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¿Alguna vez han subido a la montaña rusa? O han hecho parapente o cualquier cosa que implique lanzarse desde una altura considerable hacia abajo.
Recuerdan entonces, esa sensación de vacío que irónicamente te llena y te hace ... bien.

De alguna forma la adrenalina siempre es buena, te hace sentir vivo, te recuerda que estás vivo.

Ahora siento que estoy en la montaña rusa más alta de mi bendita vida y en vez de dejar salir todo el nerviosismo mientras grito, estoy inhalando suavemente el aire que flota cerca a mi nariz, dejo que entre a mi sistema y espero sonriente a que ese poquito de oxígeno, con nitrógeno, dióxido de carbono, finas partículas de polvo y otras cosas, hagan el trabajo que haría el agua en un incendio.

Apagar el fuego y lograr que todo vuelva a la calma.

Pero no, el fuego arde un poco más con cada inhalación y al final el único combatiente de pie, es mi cerebro.
Él es el único órgano mayor de edad que SABE cómo controlar las cosas. Dibuja una línea y evita que empiece a sonreír como idiota mientras YoonGi (se llama YoonGi) habla de Holly, su perro. Porque sí, tiene un perro y es la cosa más apachurrable del universo, lo sé por qué me mostró una foto.

Ahora bien, lo imagino —a mi cerebro— como un padre de familia soltero:

- Su adolescente hijo el corazón es el más rebelde, a él le vale lo que diga su padre, sus palabras se las pasa por debajo de los dos ventrículos.

- Las glándulas sudoríparas, sus tímidas hijas, que en lugar de obedecer y guardar la calma, de tanto nerviosismo empiezan a secretar fluidos por las palmas de mis manos.

- Mis piernas, las adoptadas que piensan poder vivir sin el padre pero ahora están temblando olvidando que como soporte tienen huesos en lugar de gelatina.

- Mi estómago. Él es el amante, por que sí, mi cerebro es gay.
Él trata de hacer las cosas bien, trabaja día, tarde y noche para mantener a sus hijastros y quiere obtener la licencia de adulto responsable, pero no se la darán. Lo sé, por que no ayuda en nada formando gases cuando lo único que quiero es estar tranquila, ¡!TRANQUILA¡!

Y aunque mi cerebro lo defienda dándome la idea de que son mariposas, ¡No!, yo he ido a la escuela y usted señor no me engaña.

- Ahora los ojos, siento que ellos son como las vecinas chismosas que en lugar de hacer cosas productivas como por ejemplo: ver el camino por el que voy andando para evitar que tropiece, se la pasan admirando la belleza del tipo que va junto a mi.

Y ahí voy, diciéndole tipo de nuevo. Definitivamente ando mal, debería ir al psicólogo.

— Supongo que trabajas por aquí, siempre te veo en las mañanas pero nunca en las tardes, no me lo esperaba.

Su voz es un anclaje a tierra. El sonido que mi cerebro necesita para retomar el control de todo.

—Si ... —aclaro la garganta—en Smart Place ...

— ¿Marketing?

— Relacionista Público.

Una "O" se forma en sus labios y es la cosas más bonita que e visto en los últimos segundos.

Hablamos en lo que resta de camino y cuando llegó la hora de separarse, fui yo la que se despidió primero, tenía que correr y contarle a mi almohada lo que había pasado hoy. El por su parte se paró frente a mi, para después sonreír y ...

— Ha sido realmente un gusto poder hablarte ...

Junto a ...

— Llevaba un buen tiempo pensando en cómo hacerlo, pero nuestra rutina era tan bonita que no quería romperla. Nos vemos mañana, por cierto —aclaró su garganta, miro hacia un lado y sobó su cuello, todo en fracción de segundos— Me gusta tu sonrisa ...


DarkSunA

Smile // (M. YG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora