HÉROE CAÍDO/FALLEN HERO

CAPITULO 13

Originalmente pensaron que esta vez, cuando volvieran a la Capital para pasar el Año Nuevo, serían unas vacaciones largas y pacíficas, pero incluso antes de llegar al decimoquinto del mes, el gobernador militar de la provincia de Chuan Shan, He Chuan Lin, dirigió inesperadamente  tropas para rebelarse.  El ejército del Noroeste había reportado repetidamente una emergencia.  El título recién recibido del Emperador, Xuan Yuan Xi Cheng, naturalmente no podría mirar con los brazos cruzados, solicitó a Feng Zong que lo asignara para reunir la fuerza militar, dejando la Capital, una vez más, caminando en el camino hacia otra expedición.

Todos los soldados acababan de reunirse con su familia incluso durante mucho tiempo;  por supuesto que expresarían abiertamente su descontento.  Quejándose y refunfuñando que este He Chuan Lin no podía elegir mejor fecha.  Pero el ascendido a vicepresidente general del ejército, Duan Shun Jie, probablemente fue la única persona sinceramente encantada con este asunto de la guerra, desde la primera noche del Año Nuevo en el gran banquete, desde entonces todavía  para ver a Xuan Yuan Xi Cheng.  Sabía claramente que seguramente se había entregado a la tierra del placer con sus amadas esposas concubinas hermosas, por lo que esta repentina guerra que se avecinaba era como si el Cielo le hubiera otorgado una oportunidad de oro, le permitió obtener otra oportunidad de estar cerca de  Xuan Yuan Xi Cheng nuevamente.

Aunque todos se quejaron, no se atrevieron a retrasar el cumplimiento del plan militar.  El ejército en poco tiempo había acumulado las fuerzas.  Sin embargo, después de que varios Li salieron de Tongan, el clima cambió a extremadamente odioso, lluvia acompañada de nieve.  Xuan Yuan Xi Cheng, incluso si arde con impaciencia, tampoco podría permitirse forzar una orden para que las tropas marchen hacia adelante bajo este tipo de clima.  Solo podía ordenar acampar en un campamento donde ellos moran.

Después de arreglar adecuadamente el problema con los generales, Xuan Yuan Xi Cheng encontró rápidamente una excusa para abandonar la tienda de Comandante, y se dirigió a la tienda de Duan Shun Jie.

El tiempo estaba cerca de la medianoche.  Duan Shun Jie todavía no había dormido.  Bajo la luz parpadeante de la vela, se sentó solo frente a una mesa, mirando el aire vacío, perdido en sus pensamientos.

"¿Qué?  Todavía es tarde, pero aún no he dormido, ¿me estás esperando? Xuan Yuan Xi Cheng, por supuesto, sabía que lo estaba esperando, pero fingió no saberlo, le preguntó deliberadamente.

Duan Shun Jie desde hace mucho tiempo se había acostumbrado a su maldad, sin responderle, solo con sus ojos revelando el nivel de su amor.  Dejando que Xuan Yuan Xi Cheng lo llevara a la cama, se quitaban la ropa y se convertían silenciosamente en uno mientras rodaban sobre la cama.

Después de un período de besos y caricias seguido de una relación sexual demasiado dura, Xuan Yuan Xi Cheng finalmente expresó un poco de su frustración causada por la guerra y el mal tiempo.  Suavemente acariciando el desordenado cabello largo de Duan Shun Jie en la almohada, el corazón de Xuan Yuan inevitablemente se movió un poco.

Desde el principio, nunca se le había pasado por la cabeza, incluso en lo más mínimo, que él y la conexión con este hombre pudieran continuar por tanto tiempo.  Aunque había retenido a más de unos pocos hombres, Xuan Yuan Xi Cheng solo los consideraba como un medio para romper la monotonía de abrazar a numerosas mujeres, por lo tanto, hacia los hombres, en su mayoría solo íntimo por una vez, y luego terminó con eso.

El gusto de abrazar a los hombres, aunque no era tan malo, al final prefirió el aroma delicado y dulce del cuerpo de las mujeres más que el de los hombres. Siempre se había sentido así.

Sin lugar a dudas, el enamoramiento y la obediencia de Duan Shun Jie le hicieron tener una especie de conquista intensa y un nuevo sentimiento fresco, pero nunca había sentido ningún sentimiento especial hacia Duan Shun Jie.  Comparado con la incapacidad de unirse a la concubina del ejército, este era un general que podía usar para sus necesidades personales durante una guerra, también una herramienta para desahogar su deseo que no le traería ninguno de los inconvenientes --- este debería ser colocado en su corazón.