Alguien necesita ver esto...
Todo pareciera estar bien. La gente te saluda, algunos te hablan, otros te hacen reír, pero por alguna extraña razón no dejás de sentirte solo. Te despertás y sentís cada día como una incómoda rutina; ese sentimiento de soledad te desmotiva y desconcentra. Le empezás a perder sentido a las cosas, convertís tu celular en un refugio portátil y extrañás tu habitación cada momento del día.
Antes no eras así, ni siquiera sabés cuándo empezaste a ser tan solitario. Te ponés a reflexionar y encontrás posibles explicaciones. Quizá extrañás mucho a aquella persona, quizá te encontrás lejos de casa, quizá sólo sea una faceta, quizá crecer resultó ser más complicado de lo que pensabas, quizá sea por aquel problema que te mantiene estresado todo el tiempo… Quizá… Quizá.
Tantas razones y tan pocas soluciones. Pero llega el día en el que no aguantás más, te hartás y decidís que es tiempo de volver a la normalidad. Llamás a viejos amigos, aprovechás más el tiempo y hasta buscás maneras de consentirte. Pasa el tiempo y, ¡parece estar funcionando! Más gente te saluda, tu agenda pasa llena y te sentís cargado de energía. Pero cuando menos lo esperabas, vuelve, vuelve la soledad. “¿Por qué?”, te preguntás, “Si estoy haciendo bien las cosas, ¿por qué me siento así?”
Estés con quien estés, hagás lo que hagas, comprés lo que comprés, no dejás de sentirte solo. Se convierte en algo intermitente, por ratos se va y por ratos viene, pero siempre, siempre regresa. Te preguntarás cómo he descrito tan bien lo que sentís… Bueno, yo también pasé por eso, yo también me sentía solo. ¿Qué hice para dejar de sentirme así?
Pues desde ya te digo que no fue una persona la que llegó a rescatarme.Puede sonar contradictorio, pero descubrí que la soledad no es resultado de una falta de compañía. En realidad, tiene que ver más con uno mismo que con los demás. Respondé la siguiente pregunta con sinceridad: “¿te has tomado el tiempo de agradecer por quienes rodean tu presente?” Nos la pasamos quejando y ocultando en lugar de aceptando y agradeciendo. Muchas veces, la soledad es resultado de una falta de agradecimiento, no de compañía.
Amigo, amiga. Es tiempo de empezar a enumerar las bendiciones que existen en tu vida. No sigás con esta soledad, Dios está con vos. Y si te hacen falta verdaderos amigos, paciencia, Él los va a poner en el camino; pero primero necesitás un corazón agradecido, para que cuando lleguen jamás los des por sentado.
Creditos : Iván Bustillo.
#PandaBlack©
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Panda Escritos Black©
PuisiEsta es un libro de poesías inspirado en sucesos realmente fuertes que la única forma de sacar el amor,El odio,la tracción,ilusión es escribiendo lo aún sabiendo que quizás no salgan de mis recuerdos. -su lectora •PandaEscritosBlack•√