14 Chocolates Y Empleos

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Bien, aquí vamos.

—Baekhyun hyung.

El nombrado detuvo su andar por el pasillo, quedando de piedra y con los ojos tan abiertos que parecen saltar fuera de sus orificios en cualquier segundo.

No podía ser que esa voz le haya llamado.

Frunció el entrecejo ¿Qué no lo había escuchado?

—Baekhyun hyung.– intentó de nuevo, usando el mismo volumen pues cree que es suficiente para ser escuchado a esa distancia, habiendo pocos estudiantes pasando a sus lados y sin prestarles la mínima atención.

El castaño giró sobre sus talones, quedando frente a Jungkook que se ha acercado a paso lento y con su mochila en la espalda. Sus cejas se juntaron levemente ante la vista.

¿Estaba usando un bálsamo labial?

—¿Tiene tiempo libre?

Su voz lo sacó de su mente, pasando a escuchar sus palabras.

—Ah... Si.– miró sobre su hombro, contando los minutos sobrantes para ir a su próxima clase —¿Por qué?

Jungkook mastico su labio superior para mantenerse al margen y no arruinarlo todo antes de comenzar. No era muy bueno relacionándose de la nada con los demás, a menos que fuesen ellos los que se acercasen primero, como fue el caso de Taehyung.

—Necesito su ayuda.

El mayor parpadeo un par de veces para forzarse a creer lo que está viviendo.

—¿Estas enfermo?

—¿Qué?

—Me tratas con educación– le miró como sí realmente estuviera preocupado por su salud —¿Por qué?

Tranquilo, Jungkook. Inhala

—Porque es mayor que yo.– dijo como sí fuera lo más obvio.

—Sí, Taehyung igual y lo tratas de 'tú'.

Rodó los ojos no queriendo darle más vueltas al asunto.

—Hay confianza entre él y yo. Mientras él no esté aquí, debo tratarle con respeto ¿Bien? No estoy enfermo.– sus ojos, por el contrario destilaron molestia al contraer la pupila.

—Bien, bien.– alza las manos exponiendo que no busca problemas con él, y con un brote de orgullo volviendo luego de su alocado fin de semana con ellos —¿Qué necesitas?

Así, por arte de magia, o magia de cualquier tipo, la actitud de Jungkook se transformó de algo amenazante a un puberto nervioso, con nada de susto siendo inspirado en su mirada con venas oscuras.

—¿Me enseña a hacer chocolate?– preguntó con voz neutra, creando mil y un dudas existenciales sobre sí es el mismo ween que hace segundos le habló con lengua filosa.

—¿Chocolate?– Jungkook asintió, sacudiendo sus cabellos rojizos y oscuros —¿No sabes hacer chocolate?

—Casero, no. Mi mamá suele comprarlos ya hechos para no perder tiempo, pero tengo entendido que el casero es mejor.

—¿Por qué no se lo pides a tu cuñado?– se cruzó de brazos, no queriendo ser altanero —Por lo que sé, ya lo seguiste una vez en el centro y es un valentín.

Ciertamente, Hoseok fue su primera opción, después de haberlo encontrado ese día caminando fuera de la veterinaria no se resistió a confesarle su flechazo en una búsqueda de ayuda por consejos, siendo el único valentín que irradia tanta paz para atreverse a hablarle.

Another Merry Halloween Story! / TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora