Viejas amigas

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(Emily)
Nueva York.

He reconocido todo solo por fotos que se encontraban en los viejos álbumes de mi madre. Ojalá Ker, pudiera ver esto -pensé mientras observaba a los patos que se encontraban a la orilla del lago de Central Park.

-¡Bu! - voltee rapidamente hacia el origen de la voz, y debo de admitir que al principio me exalte un poco.

-¡¿Carrie?! -No podía creer que era ella, me sentía confundida y feliz por la inesperada aparición de Carrie, hacia ya un año y medio que no nos veíamos, y jamas espere encontrármela en Nueva York.

-Ven a mi Emi -dijo Carrie extendiendo los brazos, listos para abrazarme- ¿Qué haces aquí, tan lejos de casa?- Casa, esa palabra hacia que la culpa de no estar con mi hermana me golpeara el pecho, solo había pasado una semana y sentir como si una parte de mi, se hubiera esfumado en unos instantes.

-Pues, Smith tenia un trabajo para mi, con... -Lo pensé bien antes de decirle que había ido con su tío, pero al final decidí que seria mejor que ella lo supiera, por mas doloroso que fuera- ... con Nick.

Carrie cerro los ojos muy fuerte, pero no lo suficiente para que esa lagrima que ahora pasaba por su mejilla rosada, cayera. Al ver el dolor reflejado en su rostro me apresure a decir -No te preocupes, no le robe su memoria, no pude, el Coronel Smith cree que lo hice- dije buscando un rastro de felicidad en la expresión de Carrie.

Al escucharme decir esas palabras en voz alta, me sorprendí a mi misma, era la primera vez que no obedecía ordenes y en verdad hacia lo que creía correcto. Aunque sabia que no haber hecho mi trabajo había estado mal, sentí orgullo de mi misma; ya se que Nick había echo cosas terribles, pero yo lo conocía desde que tengo memoria, y en lo más profundo de mi ser quería creer que todas esas cosas que estaban en su mente tenían una explicación o una justificación razonable, o simplemente Nick había estado en el lugar incorrecto en el momento incorrecto.

Carrie me miro con sus enormes ojos esmeralda, y dejo pasar una breve sonrisa ante la noticia de su tío.

-¿Te gustaría acompañarme por un café? -dijo Carrie tratando de relajarse un poco y cambiar el tema de conversación. Me limite a asentir con la cabeza y a seguirla a una de las salidas del Central Park.

Caminamos por la orilla de Central Park sin decir ni una sola palabra y así siguió todo el trayecto, yo solo observaba a Carrie usar su poder en silencio. Cada vez que pasábamos por un pedazo de naturaleza que esta un poco seco o que se veía sin vida, ella lo volvía sano y verde, empece a notar que los pájaros, las mariposas y las ardillas empezaban a aglomerarse poco a poco en nuestro al rededor. Unos pocos turistas vieron en fenómeno que Carrie causaba en la naturaleza, y ella, al darse cuenta saco unas migajas de pan de su bolsa y disimulo que los animales se nos acercaban por causa de la comida, al final, Carrie susurro un par de palabras y los animales que nos habían rodeado hace unos pocos instantes, se fueron a sus casas.

Al lado de unos 20 minutos por fin llegamos a Sant Ambroeus, un pequeño restaurante famoso en Nueva York.

Ambas pedimos un café Americano, y Carrie pidió una mini tarta de frutos rojos. Todo permaneció en silencio, hasta que una risa contenida salió de la boca de Carrie.

-¿Qué pasa? -pregunte, un una mueca de sonrisa en mi rostro, en parte por la risa boba de Carrie, y en parte por tratar de ocultar la pena que sentía en esos momentos, por no saber que era lo que divertida tanto a Carrie.

Sin poder hablar por la risa, Carrie solo pudo señalar hacia un mechón de chinos de cabellos que estaban encima de su tarta de frutas. Al darme cuenta, quite rápidamente mi cabello, y me ruborice de vergüenza por haber destruido parte de la tarta de Carrie con mi cabello.

-Lo siento -Dije entre divertida y apenada por lo torpe que fui al no haberme dado cuenta de lo que estaba haciendo.

-Eso no pasaría si te cortaras mas el cabello. -dijo Carrie.

-Sabes que no puedo, toda yo tiene que permanecer igual. No creas que no he pensado en cortarme el cabello como tu he -Carrie sacudió su corto cabello rojizo, he hizo poses como de modelo de revista-.

Salimos de Sant Ambroeus y nos dirigimos a Times Square. En el camino nos paramos en una tienda para comprar algunos regalos para sus amigos en Demovich.

En eso se me ocurrió la idea de invitar a Carrie a a volver a Demovich, le di un sermón de fácil 15 minutos de las razones de, porque ella debería regresar a la ciudad a la que pertenecía. Pero se negó sin darme alguna razón por la que no ebria ir, al final desistí y decidí no parecer intrusa en la vida personal de los demás, aunque las ganas de que ella fuera no se me habían quitado. Así que organize mentalmente las fechas en las que la vendría a visitar de nuevo, y ya había planeado lo que le iba a decir a mi padre para convencerlo de que dejara que Carrie pudiera venir conmigo a Nueva York, también había pensado que seria cortes invitar a Michael, Carrie era la única familia que le quedaba Michael era el único pariente vivo (aparte de Nick) que quedaba vivo en su familia; no entendía como Carrie podia ser tan egoísta y dejar a su único primo solo.

Carrie se había ido de Demovich hace 6 años, pero yo la seguía viendo en entrenamiento con el Coronel Smith, tenia estrictamente prohibido hablar o comentar lo que pasaba en el entrenamiento así que todo mundo pensó que Carrie ya no tenia contacto con ninguno de nosotros desde hace 6 años. Hace año y medio que ya nos iba y no había sabido nada de ella.

El cuarto de entrenamiento avanzado, se encontraba a unos kilómetros de la isla era un cuarto hermético bajo el agua con unos 800 metros de superficie, tiene todo lo que te podrías imaginar para entrenar, desde simulaciones de ataques, hasta exámenes de como distinguir un arma falsa de un real. Carrie a causa de su poder, nunca se sintió muy cómoda entrenando en un lugar en el que no podia tener contacto con ningún tipo de planta o animal. Así que a causa de esto, supuse que se había ido, solo por comodidad.

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