Una bateria

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(Emily)
Obviamente iba a extrañar este lugar, así que me desperté extra temprano para tomar unas fotos en time square y tome un taxi hacia el aeropuerto, trate de convencer a Carrie de que fuera conmigo a Demovich pero fue inútil. Al parecer lo de su tío la había afectado más de lo que pense que la afectaría. No la culpaba por no querer ver a las personas que pensaban que Nick era un monstruo.

Al cabo de una hora, ya había registrado mi equipaje y estaba esperando a que me llamaran para poder abortar.

Me quedo mirando hacia la nada cuando logre divisar la figura de una mujer que corría en dirección a mi, lo que al principio me confundió e incluso apanicó un poco, es que la chica se me hacia conocida. Cabello rojizo y corto, una estatura mediana, y un atuendo verde militar.

-Diablos, ¿por qué no me traje mis lentes de contacto? -dije, lo suficientemente bajo para que nadie más me escuchara.

La chica siguió su ruta y cuando estuvo lo suficientemente cerca como para que fuera posible para mi verla con claridad y sin lentes, me di cuenta de que se trataba de Carrie. Tenia una maleta azul claro y unos papeles en la mano.

-¿Crees qué me acepten de nuevo?- dijo Carrie agitada y tarando de regular su respiración.

Me quede atónita, unas horas antes, le había preguntado si me quería acompañar a Demovich y ella se había negado rotundamente, me pregunte que la había echo cambiar de opinión. Pero decidí tragarme mis palabras y aguante las ganas de preguntárselo a Carrie. Decidí que seria mejor hablar de ello en otra ocasión.

Paso al rededor de media hora más y ambas abordamos. El vuelo estaba destinado para ir a Miami, ahí un agente que trabajaba para mi padre, nos  llevara en helicóptero hacia Demovich.

Nadie, salvo un grupo específico de personas sabe exactamente donde se encuentra ubicado Demovich, la ciudad estaba situada en una isla lo bastante grande para que unos cientos de personas lo habitaran; los científicos la consideraron irrelevante e inútil, por la baja flora y fauna que tenia, se daba por echo que la isla había desaparecido cuando un tsunami la sepulto en el mar poco después de dar por terminada la segunda guerra mundial.

*****
(Catherine)
Al llegar a las hamburguesas, me quede en la entrada mientras Lena saludaba a unos amigos. Espere recargada a la pared con la esperanza de que Lena se apresurara a saludar a todas las personas que conocía (que al parecer conocía a todas y cada nade las personas de el restaurante) y que me guiara a donde se supone que nos estaban esperando. Estaba a punto de ir con Lena y preguntarle donde se encontraba la mesa e ir yo sola, cuando se escucho una voz muy enérgica al fondo del pasillo, al voltear, vi al chico desaliñado de cabello negro con rojo que estaba afuera de la tienda de tatuajes. «El debe de ser Michael».

Lena termino de saludar y saludo a Michael. Lena nos presento a Michael y a mi. Los tres nos dirigimos a la mesa donde una chica con cabello tri-color nos esperaba.

-Hola raros, agh y Mike -dijo la chica mientras bajaba sus botas de cuero de la mesa y dejaba de jugar con algo que parecía un pequeño tubo de metal.

-Ja ja, muy graciosa Fey -dijo el chico, mientras se sentaba en una silla que estaba pegada a la pared.

Al escuchar el nombre de Fey, trague saliva instintivamente y me paralicé  a la mitad del camino hacia la mesa. Lena me vio y me agarro por el brazo y nos dirigimos hacia el baño de el restaurant.

-Ok, creo que ya conociste a Fey, es buena chica, pero no la hagas enojar, ni a ella ni a nadie, ¿entendiste? -no podía articular ni una palabra, así que me limite a asistir con la cabeza y mantener mi boca cerrada. -Catty escucha, algo esencial que tienes que saber es que todos aquí están entrenados para ser armas letales, incluso yo. Lo que tienes que hacer es aprender a cuidarte de los Natchs peligrosos. -cuando Lena se dio cuenta de que no entendí ni una sola palabra de lo que me acababa de decir, prosiguió. -Tienes mucho que aprender Catty.

Dicho eso, Lena salió del baño dejándome sola. Me quede inmóvil y después me lave la cara tratando de reaccionar a las palabras de Lena, como si el agua pudiera mágicamente ayudarme a comprender lo que estaba pasando en este lugar (no funciono), respire hondo y sali con los demás.

Al llegar a la mesa, logre ver mejor el articulo que tenia Fey en la mano. Una batería.

-Me han contado que tu eres mi nueva compañera de habitación -dijo Fey con cierto tono burlón y sonrió ligeramente. Solo la mire y asentí con la cabeza nuevamente, después de lo que Lena me había dicho, senti que si hacia cualquier otra cosa Fey se abalanzaría sobre mi. Tenia miedo de decir las palabras incorrectas y salir herida.

Pedimos unas diez hamburguesas para los cuatro. Yo no creía que fuera posible que se pudieran comer semejante cantidad de hamburguesas entre solo cuatro personas, pero Michael y Fey, comían como si no fueran a comer durante años después de esta vez. Al pasar una hora y media, pidieron la cuenta, Michael se levanto de su asiento y se alejo de la mesa. En cuanto Michael se había perdido entre los pilares de madera que decoraban el restaurante y las mesas naranja brillante, Fey agarro un sombrero negro y oculto su cabello en el.

Cuando Michael regresó vi entrar a un grupo de chicos entrar al restaurant y sentarse a unas cuantas mesas de distancia de donde estábamos nosotros. Parecían los típico fanfarrones de la escuela, todos musculosos, con chaquetas rojas, tatuajes en los brazos y un peinando al que yo clasificaría como un "patético desastre".
-No puede ser, otra fan de la "dama obscura" -dijo Michael dirigiéndose a Fey, mientras ponía los ojos en blanco.
-Cállate... -un chiflido y risas, interrumpieron la amenaza de Fey.
-Nena, te ves muy bien de negro -note que había sido un chico de los que había entrado hace un momentos en el restaurant.

No pude evitar notar como Fey se ponía roja de furia mientras se levantaba lentamente de su acierto. Instintivamente me hundí  un poco en el asiento, como si eso me fuera a proteger de lo que ocurriría después.

-Ven nena, danos un beso -las risas aumentaron-.

Senti el miedo recorrerme el cuerpo y lo paralizaba a cada segundo. Lentamente Fey saco la batería de bolsillo y la puso en la mesa de un golpe. La batería estaba... quemada.

-Chicos son tan... Ingenuos -dijo Fey sin voltearlos a ver -Pobres, si hubieran puesto un poco de atención -Fey paro de hablar de repente y se quedo mirando los cubierto de plata que estaban en la mesa. Logre ver unos destellos azules salieron de los dedos de Fey. «Oh no» aunque no estaba muy segura de lo que iba suceder a continuación, me vino a la mente las propiedades que tenían la plata. Son excelentes conductores de electricidad.

Fey se volteo a verlos y se quito el sombrero. La expresión de los chicos paso de divertida a aterrada, como si estuviera todo ensayado, los siete chicos dieron un paso hacia atrás al mismo tiempo.

Senti una mano en mi hombro y dio un salto, me senti aliviada al ver que era Michael. Lena estaba sacando a las personas de mesas cercanas a la nuestra del local.

No pude evitar ver a Fey, su cabello empezó a brillar y salían unos mini rayos de su cuerpo, las luces del restaurante empezaron a parpadear y a sacar chispas. Era espectacular y aterrador a la vez.

Michael me agarro por el brazo y me saco del restaurante.

ChristalizeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora