||Redoomption|| the demon slayer

Justicia por mano propia

-¡Deja de ser tan necio y volvamos!- Gruñe Vaggie aún intentando atrapar a Angel Dust, pero era tan escurridizo que le enfurecía.

-Mejor espero, no me molesta si me quedo sin rehabilitación ¿Sabes? con este tiempo libre podría ir a drogarme un poco con mi querida amiga CherryBombom - Se encoge de hombros con una sonrisa que borra al instante en que la de piel gris se lanza hacia él. Rápidamente se agacha y al voltearse observa como Vaggie se estrella contra varias decoraciones del hotel y muchos de ellos se rompen, dejando mucha suciedad en el suelo recién barrido.

-¡NOOO! - Exclama Niffty llegando tan de repente que asustó a Ángel Dust. -¡No hagan mugre si no van a limpiar! ¡No, no, no! -Con mucha velocidad corre a Vaggie lejos del desastre, trae instrumentos de limpieza y arregla todo el desorden en solo unos cuantos segundos. -¡Listo! ¿Por qué se estaban peleando ustedes dos? -

-No pienso quedarme dos horas escuchando a esta... -Señala Ángel Dust, sin temer la mirada furtiva de Vaggie. -Charlie está desaparecida y generalmente ella es quien se ocupa de mi rehabilitación... quiero ahorrarme la "clase de recuperación" de hoy, pero no me dejan... ¡Es tan aburrido! - Se queja la araña.

-¡Si vas a ser parte de la rehabilitación del hotel debes--!-

-¿Charlie desaparecida? ¡Oh claro que no! Está con el Doomslayer dándole todo un recorrido del hotel, está muy unida a él ¿creen que lleguen a ser algo en el futuro? - Pregunta con una amplia sonrisa, Vaggie le mira con asombro y gruñe molesta.

-¿A QUÉ TE REFIERES CON "SER ALGO"? - Saca su lanza de manera amenazante, pero Ángel le retiene, como se le hizo de costumbre.

-Yo solo digo, Charlie parece muy emocionada con casquito, tal vez le guste ¡Pero es una suposición! no es mi intención ofenderte ni nada - Finaliza y sonríe antes de irse rápidamente para continuar con su labor. Vaggie le grita que no terminó con ella, mientras intenta escapar de los brazos de Ángel Dust.

-Vaya, que giro de acontecimientos ¿verdad? me estabas intentando atrapar y al final yo te atrapé - Comenta Angel para recibir la mirada malhumorada de Vaggie y sonreírle mostrando su diente dorado.

...

-Y esta es la habitación 140 ¡Todavía nadie se registró a esta habitación! pero suelo imaginar que vendrá un demonio que su pecado mortal fue asesinar un niño por haber golpeado a un perrito... - Comenta Charlie, emocionada al principio pero al decir lo del perrito borra su sonrisa. - Ya sabes, golpear a un animalito debe de ser prohibido, seres tan adorables e inocentes no merecen ser maltratados, pero aún así en los cielos no pertenecen aquellos que hicieron esa clase de justicia por mano propia, y mucho menos a un niño... -

Como suponía Charlie, Doom no dijo nada, pero ella se sentía bien a su lado por eso mismo. Generalmente le decían que estaba loca, que era una perra estúpida por pensar en esas cosas, o que era mejor que dejase de pensar tanto. Sin embargo él solo le miraba en silencio y dejaba que le dijese todo lo que quisiera, sin restricciones ni quejas. 

La rubia acarició suavemente la puerta y suspiró. Luego de unos segundos volteó hacia él y sonrió de nuevo.

-Pero esa es una historia que me imagino yo, es probable que exista alguien así en el infierno ¡pero no tengo la certeza y tampoco lo conozco! jeje... ¡Continuemos para la habitación 141! ¡Como el resto de habitaciones tampoco fue usada! pero imagino que podría...- Se detuvo al sentir su mano pesada en su hombro. Era la primera vez que le tocaba de alguna forma y eso le sorprendió. -¡Oh! Lo siento ¿pasa algo? -

DoomSlayer miró por ambos lados del pasillo y se sacó el casco. Charlie estaba asombrada de verle a la cara, por poco y hasta se había creído que el casco era su verdadero rostro.

-En realidad... - Comenzó a hablar Doomslayer y los ojos de Charlie tuvieron una invasión de brillitos, su voz era varonil y gruesa. - No estoy seguro de ser un pecador ... pero no he muerto como todos ustedes, aún así... tengo una historia similar a la que acabas de contar... ¿crees que vendré aquí una vez fallezca? - Miró a Charlie con su seriedad, pero parpadea al notar que la rubia estaba en shock por verle el rostro y escuchar su voz todo tan de repente. -... ¿Hola? ¿Estás bien? - Sacude su mano frente a su rostro y ella sale de su trance.

-¡OH! lo siento es que yo... ¡Puedes hablar! yyyy ¡TU ROSTRO! YYY  ¡Eres un mortal! ....YYYY - comenzó a mover sus manos, reír, tocar su pelo, sonrojarse por alguna razón y finalmente sujetarse de la cara. 

Doomslayer lentamente se puso de nuevo el casco al notar que descompuso a la princesa.

Cuando Charlie empezó a asimilarlo todo le invitó a su oficina para conversar más tranquilamente. Él tomó asiento y casi tuvo miedo de que lo rompiese con lo grande que era él... o su armadura. Ahora se preguntaba cómo sería sin esa armadura y de solo pensarlo se avergonzó a sí misma, a pesar que no lo imaginaba desnudo ni nada por el estilo. 

-Asi que... eres un mortal... y hablas... y... - casi volvía a descomponerse pero tomó un sorbo de su tecito y suspiró. - Vayamos parte por parte ¿de acuerdo? ¿De qué quieres hablar primero? - Sonrió lo más tranquila que pudo mantenerse. Doomslayer levantó el casco lo suficiente como para responder y para tomar su tacita de té.

-Sé que debes de tener muchas dudas en este momento... - hizo un silencio para tomar su tacita de té. Charlie le miró, completamente atenta a sus movimientos, esperando a que continuara hablando, y se impacientó cuando saboreó el té y luego suspiró. - Rico té... -comentó.

-¡CONTINÚA! - Exclama ella completamente desesperada. Rápidamente volvió a su anterior postura y le sonrió tímida. -Lo siento, jeje... me alegro que te guste el té... por favor procede... -Y llevó su taza a la boca.

-Pero lo que me gustaría saber ahora mismo es sobre mi paradero después de morir...- Continuó el humano. - he acabado con innumerables demonios, y todo lo hago seguro de que es lo correcto... porque todos los demonios son criaturas despreciables que no merecen existir, y son el mal encarnado... - Charlie desvía la mirada con sus ojos bien abiertos ante esa forma de pensar. - Lo siento, permite que me aclare... lo he pensado hasta que tu me detuviste - La rubia volvió a mirar hacia él. - Si todos los demonios podrían tener algo bueno como tú dices... entonces ¿eso me vuelve a mí alguien malvado por asesinarlos sin darles la oportunidad de descubrir su lado bueno? ... ¿Significa que me volveré como ellos una vez muera? -

Hubo un silencio en el que Charlie se dispuso a meditarlo. Bajó su taza y la dejó sobre su escritorio. 

-No tengo la certeza de saber a donde irás luego de morir, nadie lo tiene en realidad... porque todas tus acciones en la vida serán juzgadas por alguien más... - Responde ella. - Pero sea cual haya sido el pecado que hayas cometido, siempre y cuando te arrepientas y te remidas, tienes la oportunidad de ir al paraíso - Finalizó con una sonrisa. Doomslayer se quedó en silencio, pareció mirar a la rubia por un tiempo que se le hizo llamativo para ella. Se sonrojó un poco y quiso ocultarse detrás de su taza de té, con una risita tímida.

-¿Cómo es que la hija del supuesto rey del infierno es así? - Se preguntó en voz alta. Charlie parpadeó y le miró consternada.

-¿Disculpa? -

Doomslayer negó con la cabeza y tomó de su té.

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N/A: dos punto u ve.