Regresa

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(Emily)
Tengo que encontrar a Smith.
Al entrar a la oficina, sentía que todos los ojos estaban puestos en mi, volteaba de un lado para otro sin saber a donde dirigirme -escuche una voz dulce de mujer- voltee rápidamente hacia ella, era la recepcionista que me llamaba para que le diera mi identificación -Busque en mi bolsa una de las identificaciones falsas que mi padre me había dado; Renata Workwood, Sabrina Levine, Blanchet Herrera... Le di una al asar a la recepcionista.


-Bienvenida señorita Blanchet.


Le respondí con una breve sonrisa y se dirigí al ascensor -presione el nivel 8, y repase en todo el camino, lo que iba a decir al ver a Nick-.


Habitación 186 -lei en el papel que me dio mi padre- confirme que estaba en la habitación correcta al escuchar la peculiar voz del Comandante Smith.

El nerviosismo me recorrió el cuerpo, pero al fin entre a la habitación en la que Nick Lamarr se encontraba. Ahogue un grito al ver que Nick se encontraba atado a una silla, tenia la boca ensangrentada, y sus ojeras delataban que no había dormido en varios días. Cuando el Coronel vio mi expresión de horror, Smith respondió con un poco de amargura -No se porque te sorprende ver a un Christalize así, en Dimovich te has presentado ante varios de ellos y echo tu trabajo muy bien. No se si sea por el cambio de horario pero, -hizo una pausa- la veo diferente señorita Topper.

-Tal vez sea que llevo zapatillas de 17 cm, en vez de mis botas negras de cuero, o tal vez sea que llevo un vestido negro ajustado, y no mis típica gabardina y pantalones negros -pensé mientras me dirigía el centro de la habitación. En lugar de eso respondí -No lo se Coronel, quizá sea por que es mi primera visita fuera de casa. Casa, esa palabra le recordaba a Kerstin, "oh mi pequeña Ker"-.


-Bueno, sea lo que sea, tenemos que iniciar con la sesión. -dijo el Coronel, con voz dominante-.
Mire fijamente a Nick sin evitar sentir tristeza, no quería arrebatarle su memoria Nick, pero no tenia opción , ese era mi trabajo. Me adentro en sus pensamientos; todos sus delitos, toda la sangre y muerte, que el había provocado, todo, absolutamente todo, lo vi. Incluso los momentos felices de su niñez, el amor que le tenia a su esposa, y la tristeza que sintió al separarse de su hijo -Michael-.

-No puedo- dije sin poder detener las lagrimas.

-Señorita Tropper, esto no se trata de que pueda, o no. Este es su trabajo y lo tiene que terminar. ¡Y no porque su hermana sea una Christalize, le tiene que tener compasión a el! Mejor acabe con su trabajo -Esa ultima frase, la dijo con mas suavidad, pero eso no evito que me sintiera culpable por lo que estaba a punto de hacer.


* * * * *


(Kerstin)
Un puñado de palomitas de caramelo cayeron en la cara. Pedro, el pequeño perro pug de mi compañera de cuarto, Annie; se despertó gracias a una palomita que le cayo en su lomo, y se comió todas las palomitas que estaban mi alrededor-.

-¡Pug tonto! Eso eran para Kerstin, no para ti. -Annie intento sonar severa, pero su suave tono de voz, se lo impidió-.

-Jajaja, ya deja al pobre perro, si quiere comer que coma. -dijo Lena, mientras se acercaba al sillón donde nos encontrábamos sentadas-.

-¿Cómo creen que se encuentre? -por fin pude decir, esa pregunta me estaba consumiendo, me tuvo agobiada desde hace ya una semana, y necesitaba una respuesta sincera aunque eso no fuera lo que yo espera escuchar.

Lena y Annie se miraron entre si.

-Bien. -dijo Annie, al ver que su respuesta no cambio no era suficiente para mi, añadió - Ker, tranquilízate... Emily es una Natch...

-Y de las más importantes. -la interrumpió Lena, mientras se metía un puño de palomitas de maíz a la boca-.

-No le va a pasar nada. -prosiguió Annie- es "la dama obscura", puede hacer básicamente lo que quiera, si la intentan atacar puede usar su poder a su favor, ya veras que va regresar con muchos regalos de... Donde quiera que haya ido, y la vas a ver, y ella va a estar perfectamente bien-.Sonreí ligeramente y pronuncie un "gracias" silencioso a mi amiga.

En esos momentos todo lo que quería era que mi hermana volviera. Regresa, esa palabra flotaba en mi mente y deseaba que Emily la pudiera escuchar.

Aunque muchas personas, como Annie o Lena pensaban que mi hermana era un tipo de criatura inmortal y que lo podia hacer todo, yo sabia que no era así. Emily tiene miedos, preocupaciones y limitaciones como cualquier otra persona, y para ser sincera ya estaba harta de que las personas pensaran que no era así.

En ocaciones la trataban como un tipo de arma al que se podia controlar, y dar ordenes sin que se opusiera a nada. Lo que más lastima me da es que eso es cierto; ella nunca se opone a las orden que le dan, nunca da un "no" por respuesta aunque lo que tenga que hacer sea algo horrible. Y ella lo siente, en ocasiones salíamos en la noche a caminar para que se relajara después de algún trabajo que la dejaba perturbada, jamas me decía que había visto o que le habían puesto a hacer, solo sonreía y decía "nada que te pueda dañar en algún futuro". Estaba claro que eso no me iba a afectar a mi ¡¿Pero qué hay de ella?! Aunque intentara hacerse la fuerte yo sabia que estaba mal. Y que hacia eso para protegerme de algún modo.

No puedo evitar sentirme culpable, soy una Chistalize, lo que significa que no tengo poderes pero mi familia si los tiene, soy un defecto de ADN. Mis padres son las personas más ocupadas de toda la isla, mi madre es dueña de la "Escuela de armas y defensa personal", entrena a las generaciones jóvenes que llegan a Demovich, a conocer sus poderes y que sepan como usarlos, también enseña defensa personal, tiro con arco, entre otras disciplinas. Mi padre es el jefe del centro de inteligencia de Demovich, lo que significa que casi nunca puedo convive con ellos.

Basicamente la unica familia con la que convivo es Emily, lo cual la ha echo querer protegerme todo el tiempo de todos de todos. Pero ¿quien la protege a ella?

ChristalizeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora