🐺Capítulo 01🐺

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Odiar la situación y berrear para no ser llevado a aquel lugar no cambiaba la decisión de su padre, SeokJin sería alejado de su vida llena de lujos para ser arrastrado contra su voluntad a aquel campamento. Tal vez debió de hacerle caso a su padre cuando este le amonestó diciéndole que tomaría cartas en el asunto.

No le hizo caso, como siempre.

A diferencia de otros omegas, SeokJin era rebelde, no acataba órdenes y era un imán para los problemas. Su lengua afilada y su impulsividad eran los causantes de que ahora se encontrase de camino a un campamento militar, con su padre contándole de cómo él al igual que sus ancestros cazaban, dormían bajo las estrellas y cumplían grandes misiones militares que les llevaron a la gloria. El omega le ignoraba pensando en que se había perdido su cita de manicura en el spa donde recurría.

—Y si no hubieses embriagado a la abuela posiblemente no estuvieses aquí— Terminó de decir su padre, el general Kim estaba harto de lidiar con las 'Travesuras' de su hijo, las cuales eran muy poco inocentes.

SeokJin bufó, echó su flequillo a un lado y cruzó sus brazos sobre su pecho.

—¡Ella ya es una alcohólica!— Protestó el omega. Su padre le miró mal.

—¡Tiene setenta años y por estar ebria guindó sus bragas en el candelabro de la sala!

SeokJin soltó una fuerte carcajada al recordar la fiesta de cumpleaños número setenta de su abuela. Meredith era una de las personas favoritas de Jin, una alfa de sangre pura que había llegado lejos en el ejército. No era que SeokJin quisiese ser también parte del ejército, se consideraba muy frívolo y delicado para someterse a aquello (Buena razón para detestar el campamento a donde iba) pero sí admiraba a su abuela por romper aquellos esquemas machistas sobre las mujeres.

El ex-general detuvo el auto, estacionándose en el parqueo del lugar. Aquel infierno era tal y como SeokJin se lo imaginaba.

Había una enorme cabaña que en letras grandes y blancas indicaba que ahí se encontraba la administración. Había un grupo de soldados, todos marchando a un mismo ritmo siendo dirigidos por una chica alfa de cabello negro, les gritaba órdenes que ellos acataban cuales perros falderos. Estaban rodeados por un denso bosque a una muy baja temperatura.

Podía sentir las lágrimas de furia picar en sus ojos, no podía ser cierto...

—¡Me estás abandonando en medio de la nada!— Chilló cual niño malcriado. Su padre rodó los ojos y se bajó del auto ignorándole. SeokJin imitó a su padre, completamente indignado de que le haya ignorado. —¡Por Christian Dior! ¿El suelo es de tierra?— Soltó al ver cómo sus zapatos gucci tocaban el suelo de tierra. Su padre contó hasta diez para no soltar una enorme maldición mientras bajaba el equipaje de su hijo, tratando de no pensar en las tres enormes maletas más y el bolso lleno de zapatos.

—No te estoy abandonando, no seas tan dramático Jin— Amonestó dejando el bolso de zapatos en el suelo.

—¡Dame a mis bebés!— Chilló recogiendo el bolso del suelo, limpiando tierra inexistente en él. El alfa cerró el capot del carro de un golpe, apretó el puente de su nariz entre sus dedos índice y pulgar.

—Dices una palabra o escucho un quejido de tu parte y te juro que...—

—¡Bienvenidos a Wolf!— Saludó un alfa puro el cual se había acercado muy silenciosamente a ellos. SeokJin le miró de pies a cabeza, desde su cabello castaño y corto hasta sus lustrosas botas militares. Era guapísimo. Con sus ojos castaños, sonrisa amable y cuerpo fornido.

El alfa extendió su mano hacia SeokJin, éste se la estrechó fingiendo desinterés. El alfa miró al padre de SeokJin y le hizo un saludo militar, llevando su mano de forma recta a su sien.

𝓢𝓸𝓫𝓻𝓮𝓭𝓸𝓼𝓲𝓼. →NAMJIN← [Adapt.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora