y tus ojos que alguna vez me parecieron tan hermosos.

No me arrepiento de haber llegado a amarte alguna vez, aprendí muy bien a no guardar ningún tipo de rencor, sólo me hacía infeliz.

Ya no te recuerdo con tanta frecuencia como hace un par de años, incluso nuestros recuerdos son borrosos en mi mente.

Puedo decirte que después de tanto encontré respuestas a por qué todo lo que sucedió dañó tanto este tonto corazón.

Siempre quise brindarte todo de mí, olvidarme de todo el mundo a mi alrededor, porque te habías vuelto el centro de mi vida.

Mi mundo, mi felicidad, mi fuente de tranquilidad.

Y es que nunca está bien entregarlo todo, porque nunca tenemos manera de saber si la otra persona va a aceptarlo, no sabemos hasta qué punto es recíproco, si llega a serlo.

Te cuidé más que a mí mismo, te alenté a cumplir tus sueños incluso cuando a los míos no les dedicaba atención, incluso te aconsejé a ganarte el corazón de otra persona cuando el mío aún no terminaba de reunir las piezas que lanzaste.

Tal vez fue más culpa mía que tuya, y no debí quererte tanto.

Tal vez fue más culpa tuya que mía, por no estar realmente convencido.

Tal vez no fue culpa de nadie.

Tal vez de ambos.

Pero sé ahora que el amor verdadero nunca es una pérdida de tiempo.

Lo agradezco, Lou.

Con cariño,

Harry.