Homofobia | Jookyun

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—¡Oh, no puede ser posible! — Murmuró él joven sin poder evitar quejarse frente a el espejo, mirando con desaprobación su aspecto desaliñado, pasando su mano una y otra vez sobre sus mechones mojados de su cabello recién lavado. Le resultaba exasperante el no poder haber eliminado el color rosa chillón de su cabello a pesar de haberlo lavado y tinturado de tono negro, al parecer el color no le había agarrado, cosa que le resultó imposible de creer.
¡Tendría que asistir a la escuela con su cabello rosado! Eso aumentaría más las burlas y críticas...

Pronto, cuando llegó a casa tomó una ducha y después de unos cuantos fuertes tallones con jabón, el rastro de los marcadores con letras ofensivas por todo su cuerpo habían desaparecido dejando el agua teñida de un color oscuro, eso si, ahora su piel parecía que había recibido radiación solar de lo roja que había quedado tras los tallones, pero eso no le importo mientras se hubiera borrado toda ofensa de su cuerpo.

Un montón de timbrados lo sacaron de balance, la puerta estaba siendo llamada y esa persona parecía que quería descomponer su timbre de tantos intentos por que lo atendieran. Enojado, bajo lo más rápido posible que su cuerpo adolorido y agotado le permitió y abrió la puerta bruscamente, encontrándose con tres personas apestando a perfume.

—¿Por qué esa cara? ¿No te ha gustado esta agradable sorpresa? —Preguntó Hyungwon acompañado de Hoseok y Dongyoun.

—Dejando a un lado el hecho de que casi te acabas mi timbre, pues no sé que decir, agradezco que quieran ofrecerme su compañía pero no estoy de buen humor hoy y lo mejor sería que se vayan no quisiera tratarlos mal, realmente estoy agotado y no tengo ánimos de ver a nadie.

—Oh, eso si que no muñeco —Exaclamó Dongyoun y por un momento el menor olvidó su enojo y no pudo evitar sonrojarse ante aquel apodo puesto por su Hyung. —Vinimos hasta acá para alegrarte el día después de el horror que debiste haber pasado con los hijos de puta que te dañaron, no puedes negarte, la pasarás increíble —Soltó Dongyoun y Changkyun no pudo negarse.

—Bien, si no me queda de otra, iré, sólo denme unos minutos para ponerme algo más decente y vuelvo —Fue lo último que dijo el menor antes de perderse de la vista de sus mayores.

───(🐝)───

—¡Hey, Changkyun-ah! —Gritó Dongyoun entre el tumulto de gente mirando hipnotizado como las luces de colores neon del antro se reflejaban en el rostro del menor, pero Changkyun parecía no percatarse de la mirada del otro, este se encontraba perdido en su propio mundo mirando un punto en especifico en la pared —¿Vas a quedarte aquí parado toda la noche? Wonho y Hyungwon han estado bailando desde hace un rato. ¿Por qué no vamos a bailar también nosotros?.

Changkyun ni si quiera se inmutó, no fue hasta que Dongyoun le dio un leve toque en el hombro que le permitió salir de su trance.

—¿QUÉ DECÍAS? NO TE ESCUCHÉ ¿PUEDES REPETIRLO? —Changkyun alzó exageradamente la voz, para poder ser distinguido de la alta música del lugar, Dongyoun entrecerró los ojos pero volvió a repetir la oración.

—Decía, que, ¿Te vas a quedar aquí de aguafiestas? ¿No vas a ir bailar? ¿O por lo menos tomar algo?—Soltó Dongyoun, cambiando sus palabras anteriores, un poco avergonzado como para volver a repetirlas.

—Mm, ¿Estaría bien tomar algo? Bueno, un trago no me hará daño ¿Me acompañas a la barra?

Entre risas y chistes malos el tiempo se les pasó volando. El menor se había pasado de copas pero estando ebrio se sentía más que feliz, nunca había sentido tanta alegría en el mundo e incluso olvidó por completo que era víctima de acosos, burlas y estúpidas críticas en la escuela, brillaba más que ninguna persona dentro del antro.