Glicinas

DOUMA

Miro a su alrededor desconcertada, no tenía idea de cómo había llegado a ese bosque, ni como había terminado separada de los demás. Suspirando se levantó del suelo y comenzó a caminar buscando alguna aldea cercana. Si tenía suerte le podrían dar un poco de comida. Ajusto su kimono y camino en una dirección aleatoria esperando tener algo de suerte en su búsqueda. Sus pasos se detuvieron cuando un delicioso aroma llego a su nariz. Era el olor de comida, sintiendo como su estómago rugía con fuerza corrió hacia la dirección del olor esperando que fueran tan buenas personas como para al menos darle un plato de comida

Su nariz la llevo a lo que parecía ser un gran santuario o lo que parecía ser una gran mansión. Curiosa salió de entre los árboles y se acercó con pasos tímidos viendo a la gran multitud que había ahí. Muchos hombres y mujeres tenían la misma ropa mientras cuidaban el patio o cuidaban de la casa. En cuanto una persona la vio se acercó a ella, haciendo que retrocediera un paso sin saber cómo reaccionar

"vienes a ver a douma-sama?"

Sin saber que hacer solo negó con la cabeza ligeramente, haciendo que el hombre alzara una ceja

"me perdí y llegué aquí cuando olí el olor de la comida"

Dijo con voz avergonzada. No quería admitir que tenía hambre, pero creía que era mejor ser honesta

"entonces has llegado al lugar indicado, estoy seguro que has llegado aquí por obra del destino para que conocieras a douma-sama"

Insegura solo pudo parpadear mientras asentía un poco desconcertada. El hombre la tomo de la muñeca y tiro ligeramente de ella

"vamos a ver a douma-sama"

Siguió al hombre mientras miraba curiosa sus alrededores notando la gran cantidad de personas que había en el lugar. En algún momento de la caminata el hombre la había soltado mientras se adentraban a uno de los edificios del lugar. Varias personas la vieron y le sonrieron mientras murmuraba algo de ser "perfecta para douma-sama", sinceramente eso la estaba poniendo un poco nerviosa

Llegaron hasta una gran puerta con decorados de oro y antes de entrar el hombre toco un par de veces y abrió la puerta como si nada mirándola con una sonrisa alentadora

"adelante, douma-sama estará contento de verte"

Asintiendo insegura se adentro al lugar viendo con pánico como el hombre cerraba la puerta en cuanto ella entro. Mordisqueando su labio con nerviosismo miro a su alrededor, podía sentir el aura de un demonio, era muy fuerte

"¿oh? ¿Qué tenemos aquí?"

Sobresaltada miro detrás de ella abriendo los ojos con sorpresa al ver el demonio. douma solo sonrió contento al ver la hermosa mujer que le habían traído. Con grandes ojos azules y un cabello negro muy largo. Se veía muy suave

"hola" le sonrió un poco "¿eres douma-sama?"

No le hacía ningún daño ser respetuosa. El asintió con una sonrisa mientras la examinaba con la mirada disimuladamente. Estaba seguro que sabría deliciosa

"¿puedo saber que clase de demonio eres?" la pregunta de kagome era inocente, sin darse cuenta de lo que había preguntado. Douma la miro con sorpresa y kagome lo miro con vergüenza "lo siento, no quería ofenderte u algo así, no necesitas responder"

Sorprendido, pero con una sonrisa en su rostro se acerco a ella mirándola detenidamente. No era una cazadora de demonios u algo parecido, ni siquiera estaba asustada de el al saber su identidad

"tienes los ojos mas bonitos que eh visto"

Douma parpadeo y su sonrisa creció. Le gustaba esa mujer, tal vez se la quedaría por un tiempo y después la devoraría