03 Mascotas Y Detalles

371 61 3
                                    

—¡Adiós, oppa!

Sacudió la mano en el aire, despidiendo a un par de sus compañeras para poder partir a su habitual camino.

Las múltiples voces fueron desapareciendo conforme siguió avanzando entre las calles.

Esa tarde la tenía bien planeada con su hyung terminando un proyecto del que requería su total ayuda. No necesitaba ver el pequeño lunar de rostro de mono de nieve en su muñeca para saber que ahora su boca está curva hacia abajo.

Otro día sin poder ver a su novio.

Contuvo una baja risa que amenaza con brotar desde su interior. Sonaba tan... interesante usar esa palabra con Jungkook.

Y mejor aún ¡Que Jungkook lo aceptase!

Su recorrido se acortó y finalmente pudo estar frente a la puerta de su hogar, inhalando el aire fresco y con olor a masa para galletas; seguramente Hoseok se encontraba horneando de nuevo.

Iba a gritar sobre su reciente llegada, demasiado tarde al bajar la mochila de su hombro.

—Taehyung, querido.– reconoció de inmediato la voz de la señora Chae. Una mujer vieja del vecindario —¿Te molesto con un favor?

¿Y quién era Kim Taehyung para negarse?

Le regaló su característica sonrisa de boca cerrada y decidió que podía darse unos minutos y simplemente dejar sus cosas junto a la puerta antes de cerrarla.

—¿Ocurre algo?– preguntó, notando cierta aflicción de su parte.

—Verás. Princesa estuvo extraviada un rato y los demás la buscaron. Resulta que había tenido a sus bebés y... Bueno.– sus ojos destilaron tristeza —La pobrecita no pudo con ello. ¿Crees poder encontrar algún lugar para los perritos? No tengo idea de cómo cuidar de ellos y son tan pequeños que no tengo corazón para verlos morir.

Había ciertas cosas que ponían a Taehyung en un estado de desesperación.

Este era uno de ellos.





































—¡Que tenga un lindo día!

Unos gritos de la vieja ave, siendo llevada en su jaula, fue lo último en escuchar al quedarse solo nuevamente en la clínica.

Otro cliente satisfecho con sus servicios.

—Toma un descanso, Kookie. Ya no queda más en la agenda por hoy.

—Está bien, omma.

Se distrajo unos minutos cambiando los canales de la televisión en una esquina en el techo. ¿Qué podría ver de interesante a esa hora?
El timbre de llamada guío su mano a tomar su teléfono y contestar luego de ver el remitente.

—¿Ta-

—¡Es de vida o muerte!

Contuvo la respiración, dejando sobre la madera el control de una manera lenta como sí temiera crear algún desastre. Al otro lado se escuchaba su respiración agitada y con demasiado movimiento.

—¿Taehyung? ¿Qué dices?

—¡Ellos- ¡Bebés- ¡Y la doctora...! ¡¿Está ahí?!

Jungkook miró sobre su hombro, evitando llamar a su madre hasta no saber qué ocurría.

—Ah, si. ¿Por q-

—¡Es una emergencia!

—Espera, Tae. Respira un poco– le intentó calmar, llegando a sujetar el aparato con ambas manos, de alguna manera queriendo llegar al mayor —¿Qué ocurrió?

Another Merry Halloween Story! / TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora