Dos

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Furihata tenía una buena familia. Una madre amorosa, un hermano (bastante) responsable y un padre que se desvivía en un pequeño cubículo por ellos. No eran acomodados, por lo que su madre también trabajaba limpiando casas. Su hermano quiso tomar un trabajo a medio tiempo cuando cumplió los quince años, pero lo instaron a centrarse en los estudios y para Kōki fue el mismo cuento aunque sus padres ya no se habían visto tan disgustados con la idea. Pero al final dio igual pues no pudo aliviarles esa carga.

Lo mínimo que podía hacer, entonces, era hacerse cargo de la casa. En base: fregar los pisos y preparar la comida, nada de otro mundo. Incluso se atrevía a admitir que le estaba yendo bien en eso de improvisar con las recetas cuando no tenía todos los ingredientes necesarios a mano.

Kagami, aunque fuese solo a través del altavoz del móvil, era una gran ayuda al momento de conseguir que todo lo preparado tuviese un aspecto decente al salir de la cocina.

Eso se convirtió en un hábito y los días en que se quedaba entrada la tarde en el club de baloncesto o perdía el tiempo en otra cosa terminaban con una carrera de regreso a casa para intentar llegar antes que su madre y atrincherar la cocina. Su padre y su hermano se volvían criminales en potencia si les permitían tocar la comida, así que aprendieron a dejar de intentarlo.

Esa noche llegó exactamente cinco minutos antes que su madre quien, aunque le repitió que no era necesario, sonrió agradecida y se despidió yendo hacia el pasillo. Esa noche no planeaba llamar a Taiga por dos razones. La primera, considerando lo que tenían en la nevera podía hacer suficiente tonteki para todos y esa receta ya la había memorizado luego del cuarto intento, e igualmente tenía los mensajes de texto que su amigo le dejó como guía. La segunda, su móvil vibraba cada poco rato enseñando notificaciones de nuevos mensajes de Akashi Seijuuro y él no era quién para dejar su conversación a medias, así que su teléfono se quedó encendido sobre la mesada, cerca suyo.

アカシさん: En verdad me alegra oír eso. Bien hecho, Furihata-kun.

Una sonrisa se formó en los labios del castaño, pues sus notas habían resultado mejores de lo que esperaba y tendría el receso de clases completamente libre de cursos de apoyo, dependiendo de lo que su profesor de Química anunciase dentro de dos días. Aunque las suyas no eran nada que celebrar en comparación a las puntuaciones perfectas de Akashi.

Contestó agradecido y le mencionó que comenzaría a preparar la carne.

アカシさん: Aguardaré hasta que acabes de cenar entonces, yo ya he comido.

Furihata se alegró de encontrar la carne de cerdo que necesitaba, de lomo y gruesa. Perfecta para esa receta, tal cual le instruyó Kagami. Realizar cortes poco profundos a lo largo de la unión entre la carne y la tira de grasa. Sazonar con pimienta negra y luego cubrir con harina, retirando el exceso de polvo. Echar a la sartén con el aceite vegetal caliente y aguardar unos cinco minutos hasta que la parte inferior de la carne tenga un bonito color dorado. Repetir tres veces para que todos reciban la misma cantidad de carne.

Eso último es primordial en su casa. Casi tanto como la salsa que aguardaba en la otra punta de la mesada.

Antes de disponerse a servir la mesa, recibió un mensaje más.

アカシさん: Disfruta de tu comida, Furihata-kun.

El aroma de su creación ya era suficiente para animarlo a hacer eso mismo, pero ese fue un detalle que no esperaba y para nada lo despreciaba. Fue rápido en servir la comida mientras la carne aun estaba tibia.

Apenas vació su plato, Kōki se apresuró a despedirse de su familia y subió a su cuarto. Su hermano ya se encargaría de limpiar los trastos.

Sí, estaba cansado esa noche, pero sabía que Akashi había estado aguardando todo ese rato para hablar con él. Ya había ocurrido antes y el castaño suponía que al menos el otro chico tenía un libro para distraerse durante esas pausas, pero no se animaba a preguntar directamente. Lo encontró conectado y le envió un mensaje avisando que ya había acabado y que sí, la había disfrutado. Recibió respuesta al instante.

Dignidad [ Kuroko No Basuke ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora