Capitulo 6

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Al llegar a la habitación donde se encontraban Lili y Olivia cuidando de nuestro enfermo. Vi que Flavio estaba parándose con la ayuda de las chicas. Al escuchar mi entrada ambas me miraron algo molestas.

- ¿Porque tardaste tanto?¿Acaso te quedaste hacer el agua?.- dijo entre risas aún que algo molesta.- Ven ayúdanos, ya no tardan en venir un familiar de Flavio.- Rápido tome posicion, dándome Lily su lugar en donde tomaba a Flavio. Comenzamos a caminar mientras que Lily abría la puerta para así salir cuidadosamente.

Mientras caminábamos por los pasillos, íbamos preguntándole a Flavio como fue lo que pasó. Hablaba poco pero era entendible lo que decía. Al paso que íbamos hiyendo, parecia como si no caminaramos nada o solo avanzábamos algo. Fue duro llegar a la salida pero sabía que no tenía que caminar a prisa pues Flavio aún se sentía mal que incluso las piernas no le respondían tanto. Joder, ¿Acaso un simple resfriado puede hacer esto? ¡Wow! No pensé que fuese tanto.

Al llegar vimos a un señor quien al parecer era el tío de Flavio, el señor Santiago. Al vernos como traíamos a su sobrino, actuó de manera inmediata corriendo hacia nosotros.

- !Oh dios mío! ¿Que te paso hijo?.- Dijo el señor quien ayudó a Oliva alejandola de Flavio.

- Estabamos en clase y de un momento a otro empezó a actuar extraño, cosa que se me hizo raro. Cuando le hable, intento pararse pero al parecer si lo hacía, se caería.- caminábamos mientras que Olivia le explicaba lo sucedido.

Al parecer había entendido un poco de lo que pasó. No digo ni una palabra más, y lo subió a su camioneta algo vieja y desgastada. Se despidió el señor sin tiempo de agradecer y se fue.
A decir verdad, estaba más preocupado de mi amigo, a pesar de que estaba con alguien de confianza y con alguien que lo cuidaría bien.

Olivia y Lily estaban hablando hacer a del asunto, pero al parecer, Lily comenzaba a angustiarse. Olivia simplemente no le dijo nada y solo la tomo del brazo apejandola a ella, comenzando acariciar su cabeza y parte de su cabello castaño.
Yo simplemente no hice nada, alzando mi cabeza para así poder mirar al cielo, metiendo mis manos a mis bolsillos de enfrente. Al poco rato, nos despedimos, hiendo por caminos diferentes, bueno, solo yo, puesto que Olivia voto por ir a dejar a Lily hasta su casa, la cuál yo acepté igual.

Cuando subí al autobús, saque de mi mochila mi teléfono celular y mis audífonos, para así iniciar con una buena canción para el transcurso del viaje a casa. Antes de poder ponerme los audífonos, escuché que alguien comenzó a gritar "Detengan el autobús" la cuál me asome para observar un poco de quién era la persona que gritaba. Era Evan quien corría a toda velocidad para poder alcanzar el autobús y poder subirse.

Al ver qué no se detenia el autobús, una amable persona se paró a decirle al conductor que se detuviera, pues había un joven que quería subir. No tome mucha importancia y seguía concentrándome en la dulce melodía de la música, mientras miraba por la ventana.

Me perdía en las canciones, creando mi propio mundo en ellas. Aunque a muchos les parecerá extraño, pero a la mayoría les pasa.

- Hola, ¿Puedo sentarme aquí?- dijo una voz haciendome regresar a la realidad, volteando para poder observar a esa persona.

- Cla... ¡Oh! Pero si eres Evan.- Agregue mientras me sorprendía un poco, disimulado que lo había visto.

- Claro, soy ese mero.- dijo burlón mientras tomaba asiento, poniendo su mochila en sus piernas, sacando de ahí su celular y audífonos.- No pensé encontrarte por aquí.- Estaba desenredando los audífonos con calma.

¡Ja! Yo debería decir eso.- Volví a pocisionar mi mirada a la ventana, retirándome un auricular para escucharlo.
Aún que me arrepentí de haberlo hecho, en casi todo el camino no dijimos nada. El estaba en si celular revisando al parecer redes sociales, y bueno...yo pues simplemente esperaba a que sacará algo de plática, así que volví a poner mi música a todo volumen perdiendome de nuevo en ella.
Al poco rato, estaba en silencio el momento, hasta que el al fin lo rompió.

- ¡Oh! Por cierto, tengo una pregunta que hacerte.- agrego mientras giraba un poco para poder observarme, dejando su móvil con audífonos encima de la mochila. No dije nada, pero como respuesta quite la música y auriculares para escucharlo y mirarlo fijamente.- ¿Porque no respondiste a mi mensaje?.- Espera...¿Que? ¿Acaso me había mandado un mensaje?

-¡¿Que?! ¿Un mensaje?...- lo mire un poco confuso, mientras el solo me miraba riendo. No dijo nada tomando su móvil mientras buscaba algo.

- Si... Mi mensaje.- dijo burlón mostrándome la pantalla de su celular en donde habia escrito "lo siento por el incidente de la cafetería, ¿Podríamos hablar en el colegio?. Y a hora que recuerdo...ese día me había llegado un mensaje pero no lo abrí, pensando que sería uno de los chicos quienes me preguntaban mi estado.

- ¡Oh! Lo siento, creía que era uno de mis amigos que en ese entonces preguntaban por mi estado.- dije algo apenado. Genial, he quedado como un tonto creyendo ser que era alguno de los chicos. Pensé que diría algo a mi respuesta pero, solo obtuve una risa como respuesta.- Bueno estoy a punto de llegar a mi destino, así que...gracias por a verme dicho de ese mensaje.- reí y metí mi celular a mi mochila con todo y audífonos. El saco una libreta y una pluma, estaba escribiendo algo, así que le pedí permiso para salir y preparándome para bajar.

- Toma .- me dio un pequeño pedazo de papel.- Ese es mi número, así podré hablar contigo sin que pienses que soy uno de tus amigos.- dijo entre risas. Al comenzar a caminar para poder bajarme, mire a verlo y me hizo una señar de "estaré esperando tu mensaje", genial, porque yo.
Baje del autobús y camine sin mirar atrás, asiendo pasar que nada de esto sucedió. Guarde el papel en mi bolsillo, acomodando mi mochila mientras seguía caminando.

Debo admitir que durante el transcurso del viaje, fue algo raro, demasiado raro para mi. Genial, ¿Debería contarle lo que pasó a los chicos?. Como sea, aún no debo preocuparme por eso.

Calló la noche, había terminado mis tareas y había salido de bañarme. Estaba aburrido, estaba totalmente aburrido. Me tumbe en mi cama, poniendo el celular en el pecho. ¿Que podría hacer?. Gire a la derecha y observé el papel que me había dado Evan con su número...¿Debería mandarle mensaje? Demonios.
Tome el papel y comencé anotar el número en mi celular para enviar un texto. Y ahora que tengo el número...¿Que diablos le voy a escribir?

"Por dios Allen, como si fuera tan difícil escribirle a alguien" pensé. Así que no dude más y simple mente le escribí " hola, soy Allen, al chico la cuál le diste tu número en el autobús" lo envie y apague el móvil dejándolo en mi pecho.
A los pocos segundos, vibro mi celular, lo encendí y pude ver qué ya había respondido "pensé que nunca me llegaría tu mensaje". Vaya, así que solo estaba esperando a que le mandara un texto. Así que respondí sin pensarlo. Era algo raro y gracioso hacer esto.

Nos la pasamos hablando un buen rato hasta que yo tuve que cortar la conversación, le desee las buenas noches y apague mi móvil dejando en visto su respuesta.
¿Pero...ahora que le diré a los chicos?

El popular y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora