|°Capítulo 17°|

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El joven omega ahora descansaba plácidamente en la habitación del rubio, ya no sintiéndose incomodo, pasaba días enteros ahí, devorando los libros de la pequeña biblioteca del Alfa, recibía flores y Jimin lo sacaba a caminar por los jardines, le consentía y siempre era amable con el, a veces pensaba que el Alfa estaba ganando tiempo, bien sabía el que él omega ya era suyo, pero solo faltaba la mordida, eso sería como gritarlo a todo el mundo.

Posiblemente el Alfa a eso mismo le temía, si lo mordía, ya no habría vuelta atrás, el omega sería suyo para siempre y el sería de Jungkook, pero muchas veces tenía que observarlo desde otro punto de vista... Desde el punto de vista de un príncipe, ahí era cuando se desanimaba un poco, más sin embargo no duraba lo suficiente, su Alfa volvía a insistir y se imaginaba al joven omega en su habitación, con solo una playera y una bermuda, sentándose en la esquina que había mandado poner cojines para la comodidad de Jungkook, simplemente leyendo, perdiéndose del munid que lo rodeaba, así había pasado una vez, él omega ni si quiera se había percatado de la entrada de Jimin, así que se sentó en la cama y pudo observar lo bello que él omega lucia, con la boca ligeramente entreabierta y como se acomodaba algún mechón rebelde, aunque esa paz no duró mucho, apenas el joven levanto la vista, sus mejillas se terminaron tiñendo de un hermoso rosa, parecía una obra de arte, con solo una camisa demasiado grande para su pequeño cuerpo, su mirada intimidada y sus mejillas resplandecientes, el Alfa pudo jurar de estar presenciando a un ángel.

Aunque no tenían tanto tiempo como el que quisieran, con Jimin y sus obligaciones con el reino, solo llegaba a dormir, aunque él omega podría jurar, que apenas se veían, sus rostros tomaban vida, usualmente tenían una sesión de besos antes de dormir, pero desde el celo de Jimin, No habían hecho nada, simplemente parecía que no había necesidad del mismo... O solo hasta que el celo de Jungkook llegará, eso sí que lo podía asustar, aunque sea un poco, él omega sabía lo desesperado que podía lucir un omega en celo y el desgraciadamente no era la excepción.

Todo podía marchar perfectamente, hasta el anuncio de un baile, con el propósito de encontrarle al príncipe, una hermosa prometida de una familia Real, eso definitivamente puso casi histérico a Jungkook, el joven creía que no era lo suficiente para el rizado, y a penas viera las hermosas omegas con vestidos escotados, sería rápidamente desechado, no portaba cuantas promesas, o cuantos besos el Alfa le había dado, y para colmo, Seokjin le había dicho que era imperativo que no se apareciera en el baile. Si el joven se aparecía. Jimin no podría complacer a su padre y posiblemente no prestaría atención a ninguna de las omegas... Jungkook tenía admitir que eso no sonaba tan mal a sus oídos.

Príncipe Jimin (Jikook)|Omegaverse|[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora