Todos habian caido por el gran agujero negro que se habia abiertos a sus pies, separandolos unos de otros, quedando en la infinita oscuridad para luego hacerlos aparecer en un escenario poco agradable, solos, con una sensacion de estar en pleno invierno pero no habia nieve y el cielo no se veía, solo una infinita oscuridad. Algo presentian mientras buscaban a los demás, sentían como algo los observaba a lo lejos, pero no estaban seguros de que era ni querian averiguarlo.
El primero que encontro aquello que lo seguia fue Arturo, que escuchó un extraño ruido en un callejon de la ciudad, unos ojos rojos aparecieron en esta y lentamente se apareció el animal al que mas miedo le tenía, una rata de alcantarilla y está era de un tamaño anormal, tal vez igual que un perro, se veia amenzante y el joven sin pensarlo empezó a correr lejos de esta, se escucho como chillaba y después se escuchaba el choque de sus patas al correr, lo estaba siguiendo Y él lo sabía, tanto que ni siquiera miro atrás, sólo siguió corriendo, pudo notar que de la oscuridad salian mas de estos animales para ir tras él, su corazon palpitaba con fuerza mientras sus piernas buscaban fuerza para seguir adelante.
Arturo: AYUDA!! - grito como pudo mientras corría, pero no sabía, que nadie lo salvaría.
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- AYUDA!!
Fue lo que escucho Melissa al empezar a caminar, se escuchaba a lo lejos, su piel se erizo con fuerza al darse cuenta de quien era la voz del grito, iba a buscar al chico cuando apareció en una casa, no cualquiera, de hecho reconocía muy bien aquel comedor, aquella chimenea, se encontraba en la casa donde nació y donde vivió los primeros años de su vida, todo su cuerpo se tenso al escuchar el rechinido de la puerta principal que siempre se hacia cuando esta era abierta por la persona de siempre, aquella que invadia sus pesadillas cuando lo recordaba.- Donde esta tu mamá? Oh! te dejo sola de nuevo? - ella no podia creer lo que escuchaba, aquella voz, no podía ser - linda que tal si jugamos a quitarnos la ropa? - la chica aterrada y temblando volteo lentamente hasta la puerta encontrandose con el hombre que habia arruinado su infancia - HAZLE CASO A TU PADRE! y quitate la puta ropa! - grito a todo pulmon su padre que se acerco amenazante a la ahora niña Melissa, sabia lo que seguía, pero esta vez si corrió, esta vez no recibiria el puñetazo de su progenitor ni volveria a dejar que le robara aquello que te hacia una niña, grito mientras corría, intento salir de casa pero estaba atrapada - ven aquí mocosa! - grito a sus espaldas aquel hombre que se supone, estaba pudiendose en prisión.
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Zeus: Hola? - pregunto mientras al fondo de todo se escuchaban los gritos de sus familiares, poniéndolo nervioso, los buscaba con la mirada pero no veia nada en realidad, empezó a sentir agua mojando sus zapatos y como el agua subia por sus piernas, despues escucho olas de mar, no entendia lo que pasaba hasta que recibió un gran golpe con el agua y al salir a respirar noto como el piso ya no estaba a sus pies y el agua le llegaba al cuello, estaba en medio del océano, y la playa estaba lejos, entendia lo que pasaba, su miedo, aquella vez que sus padres lo descuidaron en el lago y estuvo apuntó de morir, aquello era a lo que mas le temía, a no poder hacer nada mientras luchaba por sobrevivir en el agua, veia a personas en la playa y desesperado empezo a gritar por ayuda, pero nadie parecia escucharlo, igual que aquella vez de pequeño y su cuerpo se empezaba a cansar mientras nadaba hacia la playa pero esta no parecia acercarse, si no llegaba si cuerpo fallaria y seria su fin.
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El siguiente en ver su miedo cara a cara era Zeno, este estaba en su habitación como cualquier día y estaba escribiendo lo que sucederia dentro de unos meses, empezó a leer lo que llevaba escribiendo buen rato, era una lista, de nombres y al final de cada nombre entre parentesis estaba lo que le sucedería.- Erika Teendell (muere)
- David Ringster (desaparece)
- Anthony Houston (muere)Y la lista seguía, ya habia como 5 paginas llenas de nombres, en la mayoria habia el peor destino y aquello lo estaba asustando, se supone que era destino, no podia decidir si alguien vivia o moría, pero con aquella tinta...no habia vuelto atrás, la primera muerte se la habia dado y esta haria realidad todo lo que se escribiera con ella, pero no entendia que estaba haciendo, porque escribia aquello, todo esto lo estaba asustando y mas cuando vio aquel nombre...
- Samuel De Luque (muere)
Bajo asustado rápido las escaleras en busca de sus padres y entonces vio como el corazon de su padre Samuel era atravesado por una espada la cual estaba bañada en veneno de diablo y la espada fue sacada por el asesino que volteo a ver al joven, aquellos ojos oscuros le sonrieron con satisfacción y en pánico salió corriendo hacia su habitación, huyendo de Willy.
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El último miedo era Sally quien directamente apareció en un bosque oscuro lleno de neblina y la forma de los arboles le era familiar, empezó a caminar con cuidado pues apenas y podia ver, intentaba recordar donde se encontraba y como habia llegado hasta ahí, pero no sabia que sucedía, entonces escuchó como algo se dirigia a ella y se movió con rapidez para ver como una flecha era enterrada en la corteza de un árbol, miro hacia la direccion de donde habian atacado, encontrandose con Guillermo con un arco y flechas, pudo mirar sus ojos, Willy estaba al mando ahora mismo.- Que mierda estas haciendo Willy? Casi me atraviesas la cabeza! Me podrias haber matado! - dijo alterada y asustada la chica, entonces sintió una presencia detras de ella y como la tomaban de la cabeza una grandes manos.
- Esa es la idea - escucho ahora el susurró de Vegetta pues pudo notar el morado brillante de sus ojos y antes de poder moverse sintió como le movia la cabeza con fuerza y en un instante su cuello se rompió tras un fuerte "crack!" dejandola sin respiración y haciéndola caer al suelo mientras miraba a la nafa, estaba...
Muerta...
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Wings Of Blood {CANCELADA}(Wigetta)
Fanfic- algun dia nos encontraremos de nuevo - dijo el menor con molestia. -¿qué haces? - dijo preocupado al ver el cuaderno. - hacer lo correcto - dijo temeroso y con los ojos llorosos, sabiendo lo que sucedería ahora. - ¡no! - grito su padre, pero era...