"Golpes y Amor" -H.S-

Capitulo 15: "La noche en que nos conocimos"

______'s POV.

Me encontraba sentada en una de las esquinas de la habitación, la noche anterior había alcanzado a dormir unas dos horas, el sueño se me había esfumado. Mientras tanto, mi cabeza se encontraba recapitulando mi vida. Los recuerdos iban y venían a mi mente como estrellas fugaces.

La noche en que nos conocimos...

*Flashback*

-No iré a esa cena, Son aburridas -le dije a mi madre por décima vez en todo aquel día tratando de convencerla de que me dejara en casa.

-_____, tu padre se molestará si no vas, además; irán los hijos de los señores Styles...podrían hacerse buenos amigos -animó y la mire de reojo.

-Hablas enserio, madre? No quiero ir, además, tengo que ir formal y no tengo nada que ponerme -me excusé y ella se rió.

-Sabía que dirías eso! -exclamó y salió de la habitación.

Me dejé caer en la cama boca arriba y me tape la cara con ambas manos.

-No puedes hablar enserio! -grité y justo mi madre entraba con dos cajas.

-Te he comprado un vestido y un par de zapatillas, tienes 30 minutos para estar lista, a tu padre no le gusta ser impuntual -dijo mi madre y salió de mi habitación.

Me di una ducha y salí. El vestido era corto, color negro, con tirantes y un escote que bajaba ligeramente entre mi busto. Me mire en el espejo y me sorprendió que mi madre tuviera buenos gustos. Reí por el pensamiento y me senté frente al espejo.

Me ondule el cabello y me maquille, justo terminaba de ponerme el labial cuando alguien tocó la puerta.

-_____, estás lista? -preguntó papá por fuera de la habitación.

-Si, bajo en un instante -avise antes de escuchar el "Te esperamos abajo".

Me puse las zapatillas negras, me rocié un poco de perfume y tome mi celular. Baje y mis padres me esperaban en la sala.

-Que linda te vez, hija -dijo mi padre con una sonrisa.

-Gracias, todo ha sido cortesía de mamá -dije caminando a la puerta principal.

Papá condujo hasta un restaurant casi a las afueras de la ciudad, el olor a humedad me dio a entender que se trataba de la salida al malecón. Estábamos cerca de la playa. Entramos al restaurant y una familia nos esperaba en una de las mesas que se encontraban en la pequeña terraza.

Los saludamos a todos. Me sorprendió ver a un chico con cabellos rizados y linda sonrisa sentado a un par de sillas de mi. Sinceramente, me había parecido lindo. Toda la noche lo miraba discretamente mientras escuchaba la aburrida conversación entre mi padre y el suyo.

Cuando terminamos, me disculpe con ellos y salí a atender una llamada. Salí del restaurant y pulse "responder".  Cuando termine de hablar con Skyler, corte la llamada e iba a entrar de nuevo al lugar pero alguien me tomo del brazo. Alcé la vista y era él.

-_____, cierto? -preguntó y asentí- Lindo nombre. Quieres dar un paseo? Me aburrí de estar sentado escuchando sobre negocios,

-Claro -dije y caminamos a un auto deportivo color negro, ya estando adentro, hable- Me alegro tanto que mi amiga me llamara, siempre trato de evitar estas cenas, pero hoy más que nunca, mi madre insistió en que viniera.

Él rió.

Su risa era música para mis oídos, suave y dulce. Mire su perfil mientras reía y al momento en que él se giró, desvíe mi mirada. Condujo un par de kilómetros más allá del lugar donde estábamos, se estacionó con cuidado y bajamos. Caminamos por el malecón.
Mi estómago se revolvía, como si cientos de mariposas revolotearan dentro de él.

No podía creer que aquel chico lindo me hubiera invitado a fugarme con él. Hablamos un poco, él hacía preguntas solo para romper con el silencio, mientras que yo disfrutaba del tiempo a su lado.

Pasó un rato, hasta que él volvió a hablar.

-Deberíamos volver, ya ha pasado casi una hora -sugirió y nos regresamos a su auto.

Llegamos de nuevo a aquel lugar y ambos nos sentamos donde estábamos. Nadie preguntó a donde habíamos ido, era como si no se hubieran dado cuenta de que nos fuimos por casi una hora.

El resto de la noche, Harry, como se llamaba el chico de los rizos, y yo, intercambiabamos miradas y reíamos. Nos despedimos casi a la media noche, cuando nuestros padres habían terminado de hablar y habían pagado la cuenta.

Desde aquella noche, Harry no se había mudado de mi mente. Había sido amor a primera vista, aunque sonara muy idiota.