Tercera base

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Steve abrió los ojos somnoliento solo para encontrar a Tony durmiendo profundamente frente a él.

La noche anterior ambos habían compartido toques deseosos, ambos necesitados por tocar la piel del otro, Steve había admirado el cuerpo de Tony con sus manos, había estado desabrochando los pantalones del castaño cuando este se había quedado dormido, Steve no podía culparlo, tampoco se sentía enojado, quizás un poco decepcionado, pero prefería mil veces que Tony descansará en sus brazos a impedirle egoístamente su descanso.

Steve se permitió apreciar el rostro durmiente de Tony, muchas veces había imaginado como sería despertar junto al castaño, no podía creer que realmente qué estuviera ahí, en su cama, en sus brazos.

Vio las pestañas de Tony revolotear luego de minutos, comenzó a removerse cada vez más despierto.

Una suave sonrisa apareció en los labios de Tony cuando Steve suspiró sonoramente sin poder evitarlo, sonriendo acercó su rostro al de Tony para rozar sus narices.

Tony rio bajito y parpadeo en su dirección.

—Buenos días.

Steve volvió a suspirar. —Buenos días, ¿Dormiste bien?

Tony se alejó para estirar su cuerpo y gemir, en solo ropa interior, Steve lo miró embelesado.

—Perfecto, ha pasado un tiempo desde que... —Tony se detuvo y se posiciono una vez mas sobre su costado —. Me quede dormido —señaló con pesar.

—Estabas cansado, esta bien, me alegra que durmieras bien.

Tony negó y se unió mas a Steve, quien lo rodeó con su brazo contento.

—¿Qué tal si te compensó? —susurró Tony con voz sugerente, comenzando a besar la barbilla de Steve.

Sintió a su miembro despertar con fuerza, una mirada hacía bajo le hizo darse cuenta que Tony estaba en las mismas condiciones.

—Eso... eso me gustaría —dijo con voz ronca.

La mano de Tony vago hacia la ropa interior de Steve, los dedos cruzaron el elástico para después tocar la punta de su pene, Steve cerró sus ojos y permitió que Tony le quitará sus boxers, hizo lo mismo con los de Tony antes de también envolver su mano entorno a él.

Tony gimió y también atrapó en un puño la polla de Steve.

—¿Mi mano o mi boca? —preguntó Tony besando su cuello —. ¿Cuál eliges, Cap?

Trago saliva. —No importa, solo tócame y déjame tocarte.

—Mmm —tarareo Tony —. Ya sé.

Steve liberó a Tony cuando este se comenzó a mover, curioso vio la sonrisa de Tony volverse más sensual, excitado vio a Tony cambiar de posición hasta terminar con su cabeza frente al pene de Steve, Steve por otro lado, terminó también con el rostro cerca del pene de Tony.

Tony volvió a tomar en una agarre firme su polla y comenzó a mover su puño de arriba hacia abajo.

Steve prácticamente gruñó el nombre de Tony, procedió a repetir las acciones del castaño, Tony entonces lamio la punta de su pene haciéndolo jadear sin aliento, cuando Tony llevó la cabeza de su polla dentro de su boca, Steve gimió y el movimiento de su mano entorno al castaño comenzó a ser descoordinado.

Escuchó a Tony reír divertido, Steve también quería darle placer a Tony, necesitaba hacerlo.

—Ven acá —dijo tomando a Tony por la cintura para levantarlo.

En un movimiento rápido Steve terminó sobre su espalda con el trasero de Tony frente a su cara.

—¿Steve?... ¿Como... ?

La voz de Tony termino en un chillido cuando Steve separó sus nalgas.

—No —dijo Tony apoyando sus manos en los muslos de Steve —Estoy sucio...no he tomado un baño, Steve no puedes.

Steve lamio sin pensarlo dos veces, Tony gimió y sus rodillas se hundieron un poco más sobre la cama.

—No esta sucio —susurró Steve moviendo su boca a una de las nalgas de Tony para morder.

Steve había soñado con hacer eso, había imaginado el sabor de Tony, imaginado la forma en la que se vería y reaccionaria, lo real era mejor que cualquier sueño. Superaba con creces su imaginación.

—Steve —se quejó tembloroso cuando Steve llevó su lengua a su saco y también lamio.

Tiempo después Steve yacía en la cama agotado y feliz con Tony sobre su pecho, la cabeza de Tony bajo su barbilla mientras ambos intentaban recuperar el aliento.

Steve llevó sus manos al trasero de Tony para acunarlo y acariciarlo de forma perezosa.

Tony plantó un beso sobre la clavícula de Steve antes de reír bajito, Steve sonrió y continuó acariciándolo con lentitud.

—Realmente te gusta mi trasero —murmuró trazando círculos con sus dedos sobre el pecho de Steve.

—No me gusta —contestó divertido —. Me encanta.

—Quedo muy claro —dijo suspirando.

—¿Es esto la tercera base?

—Creo que eso ya no importa, esto fue un poco más allá.

Steve escuchó la diversión en su voz, llevó una de sus manos hacía el cabello castaño, Tony levantó su barbilla y Steve se inclino para besarlo.

—Siempre he sido bueno para el béisbol.

—Cariño, eres más que bueno.

Steve sonrió y abrazó a Tony. —Hoy hay que llegar al home.

Tony se quejó divertido entre sus brazos antes de que Steve, presumido y contento, buscará sus labios para otro beso.

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Gracias por leer linduras

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