Capitulo 2

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Comencé abrir mis ojos poco a poco, observando el techo color blanco y algunos rayos de luz que emanaba el sol por la ventana. Inicie a escanear el lugar donde estaba, miraba de un lado a otro, hasta que observe la puerta la cual entro una enfermera preguntando mi estado.

-¿Y bien? ¿Te sientes mejor?- pregunto mientras preparaba un algodón con alcohol.

-¿Qué fue lo que paso?- Al intentar sentarme, comencé a quejarme de mi cabeza, me dolía y me daba vueltas todo... ¿Acaso estoy drogado?

-No te preocupes, el dolor de cabeza será muy común y más por el gran golpe que dé dieron y el golpe que te diste en la cabeza cuando caíste.- Jalo una silla sentándose enfrente mío, colocando el algodón en mi ceja.- ahora te limpiare de nuevo tu herida.

-Por cierto... ¿Mis amigos han venido a verme?- Agregue mientras que la enfermera seguía limpiando mi herida.

-No se quienes sean tus amigos pero entraron 3 personas, entre una de esas personas fue el que te trajo aquí y dos señoritas. Estaban muy preocupadas por ti, que una de ellas estaba llorando. Debo admitir que tienes muy buenos amigos.- Se detuvo un momento para así sonreírme.

Le regrese la sonrisa pero comenzaba a preocuparme por Lily, Olivia y Flavio, me imaginaba a Lily llorando y con una enorme tristeza, la cual no quería verla así y más si es por mi... Al imaginármela en ese estado, recuerdo el día en que Flavio casi muere, el día en que se accidento cuando había peleado con su ex novia por algo tonto. Recuerdo su cara de angustia y miedo. 

-Joven... ¿Estás bien?- Sonó la voz de la enfermera haciendo que volviera a la realidad.

-Lo-lo siento, estoy bien, solo estaba pensando.- Puse mi mano en mi nuca y mire a la ventana observando el hermoso paisaje que tenía como vista.

Estaba tan concentrado en eso que ni escuche cuando la enfermera se fue. Mirar el cielo, me hacía sentir volar o que yo estuviera caminando sobre las nubes. Me despiste al escuchar un portazo tremendo que me asuste, la cual al voltear vi a Lily llorando y enseguida atrás de ella estaba Olivia y Flavio.

-¡ALLEN!- Corrió a mí, abriendo sus brazos para que pudiera abrazarme, repetía mí nombre varias veces hasta decir "me alegro que estés bien", acepte su abrazo comenzando acariciar su cabeza.

-Lo siento Lily...- la abrace con un poco más de fuerza sin lastimarla mirando a Olivia y Flavio.- En serio...lo siento por a verlos preocupado. No fue mi intención.

-A que eres un idiota ¿verdad? No debiste a ver hecho eso.-Agrego Flavio mientras se acercaba colocándose enfrente de la camilla.

-¡Ja! Es siempre ha sido terco, y no es la primera vez que le suceden este tipo de cosas, pero claro, como un niño pequeño que no entiende. Aun que aun pero que un niño.- Agrego Burlonamente Olivia, acercándose a mí y dándome un pequeño golpe en el brazo.

-Eso no importa ahora, él está bien.- Dejo de abrazarme para así ponerse de pie, secando sus lágrimas y formando una hermosa sonrisa.

Me encantaba verla sonreír, se ve muy tierna y más cuando esta alegre y feliz. Amo a mis amigos. Tal vez ellos dirán que soy tonto al meterme en problemas por ellos pero...no aceptaría si algo les pasara ellos, no lo aguantaría, para mi ellos son mi mundo.

-Por cierto chico, gracias por a verme traído hasta aquí.-Sonreí hasta que Flavio hizo un movimiento brusco en la camilla.

-Sí que eres un tonto, pues que creías, ¿Qué te íbamos a dejar ahí y viéndote como te desangrabas?- Metió sus manos a sus bolsillos de su sudadera, mostrando un aspecto de enojo y tristeza.

Cuando estábamos hablando de otras cosas, interrumpió la enfermera con una noticia que a los chicos les alegro, "puede irse si él se siete bien". Ninguno de los cuatro lo pensó dos veces y comenzaron ayudarme poniéndome mi sudadera y mis zapatos, mientras que Lily llamaba a su madre para que viniera por nosotros, Olivia y Flavio ayudaban a ponerme de pie. Al terminar la llamada con su madre, Lily se encargó de llevar mi mochila. Cuando comenzamos a avanzar, ambos comenzaban a decir cosas como con cuidado, más despacio, con más tranquilidad para no lastimarlo.

Cuando al fin salimos de la escuela llegando al patrio de enfrente, vi a Sara que la madre de Lily, quien estaba afuera esperando, la cual al verme su reacción fue abrumadora, en su rostro se formó una preocupación demasiado tensa.

-¡Oh dios mío! ¿Qué te paso Allen?- Ayudo a los chicos a llevarme hasta llegar a su camioneta.

-Me defendió en el recreo, estaba peleándome con David, él iba a golpearme cuando Allen se puso en frente mío y el golpe fue directo a su rostro.- Su mirada la dirigió hacia el piso, haciendo que yo me sintiera triste.

-Como haya sido, luego lo hablaremos, lo más importante en este momento es llevar a Allen al hospital, está muy mal.- Comenzamos a caminar despacio, me dolía todo mi cuerpo pero más mi cabeza, sentía que explotaría.

Ya estando dentro del carro, Sara comenzó a conducir un poco apresurada, mientras hablaba con los chicos y yo cerraba los ojos de sueño.

Al despertar, me di cuenta que estaba en un cuarto blanco, sentía algo en el cuello que moví mis brazos y comencé a mover mis manos hasta sentir que tenía un collarín. Quería levantarme pero, mi débil y adolorido cuerpo no me lo permitía.

Sin más remedio, me puse a investigar el lugar donde estaba, no encontré nada más de lo que pudiese haber en un cuarto de un hospital hasta que en el lado izquierdo observe un pequeño mueve que tenía encima un florero con hermosos tulipanes blancos y enfrente había un pequeño oso con una postal.

-Es muy lindo- Sonreí mientras pensaba en quienes de mis amigos me lo obsequio...- Olivia, Lily, Falvio- Reaccione asustado y preocupado en como estarán... ¿Ya saben de mi estado? ¿Siguen aquí en el hospital?

En ese momento tocaron la puerta entrando de golpe, haciendo que quedara en shock y un poco aliviado, era mi madre Helena y mi padrastro Liam quienes entraron a todo golpe.

-¡Oh dios mío hijo! ¿Estás bien? ¿Qué te duele? Ya vera ese mocoso, mira cómo te dejo Allen.- beso mi frente y tomo mi mentón moviendo mi cabeza de un lado a otro para que pudiera observas mis heridas. 

-Madre, estoy bien, no tienes de que preocuparte.- Dije entre risas viendo a mi madre tocando mi rostro por todos lados. Me alegraba saber que mi madre y mi padrastro estén aquí conmigo aun que, no estoy feliz del todo, necesitaba ver a mis amigos, en especial a Lily...me la imaginaba llorando y regañando a Flavio. Por una parte me daba gracia pero por otra no.

-Hijo. Por cierto tus amigos están afuera esperando a que salgas de aquí.- Agrego haciendo salir de mis pensamientos. Pero... ¿Mis amigos? ¿Están aquí? Podre verlos al fin.

-Bueno mi pequeño "Al" esta conversación aun no acaba pero, tus amigos están ansioso por verte, en especial la adorable Lily.- Beso mi frente posicionando su mano en mi cabeza haciendo que su dedo pulgar sobe mi frente. Le dedique una sonrisa sin decir ninguna palabra.

Cuando miraba a la puerta entre abierta escuche a mi madre decir "ya pueden pasar chicos", al oír eso me alegro bastante aunque mis expectativas no eran como yo las creía... Al entras los chicos, mi rostro cambio al ver a Lily con los ojos rojos, a Flavio con una tristeza que jamás había visto a Olivia bueno, con una cara de odio.

-¿Chicos? ¿Qué es lo que les pasa? Oig...- Antes de completar la frase, Lily me interrumpió con un cálido abrazo haciendo que las lágrimas comenzaran a caer sobre sus mejillas rojizas. Sin pensarlo más, correspondí a su abrazo, no sabía que decirle, hasta que solo me salió un "Todo está bien ahora". Ella sin decir nada, se levantó tallando sus ojos para secar sus lágrimas la cual, después me dibujo una linda sonrisa una la cual esa sonrisa era muy especial para mí. 



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