City Boy // Byler •EDITANDO•

. III .

Narra Will:

- Es mi culpa señor -dije mientras el profesor Long se alzaba ante ambos.

- No es de mi incumbencia, vayan los dos al despacho del director.

Ambos recogimos las cosas y salimos de la clase.

- ¡No es justo! -Max estaba furiosa- La mitad de la clase se la pasa haciendo de todo menos atender, y solo nos regaña a nosotros.

Apenas podía escucharla, mientras andábamos por los desiertos pasillos, no paraba de pensar en que era la segunda vez que veía al director en el día. Ni quería imaginar lo que me diría mi madre. Seguimos caminando lentamente, ambos nos habíamos puesto de acuerdo en ir por el camino largo sin decirlo. Max se dió cuenta de que mi humor estaba por los suelos, y dejó de hablar.

Unos pasos más tarde, la pelirroja y yo pasamos por la recepción del colegio. Automáticamente, miré por el cristal que la separaba del pasillo y vi a un chico que recogía su solicitud. Le estaba dando las gracias a la secretaria y se giró para coger sus cosas cuando...

"Mierda"

Era Mike Wheeler. Sin pensarlo, cogí a Max del brazo y eché a correr por el pasillo. Llegamos a la puerta del despacho con la respiración entrecortada. Max se soltó de mi agarre.

- ¿Ahora te ha dado la vena deportista o solo quieres matarme?
- Mike - dije con dificultad - Estaba Mike... en secretaría...
- ¿EN SERIO? Vamos a saludarle y...

La puerta de abrió de repente. El director nos miraba con el ceño fruncido hasta que analizó nuestras caras y lanzó un suspiro al aire.

- Byers, Mayfield, pasad. -los dos entramos en el despacho y nos sentamos en las sillas que estaban frente a su escritorio. Sobre la mesa había un montón de papeles desperdigados y una placa de oro que ponía 'Director Walsh'. Miré a Max y ella hizo lo mismo. No hizo falta decir nada. Troy y el director son familia. Esto estaba cobrando un matiz interesante. Hasta que los dos volvimos a la realidad con la voz del director Walsh. - He de decir, que me lo esperaba de usted Mayfield, es una de las alumnas que más problemas me causa por lo que tendrá su castigo correspondiente. -Max iba a defenderse pero el director levantó la mano para indicar que se callara- Por otra parte, no me esperaba que eso mismo me fuera a pasar con usted Byers. Parece que ha decidido que este año va a causar me todos los problemas que no me ha causado en 5 años, y déjeme decirle que no voy a permitirlo. Dado su condición, no seré tan severo como lo sería con el resto de sus compañeros, pero estará castigado limpiando el colegio todos los viernes durante un mes para que pueda aprender su lección. Lo mismo pasa con usted Mayfield. Pero que ambos estén castigados no significa que puedan estar juntos. Cada vez que les pillen hablando o sin hacer su trabajo se sumará un viernes más a su castigo. No creo que tenga nada que decirme que pueda ayudar a aligerar esto así que pueden irse.

Genial. Ya la hemos liado del todo.

Me levanté de la silla con el ánimo más decaído aún, si es que eso era posible. Max, sin embargo, se incorporó con furia y salió del despacho como un torbellino pelirrojo. También temía por ella, su padre era muy severo y seguro que le caería otro castigo más en su casa por lo que había pasado. Iba a salir por la puerta cuando oí que el director me llamaba.

- Tengo una cosa más que decirle Byers. Hoy se nos va a incorporar un alumno nuevo, tengo entendido que va a llegar para la segunda clase y creo que la comparte con usted, Historia, me parece. Cuando aparezca, por favor ocúpese de enseñarle todo el colegio y las instalaciones, puede que así acorte un poco su castigo. -Yo solo asentí y salí del despacho. Creo que no puedo tener más mala suerte, me imagino quién es el nuevo alumno.