Al parecer el baile no era tan pronto como se imaginaba, aún faltaban algunas semanas, pero las invitaciones a otros países ya se habían enviado con bastante anticipación... Incluso innecesarias o eso pensaba él omega. El baile era un tema que lo tenía de mal humor, pero más que molesto, con miedo, sabía que él no podría comparar con las hermosas princesas que arrugarían el castillo, ni con damas de alta sociedad, él era un simple omega que gracias al príncipe podía leer.
"Si sigues frunciendo el ceño de esa manera te van a salir arrugas" soltó el príncipe para llamar la atención de Jungkook, se había quedado pensando que no era la primera vez que Jimin se encontraba al omega en el Limbo.
"Perdón, es solo que me preocupa el baile" farfulló debajo sin saber si el Alfa lo había escuchado, que así fue, el príncipe se acercó con lentitud para ponerse de cuclillas enfrente del ojiazul, levanto su rostro con un solo dedo para dar un suave beso en los labios del omega, era un beso inocente, no tenía nada de pasional, pero de todos modos él omega no podía evitar sentir las mariposas en su estómago revolotear.
"Es solo un baile, bebé, no pasara nada" murmuro el alfa bastante cerca de sus labios y buscar con la mano libre a tientas su mano y tomarla, tratando de transmitirle seguridad.
Él omega realmente quería creerle pero sus inseguridades le atacaban sin darle tregua alguna, haciendo que bajara la mirada de los penetrantes ojos verdes del Alfa.
"Ahí estarán muchas omegas bonitas, omegas bonitas que podrías estar enseñándolas como trofeos y no escondidas en tu habitación" Eso definitivamente era lo que más desanimaba a Jungkook, saber que eso estaba haciendo, Jimin lo escondía detrás de las bellas paredes para evitar ser visto por el pueblo, por eso siempre cuando iban a los jardines, antes se aseguraban que no hubiera nadie, que las muestras de cariño solo ocurrían en estas cuatro paredes. Las paredes eran los testigos de su amor, o... De lo que tuvieran, ambos sabían que estaban destinados, pero simplemente había demasiados factores que los separaban de sí mismos.
"Yo no te escondo, solo trato de protegerte" Repuso el Alfa con un tono casi indignado, posiblemente nunca lo había pensado de esa manera, siempre creyendo que era la mejor forma de proteger a su pequeño omega, debido a que ya era suyo, con o sin mordida, Jungkook ya le pertenecía y él le pertenecía.
"Sé que no soy el mejor prospecto, y tengo miedo que encuentres una oferta demasiado tentadora en ese baile y me alejes de ti" hizo un leve puchero involuntario a lo que el príncipe no evitó que se le derritiera su corazón y dar un pequeño beso en el puchero.
"Ni por todas las tierras del mundo de abandonaría, eres mío y yo soy tuyo, nunca te cambiaría por una simple omega que su único atributo es su cuerpo; sé que nuestra relación no es la más convencional, pero está bien, amo llegar y poder observarte con un libro en la mano con la luz de la vela cerca de ti, amo como tus ojos se achican cada vez que ríes, amo como sonríes al verme y te acercas para abrazarme, y preguntarme en cómo fue mi día y tú me cuentes del tuyo" soltó un suspiro al ver cómo los ojos del omega se cristalizaban para bajarse de la cama y abrazarlo con los brazos algo temblorosos.
"Este es nuestro pequeño mundo, nuestro pequeño universo, cada vez que estoy contigo, me has enseñado más cosas de las que podrías imaginar, tus experiencias me han abierto los ojos a demasiadas cosas como para nombrarlas, sencillamente no podría imaginarme un mundo donde no estés tú en el"
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Príncipe Jimin (Jikook)|Omegaverse|[Adap.]
Werewolf¿A qué es a lo que aspira un joven omega? ¿Supervivencia? ¿Amor? ¿Incluso una corona...? Podríamos decir que la última sería la más improbable, aunque hoy en día ya nada es imposible, omegas tomando el papel de alfas, incluso comandando una nación...