Steve estaba en el comedor común dentro del helicarrier, después del entrenamiento que daba a agentes de SHIELD.Dos días a la semana realizaba dichas actividades, a veces con ayuda de Clint o Natasha, aún no entendía porque agentes calificados estaban de acuerdo en recibir un entrenamiento de su parte, podía entender el respeto que había hacia él como el Capitán América, pero como soldado no se sentía a la altura para dar dicha capacitación, Tony y Natasha habían dicho que Steve era perfecto para ello, y que haber luchado contra alienígenas le daba ese derecho, que haber salvado al mundo más de una vez lo calificaba para eso, habían dicho que para los agentes era un privilegio.
Aún sintiéndose un poco extraño por ello, Steve continuaría haciéndolo, no podía negar que lo disfrutaba, y que lo hacía sentir útil.
Y hoy había servido para distraer su mente de Tony, también lo había ayudado a drenar la energía extra en su cuerpo, desde la noche anterior le había costado trabajo mantenerse tranquilo, y cuando había logrado dormir, en sus sueños solo había estado presente Tony, había despertado solo para descubrir en la parte baja de su cuerpo el mismo problema de la noche anterior, después de una larga ducha había podido comenzar su día con un poco de normalidad.
Steve había querido ver y hablar con Tony antes de partir a SHIELD, pero Jarvis le había dicho que no se encontraba en la torre, algo que sinceramente no creyó, habían sido las seis de la mañana cuando pregunto y Tony no era conocido por ser una persona madrugadora. Quería creer que Tony simplemente no había querido despertar a esa hora.
Pensar que quizás Tony se había molestado con él por haberse aprovechado de la situación la noche anterior lo hacía sentir intranquilo y avergonzado, Steve había estado recriminándose en cada momento libre que tenía por su falta de control, y aún más por a pesar de eso esperar con ansías su siguiente encuentro, aunque ni siquiera sabia si lo habría, pero deseaba, necesitaba que si, quería otra cita con Tony no solo por la perspectiva de llegar a segunda base.
Era aún más alarmante y molesto pensar que Tony no estaba enojado con Steve, si no con el mismo, tenía la idea de que la mayoría, incluyendo Tony, lo creían un hombre inocente y puro.
Si Tony supiera los sueños que había tenido sobre él, no solo la noche anterior, seguramente no pensaría en Steve como alguien inocente con el cual ir despacio, no es que Steve no quisiera llevar las cosas con Tony despacio y de la forma correcta, pero también era hombre, y aunque inexperto sabía lo que quería.
Prueba era su exceso de energía y el tiempo extendido de su ducha esa mañana.
Steve estaba rodeado por otros agentes en la mesa mientras comía, escuchando sus conversaciones, sonriendo y participando cuando lo incluían, disfrutaba de ese ambiente casi militar, de la camaradería entre hombres y mujeres que tenían el propósito de hacer el bien.
Sintió una palmada en su hombro, segundos después Clint se sentó junto a él, el arquero tenía una sonrisa de suficiencia para Steve, una parte de él agradecía y odiaba su interrupción la noche anterior.
—Hey, Cap, lamento haber arruinado tu cita ayer —dijo en voz alta —. Se veía que la disfrutabas.
Steve lo miró inexpresivo, no queriendo revelar su enojo ante su falta de tacto, al mismo tiempo escuchó como la conversación alrededor de la mesa cesaba.
—¿Cita? —preguntó una de las agentes más jóvenes, con lo que creyó era decepción.
Otra agente, Michels, golpeó a dicha chica en el brazo.
—Oh, si, el Cap aquí es todo un casanova —respondió Clint antes de morder una manzana.
—Eso no es verdad… —comenzó mirando a Clint con el ceño fruncido.
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Tercera base
FanfictionUna de las cosas que más extrañeza le causaba a Steve, era el uso de metáforas del béisbol para referirse a algo más. Había entendido que esas metáforas era un tipo de código mayormente masculino para referirse a otra cosa. Steve no podía entender q...