Del Odio Al Amor Y Del Amor Al Odio (Jimin Y T/n)

La boda.

Jimin podía se raro a veces pero es no le quitaba lo testarudo, después de separarlo de Jin por casi una hora y media se dignó a que ensayaramos sin discutir en un pequeño salón vacío con espejo y piso de madera, ideal para bailar.

Practicamos un par de horas repasando cada movimiento tanto en el baile como en el canto. Jimin tenía un talento natural para hacer estas dos cosas a la vez y tener ángel para enamorar a cualquiera que lo viera.

Terminamos exhaustos y sudorosos de pies a cabeza. Jin gritaba desde el fondo del salón.

-¡Ese paso estuvo genial ______! Se nota que eres fabulosa en esto-.

Jimin tenía la cara roja tanto de cansancio como de enojo, era casi imposible no notarlo.

Llegamos los tres a mi casa casi a las ocho de la noche, la calle estaba más vacía que mi conciencia, solo con algún otro gato asomándose por el techo de alguna casa.

-Me despido chicos- Les dije volteando hacia ellos -Pero antes, quiero ver que se dan la mano como buenos amigos-

Jimin empezó a toser como desesperado y Jin puso cara de horror extremo.

-¿Qué? ¿QUE? ¿Oí bien?-

-Si, háganlo-

Jin y Jimin se quedaron viendo y después me veían a mi como si fuera loca.

-Dime que estás de broma- Suplicó Jimin.

-No Jimin, es en serio-

-Agh...-

Jin y Jimin se veían confundidos y de mala gana.
Con gran pesimismo se dieron la mano.

-Muy bien- Aplaudi. -Ahora váyanse a su casa-

Se movieron en direcciones diferentes a sus casas sin despedirse de mi, probablemente se habían disgustado.

-Que dolor de cabeza...- Me dije.

Entré a mi casa y casi me llevo un susto de muerte cuando vi a alguien abalanzarse sobre mi. Era Tae. 

-¿Ahora que pasa?- Dije sin entender nada, habían globos y serpentinas por todos lados.

-Por favor dime que no lo olvidaste- Dijo mi hermano. -¡Mañana se casan nuestros padres!-

Mamá salió de la cocina sonriendo con un pastel hecho por ella en las manos.

-Debes estar muy atareada en la escuela como para no acordarte de un día así hija-

-Si....- Menti -Lo lamento-

-No importa- El señor Jungkook salio de la cocina también con un gorro de cocina en la cabeza y un mandil blanco.

Comimos el pastel en el comedor y luego vimos una película en familia. Fue algo lindo, hacia tiempo que no me sentía tan bien.  El señor Jungkook era agradable y mi hermano... bueno, era genial, no podía aburrirme estando cerca de él.
Al día siguiente nos levantamos temprano y mamá me obligó a peinarme, maquillarme y según ella ponerme algo decente.

-Mamá, pero si eres tú la que se va a casar ¿porque tengo que hacer yo esto?- Protesté algo disgustada.

-Cierra el pico jovencita-

Fuimos a la tienda y eligió unos bonitas zapatillas plateadas para ella y para mi y dos vestidos color blanco relucientes.

-Mamá....- empecé a decir una vez que me puse el vestido.

-Ni una palabra, te ves absolutamente hermosa-

-Pero....-

-Estoy segura que a tu padre le encantarás ¿Cómo está el mío?-

No podía describir a mi madre, realmente parecía alguien de la realeza. Y no podía negarlo, ella era muy guapa.

-Mamá, pareces un ángel- Confesé sonriéndole.

-¿De verdad?-

-De verdad, vas a enloquecer a papá-

-Ay....- Mamá estaba ruborizada. Me sentía feliz por ella, como dije anteriormente, siempre la imaginé casándose de nuevo y siendo feliz al lado de alguien mejor.

Tiempo después llegamos al lugar en donde se casarian, la iglesia del pueblo era pequeña pero elegante, mamá decidió casarse ahí porque decía que si lo hacía le iría mejor en su matrimonio. Yo no dije nada porque yo no era para nada creyente de ese tipo. Yo solo deseaba que ella fuera feliz.

-Dios... siento que muero de nervios- decía mi madre entre dientes.

-Ya, ya tranquila te irá bien ya verás-

-¿Y si me caigo a medio pasillo?-

-Mamá, yo te cuidaré-

Ella me sonrió y la música empezó a sonar. Mamá se adelantó y yo iba atras de ella junto con otras dos chicas que iban atrás de mi.

Papá se encontraba enfrente con un traje espectacular, lucia muy guapo. Mi hermano estaba al lado con traje también, se veían bastante bien los dos.

Caminé al lado de mi madre y me sentí eufórica. Ella llegó al lado de papá y comenzó el casamiento.
Mi hermano y yo nos quedamos al lado de ellos. De reojo divisé a mis amigos en las bancas de enfrente, hasta el novio de Janet, Namjoon había venido.

Cuando papá y mamá salieron de la iglesia fue un alboroto tremendo, los músicos tocaron un sonsonete movido y toda la gente se alocó, mamá terminó casi rompiendo su vestido de tanto bailar pero no me importó, ella estaba feliz y era lo que para mi eso contaba.

Después todos nos dirigimos a casa, tanto invitados, como músicos como nosotros. Mamá y papá se cambiaron de ropa e hicieron una parrillada en el patio. Todo iba de maravilla hasta que alcancé a ver....

-Es una boda estupenda ¿sabes?-
Jimin se plantó enfrente de mi luciendo un traje negro espectacular, se veía totalmente radiante.

-¿Q-qué haces aquí?- Titubeé confusa.

-Tu madre nos invitó-

-¿Qué? Eso no puede...-

-Ajá, ya están aquí que bien- Mamá salió de atrás de mi. Yo estaba estupefacta.

-¿Mamá?-  La miré nerviosa.

-Ah, sí olvide decirte, la madre de este chico es una buena amiga mía así que la invité-

-¿Amiga? ¿De dónde?-

-¿De donde más? Del asilo-

Una señora esbelta surgió de al lado de Jimin, se veía exactamente igual que cuando había ido con Jimin a su casa el día que trabajamos juntos. El hombre robusto y corpulento se plantó al lado de su hijastro y nos sonrió.

-Buenas tardes-.

No podía creerlo, aquello no tenía pies ni cabeza.

Saludos a todos los quiero, gracias por leer.  ♥️