"Golpes y Amor" -H.S-

Capitulo 1: "Reglas"

Cuando él llega todo tiene que estar en orden. Justo como él lo quizo. Sus reglas han sido bastante claras:

-No salir.

-Tener la comida lista a cada hora asignada.

-Mantener la casa limpia y ordenada.

-No contradecir las decisiones.

<<Cada incumplimiento deberá ser castigado>>

Sus castigos eran totalmente abrumadores y había sido víctima de un par de ellos. Eran las doce del mediodía y su horario de comida estaba por comenzar, así que herví la sopa y mientras, preparé la mesa. Mi obligación para él era aceptar todo lo que proponía, desde ir a algún lugar hasta tener relaciones.

No sabía qué había hecho para merecer algo así. No lo soportaba, quería desaparecer porque viva o muerta daba lo mismo; Harry no se daba cuenta de que yo era su esposa no su sirvienta. Y sabía que no era la única, sabia que su corazón era de hierro y era muy difícil ablandarlo para poder quitarle la venda de los ojos: No soy una ama de llaves y debe comprender que no estoy hecha de metal.

Soy una chica y todos aquellos insultos entran y rompen mi corazón. Lloraré cuando haga falta, gritaré cuando sea necesario...pero soy una cobarde. No puedo hacerlo por más que quiera.

Creía que él me salvaría de mis padres, que él cuidaría de mí, pero lo único que hizo fue dejarme caer de bruces contra el suelo. Y me arrpentía de haber aceptado, me arrpentía de no haber pensado las consecuencias que esto traería.

-¿Qué esperas? ¡Tengo hambre! -gritó y di un respingo. No había logrado sentir su presencia, comencé a tener miedo. Tome el plato aun con las manos temblorosas y lo deje frente a él, lo probó y torció su gesto. -Deberías aprender a cocinar, esto sabe horrible. Mejor voy a otro lugar.

Sus palabras rebotaban en mi mente. Él era tan duro conmigo y no sabía la razón. Miles de veces pretendí pedirle el divorcio, pero él se negaba. Si no me amaba debía dejarme ir, pero por alguna extraña razón quería mantenerme atada a él. Y aunque me tratara como una mierda, siempre iba a estar ahí para él y eso es lo malo.

Limpié el desastre que Harry había hecho y me deje caer por la pared. Estaba segura de algo: si algún día mi vida se acabase, a nadie le importaría. Nadie me extrañaría. Nadie se habría enterado de mi partida. Y no lloraba por tristeza, lloraba por la rabia que sentía al saber que no valía para nadie.

Oí mi celular sonar desde la planta superior, caminé hasta ahí y lo tomé sin ver quién llamaba.

-¿Hola? -pregunté una vez que pulsé el botón: "responder".

-_____, soy yo -habló Skyler.

-¿Pasó algo? -pregunté y me senté en el tercer escalón.

-Solo quería saber cómo estabas -dijo y sonreí sin gracia.

-Fantástico -respondí y rió agriamente.

-Sabes; el sarcasmo no te llevará a nada en la vida -dijo y rodeé los ojos.

-Pues, me llevó a la final del concurso internacional de sarcasmo, 2008, París -respondí con un nudo en la garganta.

-¿Enserio? -preguntó emocionada.

-No -respondí y puse los ojos en blanco. No tenía ganas de nada, ni siquiera de hablar.

-Ya enserio, ______, llamaba para ver si quedábamos este sábado...hay una fiesta -invitó y al instante respondí.

-No puedo -dije e hizo un puchero.

-¿Porqué? -preguntó y recargué mi cabeza en el barandal.

-Estoy ocupada, Skyler...lo siento -mentí. Escuché que colgó y tome mi celular entre las manos.

Sabía que se había enojado. Últimamente mi respuesta había sido la misma: "Estoy ocupada" ¿Enserio? No sé ni qué hago aquí. Pero no quería desafiar a Harry, él era más fuerte que yo y cuantas veces quisiera escaparme él me encontraría.