Historias de Ángeles y Demonios

Capitulo dos

Siete pecados capitales,
Siete demonios,
Cientos de castigos,
Millones de pecadores
Y pocas personas arrepentidas de sus acciones...

En una gran ciudad justo en el centro había una gran mansión donde pasaban sientos de cosas, donde vivían siete personas las cuales se decían que eran los pecados capitales encarnados en personas.

Diociac, alto, formido, de cara apuesta con ojos de color dorados un brillo sin igual, unicos , cabello de color castaño bien peinado, siempre vestido de traje, era un hombre de negocios y gran estafador.

Bersobia de estatura normal nada sobresaliente los demás cabello negro con toques plateados, lentes y ojos de color negros completamente ,muy orgulloso y siempre creyéndose mas que los demás, su pensamiento era que el se lo merecia todo.

Airujul, un joven alto, atractivo, cautivador que lograba convencerte con tan solo decir unas palabras, siempre bien vestido y ojos de color rojo carmesí a tal punto de parecer sangre, cabello azul oscuro.

Lagu, un chico esbelto, cabello castaño con toques rojos, ojos de color rosa un rosa precioso, muy glotón y amante de los prostes, siempre comiendo, pero nunca perdiendo su cuerpo esbelto y perfecto.

Daivein, hermoso, sin ningún defecto en su rostro, ojos verdes preciosos, todas las personas admiraban su cuerpo, su piel y su rostro, aun con todo esto el odiaba a las personas que tenían algo que el no y hacia todo por conseguirlo.

Azerep, piel blanca como la leche, cuerpo fino y precioso cabello de color negro con unos toques azulados, ojos azules, busca cualquier pretexto para dormir y descansar a pesar de que no hace nada.

Rai, cabello rojo y reluciente, ojos de color amarillo con naranja al rededor de su iris, por casi cualquier cosa se enojaba y no soportaba a nadie odiaba casi a todo.

Estos siete chicos representaban los siete pecados capitales, se contaban que cada uno de ellos hicieron un pacto con diferentes demonios que representaban sus pecados, Airujul con Asmodeo, Luga con Belcebú, Diociac con Mammon, Azerep con Belfegor, Rai con Amon, Daivein con Leviatán, Bersobia con Lucifer, claro que eso eran solo habladurías de la gente ¿no?

Airujul estaba en un bar buscando con quien poder tener una noche llena de pasión, eso no era muy difícil para aquel chico ya que su atractivo físico hacia que las personas sin importar su género se fijaran en él.

+Hola... Esta noche esta hace mucho frío ¿no lo crees? -habló una chica acercándose a él-.

-Claro que si, dime ¿te gustaría dormir esta noche conmigo? Para calentarnos -dijo con una voz seductora y dándole un beso profundo a aquella chica-.

La chica correspondió el beso a lo que él, la llevo al baño del bar cerrando la puerta con seguro y tocándola por todas partes, el solo quería calmar su deseo sexual, después de terminar todo los dos salieron del baño, ella por una parte depeinada con el vestido en unas partes rotos y satisfecha, él seguía igual bien vestido y peinado, salio de ese lugar para ir a otro bar y conquistar a alguien más. Diociac en esa misma noche estaba terminando un trato que le daría mucha más   riqueza de la que ya tenia, al terminar de cerrar el trato en el nombre de su empresa se retiro, en el momento en que el se retiro lo llamo un chico diciéndole que la estafa de una empresa había funcionado aumentando sus ganancias y dejando en quiebra a la otra pequeña empresa.

Lagu y Rai estaban en la mansión, Lagu comiendo una carne asada con papas y ensalada, unos panques cubiertos de chocolates, mientras la cocinera le seguía preparando comida y Rai reclamandole a la servidumbre su trabajo, hasta que llego al comedor y vio a Lagu comer como si no hubiera un mañana...