Prólogo

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Iba de camino a mi casa después de una larga tarde de trabajo, realmente estaba exhausta, aun tener que caminar hacia casa era todavía más cansado, pero por fin tenía mi primera paga, nunca había estado tan orgullosa de algo que he hecho sola. Hace una semana trabajo en un café simplemente soy la mesera, no es un gran trabajo, pero la paga es buena, además es un trabajo de medio tiempo, quiero dinero para poder comprarme una guitarra, realmente quiero una, aprendí a tocar gracias a mi padre, pero ahora quiero una propia de ahí surgió la idea de tener un trabajo.

Después de una larga caminata por la calle por fin llegue a casa, saqué las llaves de mi bolso, coloqué las llaves en la cerradura de la puerta y abrí esta.

— vaya, que día tan cansado. — dije tirando mi bolso en el sillón no si antes sacar el dinero de aquella, pase por la cocina antes para ver qué había de comer. Deje una pequeña rebanada de pastel que había comprado ayer y lo tome del refrigerador, tome un vaso y lo llene de agua, subí las escaleras y llegue a mi habitación. Mamá y papá no estaban, mi hermana alice, hace 3 años que no vive con nosotros, así que hoy tendría la casa para mi sola, bueno, hasta que mis padres llegaran, realmente no tengo nada interesante que hacer tal vez contar como por décima vez los billetes que me dieron de paga, pero creo que mis manos empiezan a oler a dinero y no es un buen olor.

Así que guarde mi dinero en una cajita, fui al baño y me di una rápida ducha cambié mi ropa por una pijama y me tire a la cama con mi celular, era una descuidada tenía muchas partes rotas de la pantalla, aun es un milagro que sobreviva, quizás al final terminare comprando un celular en vez de una guitarra, esperaría que no sea así. No había nada interesante así que apague el celular lo deje en la mesita y observé la oscura noche. "No se observa ninguna estrella", pensé y cerré las cortinas no había tarea por lo que mejor decidí dormir, algo que hacía muy bien.

Llego la mañana, mamá me levanto a un grito desde la cocina, "que cariñosa" murmuré, talle mis ojos y estire mis brazos, coloqué mis pantuflas de conejitos, he tenido un gran amor por ellos recientemente. Hice lo que habitualmente alguien haría en la mañana salí de mi casa y en unos minutos llegué a la escuela, estaba caminado por las pasillos hasta que veo una cabellera anaranjada. — lisa. — murmure sonriendo acercándome a ella me coloque detrás y tape sus ojos, rápidamente se dio la vuelta y golpeó mi estómago.

— ¡oye! Nadie te asaltará en la escuela. — dije mientras sobo mi estómago golpeado por lisa, ella ríe y me observa.
—nadie te dijo que llegarás tapando ojos, además ya sabes como soy. —rodó los ojos y se acercó sonriéndome.

— bueno, como te fue en tu trabajo, ¿te fue bien? — pregunto a lo que yo asentí levemente, caminamos por pasillos y nos encontramos con Jisoo y Jennie, Jisoo es mayor que nosotras y Jennie solo por uno, pero nos conocimos gracias al club de baile. Somos muy cercanas y cuando podemos pasamos tiempo en un café, siempre hay que estar enteradas de todo lo que nos pasa, mientras divagaba por mis pensamientos tropiezo con una grieta del piso haciendo que casi caiga al piso, pero antes de eso choco con alguien, escucho como alguien se queja y por reflejo me alejo lo más rápido que puedo no sin antes perder el equilibrio y casi caer encima de Lisa. — lo siento. — digo observando a la persona con la que había chocado, orejas con perforaciones y el cabello algo maltratado, probablemente lo pinta seguido, "negro" es lo que más destacaba en su ropa después de observarlo rápidamente, me doy cuenta que solo mueve su cabeza y se va. Que chico más extraño.

— ¿por qué eres tan torpe Rosé? — me dice Jennie, mientras yo solo niego con la cabeza. — no es mi culpa que el piso esté agrietado, okay. — después de eso suena el timbre Lisa y yo nos despedimos de nuestras amigas y comenzamos con nuestra típica rutina de clases. Las clases comienzan aburridas como siempre y como es muy temprano tardo mucho en prestar atención, pues casi caigo dormida en una de mis clases, hago todo lo posible por mantener mis ojos abiertos y entender unas cuentas palabras. El timbre suena y salimos a receso; estoy impaciente por comer, salgo a paso apresurado para la cafetería para que no se acabe la comida buena y casi antes de llegar vuelvo a chocar con alguien, pero este ya traía su comida y su bandeja cae encima de mi ropa, una carga de enojo y vergüenza recorre mi cuerpo, sin saber cómo reaccionar levanto la mirada para ver quién era... Es la misma persona de hace un rato, el chico con perforaciones, antes de que pudiera decir algo me dice.

— veo que eres bastante torpe, porque no prestas más atención por donde caminas, ahora no tengo que comer, gracias... — suelta un chasquido con su lengua y se aleja dejándome con la ropa sucia por la comida y hace que me enoje más. Si bien era mi culpa no prestar suficiente atención, no era para que me tratara así una servilleta hubiera sido de ayuda. Jisoo y Lisa se acercaron a mí y comenzaron a hacerme preguntas, mientras me ayudaban a limpiar la suciedad de mi ropa. —¿otra vez ese chico? Que te pasa Rosé, ¿te gusta? — pregunta Lisa mientras me golpea suavemente con su codo en mi brazo, riendo por sus tonterías. — claro que no, es feo y ni siquiera me ayudó con una servilleta para limpiarme, solo es una coincidencia que nos hayamos chocado dos veces. — después de aquel accidente todo el día fue bastante regular, era miércoles por lo que no tenía que ir a trabajar tenía día libre, las clases terminaron y mis amigas me esperaban en la salida. — hola chicas, ¿me esperaban? ¿Vamos a algún lugar? — pregunté extrañada, no recordaba que hubiéramos acordado ir a algún lugar. — nos preguntábamos si querías venir a un café con nosotras, dicen que hay uno muy bueno y que aveces hay personas que tocan en vivo, así que podríamos ir a ver. — yo asentí sonriendo, porque no debe ser divertido escuchar la música y el delicioso olor a café, una gran experiencia si están las dos juntas.

Nos dirigimos al lugar, como me emociona visitar nuevos lugares tenía una sonrisa plantada en rostro, nunca puedo controlar la felicidad que me invade, aún sean cosas muy simples, me ponen muy feliz. Llegamos a nuestro destino y empezamos a pedir en la barra, como de costumbre pedí un mocha blanco, pues es uno de mis favoritos, mientras mis amigas pedían inspeccionaba el lugar con la mirada, observe un lindo piano y mi amor por el, me impulsaba a querer tocarlo, a lo que le pregunto a Lisa si debería preguntar si puedo tocar ella me dice que sí, a lo que le pregunto al encargado si puedo tocar, me responde que sí, pero que llegara alguien en un tiempo a tocar, pero que puedo hasta que esté llegue, yo asiento muy feliz y sonrío con mis amigas que después de que me siento ellas comienza a apoyarme y reír. Son tan lindas, las amo mucho.

Comienzo a tocar, me divierte tanto hacerlo, se siente tan bien y es una experiencia tan increíble cada vez que lo toco que me voy sin darme cuenta al terminar, tocaron mi hombro. No sabía por cuánto tiempo habían estado tocándolo, pero volteo suavemente y me encuentro de nuevo, con él. ¿Cómo era posible, que me lo encontrara en todos lados? Sin más me levanto de un salto y pregunto.

— ¿tú eres quien va a tocar? — no me responde y solo asiente su cabeza. Aunque me cayera un poco mal, me intrigaba que no dijera mucho y su apariencia me parecía muy diferente la mayoría no se vestía así, era una cosa que resaltaba y me daba curiosidad. — ¿Cómo te llamas? — pregunto mientras se siente, espero que me diga algo, ojalá si me responda. — Yoongi. — me dice de manera muy seca y queriendo cortar la conversación, pero soy alguien muy terca, por lo que no podía dejar mi curiosidad así. —vas en nuestra escuela cierto, nos encontramos dos veces hoy, ¿en que año vas? — por cómo se veía probablemente era mayor que yo, a lo que él respondió. — voy en el último año. — otra vez su respuesta cortante y fría. Me comenzaba a cansar por lo que lo moví un poco, queriendo sacarle una sonrisa, pero solo me miró de Mala forma. — ¿Qué quieres? — me pregunta queriendo darme a entender que lo dejara en paz.

— mañana te preguntaré más, no te escondas de mi, eh. — digo burlona, no podía tolerar que me hablara así, conseguiría que me hablara como su amiga, no importa qué. El solo rodo sus ojos y comenzó a tocar. Tocaba bastante bien a decir verdad, me atrevería a decir que hasta mejor que yo, tal vez de eso podría sacar tema de conversación mañana.

Vuelvo con las chicas y ellas me voltean a ver expectantes a que les diga algo. —¿qué pasa? — pregunto sonriendo. —¿cómo que, que pasa? Por qué andas hablando con don amargado. — suelto una risita, por el apodo y volteo a verlo. — no se, me gusta háblar con las personas, pero él es muy frío, no me gusta que sea así, quiero hablar con él. Aún cuando no se disculpó por lo de la cafetería, tal vez tuvo un mal día. — mis amigas se rieron. — perdonas muy rápido Rosé, que haremos contigo — y por alguna razón no le tomaron más importancia al tema, mientras ellas hablaban aveces me iba de la conversación por estar escuchando como tocaba, era tan relajante, aunque sentía cierta melancolía que me hacía triste el escucharlo. Después de un tiempo se comenzaba a hacer tarde y decidimos que cada quien irse a su casa. Llegue a mi casa, mamá y papá ya estaban en casa y los salude, deje mis cosas, comimos y comencé la tarea. Me comenzó a doler la cabeza de pensar tanto y la termine después de unas horas. Tome una ducha y en mi cabeza pasaban, las notas del piano de don amargado y las tarareaba, mientras tomaba mi ducha, cepille mi cabello y me pude mi pijama. Me despedí de mis padres y me fui a dormir.

Lindo recuerdo [yoonrosé]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora